La actual "Plaza de Haría", viene a ser aquella zona dejada delante de la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, cuando en el año 1621 se ubica el templo Parroquial, que por tener una construcción deficiente a base de piedra y barro, tuvo muchas actuaciones de acondicionamiento y conservación, hasta que el día 22 de Febrero de 1956, un temporal de viento y agua resquebrajara una parte de su techo y motivara su destrucción y reconstrucción en los años 1962-1966, consiguiéndose un nuevo edificio que no reúne las condiciones acústicas deseadas.

Este emplazamiento del Templo Parroquial no es el primero, sino el segundo, ya que anteriormente estuvo la sede en la luego Ermita de San Juan, que quedando desvastada en el año de 1618 por los ataques de piratería al mando de los corsarios berberiscos Tabán y Solimán, y fuera de servicio, que motivara así la nueva ubicación del Templo.

La Plaza de Haría fue denominada o conocida en sus primeros tiempos como "Plaza de la Iglesia" y también se le conocía simplemente por "La Plaza", hasta que ya en el año 1904 estaba denominada como "Plaza de León y Castillo", hasta que en el año 2000, adoptara el nombre de "Plaza de Haría".

Esta Plaza siempre fue de tierra, al  igual que lo eran todos los caminos y vías públicas y fue en tiempos del mandato en la Alcaldía de D. Mariano López Socas, a mediados de los años de 1950, cuando se procedió a cubrir su superficie central con unas baldosas de cemento, hechas mediante unos moldes por el personal entonces contratado por el Ayuntamiento, como eran Jesús Torres Bonilla, Regino Montero Romero y Juan Peraza y otros, especialmente, dejándose por ambos lados dos vías estrechas que en principio fueron de Tierra, pero que a principio de los años de 1970 fueron asfaltadas, y tenía una anchura reducida pero pasaba bien un coche, pero que más tarde hubo que suspender el tráfico de vehículos porque acarreaba un peligro para el juego de los chicos en la Plaza, por algún despiste que pudiera suceder.

Pero además en esta Plaza no había arbolado alguno, hasta que el entonces Alcalde-Presidente en el bienio 1904-1905, Domingo López Fontes, concretamente en el año de 1904, el mismo en que se sucediera el incendio del Archivo Municipal, procediera a cubrir los dos laterales, con una fila de árboles por cada lado, de  cuya época se conservan algunas fotografías cuando los árboles se habían recién plantado, y que fueron el germen de una belleza extraordinaria a la Plaza.

Hasta el año de 1992, esta Plaza estuvo supeditada al levantamiento o enclocado de las baldosas, de una forma más agresiva que ahora, por la peor calidad del pavimento, que se rompían o rajaban y había que reponer, dada la fuera de las raíces de los árboles, llevándose a cabo las debidas medidas de mantenimiento.

Luego se cubrió de nuevo la Plaza en el año 1993, de un pavimento mediante losetas de mejor calidad, siendo Alcalde Don Juan Ramírez Montero, suprimiéndose las dos calles o vías laterales de coches, pavimentándose toda la superficie de la Plaza. Es de destacar en esta obra el trabajo manual artesanal realizado por el malogrado pedrero Don Francisco Borges Fernández, conocido por Pepe, mediante un labrado de todas las piedras y lajas que contiene la Plaza. Fue inaugurada mediante la visita de primeras Autoridades regionales, insulares y locales, quedando en el estado que se encuentra actualmente.

Esta Plaza, como se dice anteriormente, fue testigo del temporal ocurrido desgraciadamente el día 22 de Febrero de 1956, que motivó el desencadenamiento del derribo y reconstrucción del templo parroquial y de la construcción del nuevo, que no ha  satisfecho los deseos de los feligreses, dada su arquitectura y mal sonido.

Puede decirse que el derribo del antiguo templo ha sido una de los hechos más tristes que han acaecido en el Municipio de Haría.

Pero además también fue testigo esta plaza, del voraz incendio que destruyera totalmente el Archivo Municipal, que se hallaba por cierto en casa del entonces Alcalde Don Domingo López Fontes, y ello en la noche del 13 de Mayo de  1904, de una forma intencionada dada la apreciación del claro olor a petróleo, cuyo edificio fue destinado a Museo Sacro de Arte Popular en el año de 1975, de la mano del entonces Párroco Don José Lavandera López, ahora inactivo.

También fue testigo esta Plaza, del derribo de una de las dos casas de dos plantas que fueron de la familia López Socas, escapándose la otra, aunque las dos fueran declaradas juntamente ruinosas en los años de 1970, oponiéndose a ello su entonces dueño Don Jesús López Socas.

Pero además también testigo esta Plaza, del derribo de, posiblemente la casa antigua más bonita de Haría, que fue la de don Antonio González Ramírez, terminada con techos de cuatro aguas, que hacían un conjunto especial y para conservar, pero tristemente desapareció a principios de los años de 1990.

También desapareció junto con la anterior, una casa de dos plantas  ubicada junto a la anterior, en que vivió D. José María Cabrera Pérez y D. Manuel Torres Berriel, partiendo de una propiedad que fue de la familia De la Torre, de Haría.

También conviene hacer referencia de que en esta Plaza vivieron varios Curas servidores de nuestra Iglesia y vaya D. Rafael Cortés Spínola, que estuvo nada menos que cuarenta años rigiendo los destinos de nuestra Parroquia, así como también otros como Don Sinforiano  Suárez y D. Mariano Hernández Romero.

Es de destacar también en esta Plaza el edificio en que se halla actualmente el Centro Sociocultural de Haría, el cual ha tenido muy diferentes funciones a lo largo de su historia  y distintos dueños como la Familia Rijo, Don Luciano Vega, Don Domingo López Fontes, Don Juan Francisco López Socas, posteriormente El Club de Cultura y Recreo "Amigos de Haría" y ahora el Ayuntamiento de Haría.

Pero también en este edificio han sido muy variados sus destinos, ya que llegó a ser sede del Ayuntamiento y de algunos otros servicios como la Guardia Civil y el Calabozo, y siendo además sede de la Escuela de Haría, pero ya a principio de los años de 1940, se instaló un Batallón militar en la posguerra y serán muchos los que recuerden escenas de ver a los soldados marchando a paso ligero plaza arriba y plaza abajo al mando de algún instructor o mando.

Este edificio indicado fue Centro de Comercio de Los López, en las primeras décadas del siglo XX, lo más importante que había entonces y a mediados de los años de 1950 pasó a ser Salón de baile y cantina, al tanto de Andrés Betancort Concepción y Juan Villalba Pérez, conocido por "El Canuto", que fue muy famoso por sus "llenazos".

Ya en 1962 pasó este edificio a la propiedad y sede del indicado edificio del "Club de Cultura y Recreo-Amigos de Haría", por iniciativa del entonces Alcalde Don Juan Pablo de León Guerra, para convertirse desde el año de 1989 en "Centro Sociocultural La Tegala". También fue taller de Maestro Narciso entre otros destinos, una parte del edificio.

También fue importante en esta Plaza en los años de 1940 y 1950, el denominado "Bar Tres Hermanos" y "Bar Hermanos Rodríguez", con la desgracia de que en el año de 1944 muriera quemado por un petromax el vecino D. Eligio Hernández Viñoly, que estaba encargado y al explotar el mismo. Este bar tenía además local de baile y venían los mejores luchadores de Las Palmas coincidiendo por Santa Rosa con la fiesta de San Ginés.

También el solar de José Domingo Rodríguez Villalba fue escenario de algunos encuentros de lucha canaria, siendo el más famoso el que se celebrara el día 30 de Agosto de 1949, donde el Pollo de Arrecife D. Heraclio Niz Mesa, reforzando al equipo de Haría-Máguez, ganó una copa, disputándosela con Felo y el pollo de Tías. Memorable luchada.

También es un referente importante el que en la casa que fuera de Don Antonio González Ramírez, su hijo Don José González Ramírez, conocido por  Fefo, ascendiera a General honorífico y fuera una persona que hacia mucho por los soldados que procedían de Haría, y tanto quiso a Haría, que quiso que sus restos (cenizas), vinieran a descansar al cementerio de Haría, y se recuerda cuando sus hermanos D. Manuel, D, Antonio y D, Ricardo portaban el Copón con las cenizas, a finales de los años de 1980.

Desde esta Plaza sale un callejón hacia la Calle La Hoya, que se denominó "Callejón de la Pescadería" y también "Callejón de Andrés Curbelo", y es que este hombre fue Alcalde y era propietaria su mujer Doña Tomasa Rijo de los lados del Callejón, cuyo Callejón pasó a llamarse "Callejón del Canuto", y ahora lleva el nombre oficial de Calle Mercedes Socas.

También esta Plaza ha sido testigo de la pensión que tuviera Don Aurelio Romero Álvarez, en las primeras décadas del siglo XX, en un edificio de dos plantas, hoy propiedad de Don Juan Pablo de León Fontes, junto al Museo Sacro, y delante tenía También la Pensión y demás negocio de Don Ladislao Rodríguez Bonilla, incluyendo el famoso Billar.

Además, frente a esta Plaza, al Poniente estaba la "Casa de la Cilla", donde se pagaban los diezmos y primicias a la Iglesia de Dios, así como también dicho edificio estuvo destinado a Escuela, Sociedad de Cultura y Recreo, Cine y hasta suplió a la Iglesia en la época de su derribo 1956-66, donde ahora se halla el Supermercado.

Existe una referencia anecdótica de la época en que Don Mariano López Socas fue Alcalde y en relación con esta Plaza precisamente, porque resulta que aún estando la Plaza sin pavimentar y también ya pavimentada, el Alcalde, amparándose en la Ley que perseguía a los vagos y maleantes, mandaba los lunes desde temprano, a todos los borrachitos que estuvieran de amanecida o fueran sorprendidos en estado de embriaguez, y los mandaba a barrer la Plaza "hasta que se le refrescara la chispa" y en ello cayeron varios y muchos los recuerdan aún.