PERSONAJES  >  Portada

El pasado miércoles, día 23, en el Polideportivo de Arrecife «Ciudad de Lanzarote» se celebró la presentación de la «Escuela Insular de Lucha Ca­naria» que organiza la Federación que dirige Juan Pérez Tejera, abar­cando la isla y La Graciosa, y que cuenta con el apoyo del Cabildo In­sular y de los Ayuntamientos.

Un plantel de Monitores, con es­píritu de enseñantes, se esfuerzan en la preparación de un numeroso alum­nado que pasa del millar, coordina­dos por el veterano luchador Tomás Rodríguez Barrios.

El acto inaugural, presidido por el Presidente del Cabildo Insular Nico­lás de Páiz Pereira, contó con la asis­tencia de varios Consejeros del Ca­bildo y Alcaldes de los Municipios lanzaroteños, así como los represen­tantes de la Federación Insular.

La palabra de apoyo se hizo pre­sente y los bisoños luchadores, en olímpica escucha de alegre deportividad, que cubría el terrero de arena (como corresponde) recibieron con­tentos el mensaje y la promesa. El público emotivo, padres, profesores y familiares, llenó el amplio graderío desde las 5 de la tarde que comen­zaron las luchadas. Y fueron 22 los Centros participantes, con varios equipos algunos y con inclusión de 2 femeninos (La Santa y Puerto del Carmen). Se mezclaron nombres de Colegios Públicos y de Barriadas y Pueblos. Allí estaban de Arrecife el Antonio Zerolo, el Sanjurgo-Maneje, el Generalísimo, el Adolfo Tophan, el de Árgana, Capellanía, Los Gera­nios, Salinas, Benito Méndez, Nieves Toledo. Los del Grupo E. de Haría, el C. Alfonso Spínola de Teguise, el de Tahíche y el Ajei, Montaña Blanca y Güime; y de Tinajo La Santa y el Vir­gen de Los Volcanes. Pioneros para la historia.

Cuando la penumbra aparece por los aledaños de El Refugio y algunos jóvenes, ya cansados, se recuestan en las aceras de sus calles tristes, en la Ciudad Deportiva de Lanzarote surge un alba de optimismo, nace una estrella, un sueño se hace reali­dad.

Un semillero ordenado meticuloso, se prepara para inmediata cosecha, distinta y con esperanza. Su aroma avisa al indiferente transeúnte que hay fe y que se va a mejorar el por­venir. El vocán del deporte vernácu­lo bulle en nantiles ilusiones. Hay son risas espontáneas y limpias, porque son de una generación de relevo que sabe de nobleza y tradiciones y bus­ca nuevos horizontes en Lanzarote.

Se crea la escuela de Lucha Ca­naria para enseñar a los niños a ser hombres activos, disciplinados y res­ponsables; para el aprendizaje a ven­cer dificultades y para la lucha en contras y recontras para el empleo de iniciar la maña sin complejo; para no dejarse arrastrar al primer tirón; para saber oponer el pecho de frente sin peligro; para tener la vista pen­diente siempre de la defensa y de ca­da movimiento de la vida; Para res­petar al vencido y ayudarle a levantarse.

Escuela de Lucha Canaria de Lan­zarote y La Graciosa, forja de hom­bres dignos, fortificadora de cuer­po y espíritu, desarraigadora del vi­cio, afirmación de la personalidad, que sea fructífera tu labor, te saluda­mos; ¡Bienvenida!.