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Distinguidas autoridades. Queridos convecinos. Respetables visitantes. También, saludos emocionados, a quienes “faltan” y que compartieron estas Fiestas con nosotros.

Quiero pensar, que mi presencia esta noche aquí, sea una consecuencia más de la tan cacareada “crisis”. Que después de las personalidades Excelentísimas,  Reverendísimas, e Ilustrísimas, que han pasado por este estrado, sea yo, un simple hijo de Haría, del Barrio Abajo, de la Vista de la Vega, (antes Juanito el de Rosa o de Maximino, ahora Juan el de Tilde), quién tenga la responsabilidad y el honor de pregonar, estas Fiestas de San Juan Bautista, 2.014.

Querer condensar, exprimir, sesenta y siete años (octubre 1.946 a junio de 2.014) y resumirlos en media hora, es para mí, una misión, casi imposible. Si me pusiera  a recordar, a revivir y expresar, los sentimientos, las vivencias, los acontecimientos de mí vivir y convivir en este hermoso y querido pueblo, Haría, tendría materia más que suficiente para  escribir un gran libro,...

Mi relato de esta noche, víspera de S. Juan, es una confesión, pública, de sentimientos personales, de vivencias que han configurado mi manera de ser. Es probable, casi seguro, que lo que a mí me emociona, porque es parte de mi vida, a otros, le sea totalmente, indiferente. Ya lo dijo el filósofo (Ortega y Gasset): “Yo,  soy yo, y mis circunstancias”. Esas circunstancias, el nacer en Haría, con padre de Máguez y madre de Haría, me ha condicionado. El haber nacido en “la banda del sol”, como se decía antiguamente a La Vista de la Vega. En lo alto del barrio. “Azocado”, de los vientos de la brisa, por la Atalaya. Con las mejores vistas panorámicas del Valle,  me ha condicionado. Y, me ha condicionado, sus valles, sus montañas, su mar, su cielo, sus palmeras, sus árboles, sus amaneceres y sus puestas de sol. Sus profunda noches estrelladas y sus noches de luna, asomándose entre palmeras; los barrones de S. Juan, (las brumas deslizándose montaña abajo) han sido “mis circunstancias” y que han marcado mi vida…

Y me ha condicionado, sobre todo, sus gentes,  con las que, siempre, tendré una deuda pendiente y a las que, eternamente, les estaré agradecido.

“Recordar lo que fuimos, para entender lo que somos.”

Dar a conocer, compartir, nuestras vivencias, es unirnos al pasado. No renunciar al pasado, es saber de dónde venimos, no para quedarnos en la nostalgia, sino  para poder mejorar el futuro.

También me condicionó, una época. La última década, de la primera mitad del siglo XX.  (Años 1946-1956)  

Para mí,  L A  D É C A D A C A   D E   L O S   C A M B I O S.

Los nacidos a finales de la primera mitad del siglo XX, mi generación, nos tocó vivir demasiadas experiencias. Nos tocó vivir, muchísimos cambios y demasiadas transformaciones, sociales, culturales, políticas, religiosas… en un espacio de tiempo, muy corto.

Esta  generación, la mía,  tuvo que amoldarse a la nueva ola, a los nuevos cambios, a nuevas ideas, a nuevas costumbres… Nacimos en la escasez. En la época de la “cartilla de racionamiento”. Si a la generación actual se le llama, la de los Ni-Ni, a  la mía, debería llamarse, la generación del No-había. (al tener).

Lo que para nosotros, hoy, es normal, necesario e imprescindible, en mi tiempo,  No-había. No-había: Calles o carreteras asfaltadas; agua corriente; luz eléctrica domiciliaria ni de alumbrado público; (parte de Haría, tenía la de D. Gabino) No-había: radio; televisión; teléfonos domiciliarios, ni móviles; No-había, baños con inodoro, con ducha, con bidet;  ni lavadoras; secadoras; neveras; ni ordenadores, ni medios de transportes generalizado, ni Instituto... y faltan, muchísimos más No-había… pero sobre todo,  No-había “democracia”.

Y con tanto cambio brusco, con tantas nuevas ideas, deberíamos de quedar “marcados”, traumatizados… Y si no quedamos fue, gracias a nuestros antecesores, a nuestros mayores, que querían que, nosotros, viviéramos una existencia mejor que la que ellos estaban viviendo. Para todos ellos, por el cariño que nos dieron, hay que decirles ¡Te quiero! Un especial y emotivo recuerdo para ellos…

 

Además, soy de una generación que conoció y convivió con personas que, ya, habían entrado, en la historia. Gentes que había participado, uno, en la Guerra de Filipinas,  (Sr. José Betancor, de Tabayesco); varios, en la guerra de Cuba (Sr. Raimundo Dorta, José Betancor), muchos, en la guerra Civil o en la División Azul… Conocimos, de primera mano, en vivo y en directo, a personas que emigraron a: Cuba, Argentina, Uruguay, Venezuela, Brasil…o que se fueron “p’al tomate o para la Isleta, a Gran Canaria.

Vivimos muchísimas experiencias: El trasiego de los “moros” con camellos, en convivencia pacífica en nuestros pueblos. Las Hermanitas de la Caridad, con sus hábitos característicos, “pidiendo limosnas” de puerta en puerta, para los pobres. Y de puerta en puerta, pasaban, con su sonido específico y característico: los “afiladores”, los “lañadores”, los comerciantes de queso, de granos… las recaderas participando que fulanita se iba a” amonestar”…y el miedo que se nos metían, para que tuviéramos cuidados con los “protestantes” que llevaban un ungüento para curar los “golpes”.

Ya lo dije, me es muy difícil, resumirles, en poco tiempo, mis sesenta y siete años vividos con ustedes y entre ustedes.

(resumir, condensar, extractar,  en treinta minutos, mis (590.680) quinientas noventa mil seiscientas ochenta horas vividas, (67 años) es una tarea, para mí, casi imposible).

Voy a intentar, someramente, a vuela pluma, hacer un boceto, un bosquejo, de mis experiencias, de mis vivencias, de los “cambios” y transformaciones  que me tocó vivir en éste querido  pueblo:

Del cocinar: a fuego con leña, con calderas, ahumadas y tiznadas; con cocinilla de fuelle y pitorro, de torcía, de gas…a cocinas eléctricas, de vitro, de inducción, a microondas…

Del “tostijo”; ¡Cómo olía aquel millo, tostado! Con un palo, preparado para el efecto, se iba removiendo el tostador, y el millo florecía. Solíamos estar atentos, en el momento de la cernida,  para coger el puñito de “tafeña”. (Hoy palomitas)  

Del café de agua tiznada, de achicoria, con café en grano, (que había que moler previamente con los molinillos) y con colador de tela, tipo calcetín… al café torrefacto o natural, de mescla, descafeinado, expreso a cafetera…

De caminos de polvo y tierra, llenos de baches, hoyos,  barranqueras y a obscuras… a caminos, calles y carreteras, sin polvo, sin tierra, con un firme liso, de piche, de asfalto, adoquinado y  con alumbrado.

De una Plaza, ésta, de tierra,  polvorienta,  con bancos de rejas pintados de verde y con farolas de postes de madera … con un rodillo de hormigón, como apisonadora, que servía para reparación social de faltas. Luego, se le puso losetas y se dejo  una estrecha calle por los laterales con acceso rodado… a la que tenemos ahora.

De las construcciones de piedra seca, piedra y barro y cal… al cemento, hierro, hormigón, cerámica, fibra, aluminio…

Del trabajo a mano, a pico y pala, dando “pisón”, labrando cantos, haciendo las “piladas” de mezcla… a las excavadoras, a los bombos, las hormigoneras…

De la rondana, tirando, “jalando” por la soga… a los elevadores, a las grúas…

Del cargar los camiones, lentamente,  palada a palada y piedra a piedra…a hacerlo, rápidamente, con las Palas, excavadoras…

De la piedra de cal, que había que “terciarla” (ponerle agua, dejarla arder y que se hiciera polvo)…a los cacharros de pintura plástica y los morteros preparados.

De las labores agrícolas: Rastrillando  con burros, camellos…; del plantar a mano, con plantón, más tarde, a la “tanganilla”; del trillar, en las eras, con la “cobra” de animales… a la mecanización de esas labores: al tractor.

De los “aprendices”, (los “margalletes” que querían aprender una profesión), carpintero, zapatero, herrero, pedrero.. y que no cobraban, haciendo, incluso las tareas que al “maestro” le eran incómodas: en carpintería: hacían el engrudo, en un cacharro, quemando unas virutas; mantenían los tablones, lijaban. En la herrería, daban fuelle a la fragua… a una formación profesional con titulación académica.

De la “zoleta” (sandalias confeccionadas con gomas de coches); zapatilla de esparto; del zapato encargado en la zapatería del pueblo, con la horma de un número mayor para que durara…   a la comodidad, a la calidad y la variedad de  calzados y  de marcas… 

De la carencia o desconocimiento de los aparatos de Radio, a penas se conocían y eran una novedad, (Gracias a las encontradas en la mar de Las Escamas, pequeñas, como paquetes de cigarros, que se creía que eran bombas; y cómo se ocultaban por miedo a que fueran requisadas por la Guardia Civil…… a tener una en cada rincón.

De la Televisión… no existía ni el vocablo. En aquel entonces, era algo inconcebible o de ciencia ficción. 

Del alumbrado (de la luz): de las velas; la lámpara de aceite; del quinqué de torcía y petróleo, del farol de Cabo Blanco (Port-Étienne),  del carburo, del petromán, y la luz de D. Gabino, que no llegaba a la Vista de la Vega, sólo hasta casa de D. Leopoldina y que hacía “señas” tres veces cuando la iban a cortar, alrededor de las diez de la noche,… a la luz eléctrica, al interruptor, al alumbrado de sensores, a las placas solares, a las eólicas… a la energía permanente e indispensable, y de la que dependemos. Sin ella, hoy, se paralizaría nuestro mundo.

Respecto a la luz y a la radio, tengo una anécdota: Fue en casa de José Berenguer, junto al Puente de López:… Los de la Vista la Vega (donde no había luz eléctrica, ni radio): Benito, Emilio y yo, éramos de una misma “vitola” que Berenguer. En su casa se había estrenado una radio y nos invitó a escucharla. Quedamos y fuimos una tarde, a la salida de la escuela. ¡Y tarde que se nos hizo! Sentados en el suelo, nos pusimos a escuchar la radio, mirando fijamente para aquella caja cuadrada que hablaba y cantaba. En esa casa también  había luz eléctrica. Habían encendido la luz. La habitación estaba  iluminada y no nos dimos  cuenta de que ya había obscurecido. Y como era tarde… aparecieron nuestros padres a buscarnos. Les puedo asegurar, que la canción que escuché ese día en la radio, “Soy como el viento que corre…” no se me ha olvidado, nunca..

Retomo el no-había.

De la no existencia de “cuartos de baños” (servicios) en las viviendas. De lavarse en la “palangana”, bañarse echándose un balde de agua fría por arriba; del uso del corral de las gallinas o del estercolero… al inodoro con cisterna; los lavabos; los termos para agua caliente; las duchas; los hidromasajes…

De los utensilios para la limpieza, del barrer, con las escobas de palma, los baleos, previamente prensados… a los cepillos, las fregonas, las aspiradoras, barredoras.

De las pilas de lavar: Un trabajo impagable, que hacía la mujer. Agotador; al “solajero”; cargando y acarreando el agua; restregando; enjabonando con jabón lagarto, zamba, azul de barra; enjuagando y añilando para blanquear la ropa… a la comodidad de las modernas lavadoras, secadoras y trabajo compartido.

Del planchar: (Tarea de mujeres) Aquellas planchas, de brasas, tenían su ritual: Prender el cabrón o los carosos; “asoplar” (soplar) para avivar las brasas,  hasta que estuvieran en su punto. Estirar; rociar; almidonar… a las planchas eléctricas de vapor, o llevar la ropa a la lavandería. Reconocemos y valoramos la agotadora tarea de nuestras mujeres de entonces. Ya hoy, no es cosa, sólo, de mujeres.

De las camas y colchones: Los catres de viento, en forma de equis (X) con sogas como somier… de los colchones rellenos de paja de cebada o camisas de millo, con polvillo, que se “espojaban” (esponjaban), con su característico ruido… a las cómodas camas y variedad de somieres y colchones actuales. 

 

En mis recuerdos, sigue vivo el mundo de las escuelas: La “escuela de abajo” de niños. La de D. Santiago Calle, en la C/. Molino, fue mi primera escuela. Recuerdo que me llevó, de mano, Antonio el de Corina.

Y las de “arriba: Las de niños, no daban a la calle. Tenía un enorme patio descubierto. Un gran arco. Un aljibe, lleno de escombros, con el brocal abierto, junto a la casa de Quero. Un pasillo, hondo y estrecho, que comunicaba las aulas de D. Juan con la de D. César, donde estabas los retretes.

Las de las niñas, tenía un pórtico con columnas que estaban en la calle. En su patio interior, el brocal del aljibe, donde se “guindaba” el agua para beber  y donde estaban los baños de las niñas. Era la época de: “Los niños con los niños y las niñas con las niñas” Escuelas de  NIÑAS, con maestras y escuelas de NIÑOS, con maestros… Un solo maestro/a por curso, que eran de muchos alumnos. Con “bancos”,(pupitres) compartidos. Con dos agujeros para el tintero y las ranuras para los lápices.

De “recreos”, en la calle, con unas rayas en el suelo, para delimitar las zonas de las niñas, a donde no deberían pasar los niños. Las escuelas de la leche “empolva”  (no en polvo) y del queso de bola. Nos ponían en fila para darnos aquella leche amarillenta, casi siempre aguada, con terrones sin disolver, que se pegaban al paladar, preparada en una gran caldera, con anterioridad, que te la servían en un vaso,  (algunos hecho con una lata de un cacharro, adecuado para el efecto); y el trozo de queso amarillo que te colocaban en el medio pan. Pan que tenías que llevar… o que te prestaban hasta coger tu ración.

A la escuela íbamos caminando. Con un “bulto” de tela, como maletín; con una pizarra y pizarrín; una libreta de cuadros o de rayas, con la tabla de multiplicar por detrás; un plumín y un tintero; un libro de Lectura (El Manuscrito) y El Grado Medio de Dalmau; con clases de mañana, y tarde y los sábados…con una disciplina espartana, autoritaria y temerosa… de eso,  a colegios mixtos, (niños y niñas) con maletines de ruedas, llenos a reventar,  con profesores para cada materia, con ordenadores,  con medios de transportes; con comedor.

También, ésta generación, a la que pertenezco, supimos de los Juegos infantiles: de los boliches de barro, (la tarra, la lisa,) de los de cristal,(la gaseosa) con el “guas”, el “gonguete”, la raya…; del trompo, la escusa, la liña…Supimos de la “gometa” (cometa) hechas de pírgano, con papel pegado con clara de huevo y harina y con el rabo de  trapos anudados; del teje, a cuadros o al avión; de la “tángana”; el “marro”;  la “piola” (pídola);  el “quemao”; del “fincho huevo, araña o caña”; del salto a la soga,  del “escondite”; el “calambre”; del “yoyo” casero, hecho con botones grandes y el hilo de rosetas; del “carro de pírgano” con los hilos cruzados para girar y una tacha clavada para llevar el cesto o la bolsa de los mandados; del “carro de montar” de cuatro ruedas… que echábamos cuesta abajo; de las pelotas de calcetín o medias rotas, llenas de trapos; de la vejiga del cochino inflada, que quedaba ovalada como un balón de Rubbi; del uso de los “balangos” para coger lagartijas, y  de los juegos con cantos (canciones): El Matarile; el Antón pirulero… De unos niños de juegos callejeros…  a los niños de los juguetes teledirigidos, electrónicos, a la consola, al móvil de última generación,  a la tablet, al internet, al whatsapp, al facebook. Me pregunto ¿Hoy, actualmente, los niños, “juegan”?

Los de mi generación, recordamos con nostalgia, el tiempo del gofio con aceite y azúcar (o manteca) en un cucurucho, hecho de papel vaso, que se utilizaba en las tiendas para envolver la compra. De los “puños” de higos pasados o de “porretos”; de las tazas de sueros, con trozos de cuajada…

De lo que hoy es moda: el reciclar, en mi época era lo más normal. Para ir a  la compra se llevaba el cesto de pírgano; la botella para el petróleo, la del aceite…la talega para el pan. No existían las bolsas de plástico. En las casas, se reciclaba todo: las cáscaras de las papas o de frutas, cuando había,  para las cabras;  los sobrantes de comida, que era muy raro que sobrara, para las gallinas o el cochino, y lo que no, para el estercolero. No nos olvidemos: No existía el servicio de recogida de basura domiciliaria.

A los de mi generación, nos tocó “asimilar”, “reciclar” y “actualizar” muchos cambios en las costumbres del pueblo. Muchas son las vivencias, que marcaron nuestro modo de vivir, nuestras “costumbres.

En los noviazgos: De enamorar, ellas, asomadas en las ventanas; de ir acompañadas al baile; vigiladas;  de verse los novios, un día a la semana; de invitar a bailar a una joven, y que fuera la madre quien diera el visto bueno, (pues estaban sentadas juntas alrededor de la pista)… , de eso,  a la camaradería, a salir solas, a estar juntos todos los días, a convivir….

De los peinados tipo pajeros, usando cerveza como laca… a las modernas peluquerías con cambios de lux, desenfadados.

Mi generación, experimentó y conoció a La mujer: De pañuelo a la cabeza, de velo, de delantal, casi siempre vestida de negro, por el luto, (nunca con pantalones, era cosa de hombres) con ropa de traer, de diario, hecha a veces de sacos de azúcar de la raya azul,. Mujeres que estrenaban, sólo por las grandes fiestas, vestimenta de costureras o modistas, de trajes por los tobillos,  recatada… la que en la playa se bañaba con el “ropón” de tela gruesa o bañadores con elásticos,  (trajes de baños donde no le entraba ni el agua), , , la mujer, que se montaba a medio lado en el burro, en la bici o moto…de esa mujer, a la que iba a la moda de ir “escarranchada”, a la moda de llevar pantalón, minifalda, del biquini, de ropa con colorido … de una mujer sumisa, sin derechos, (no podían salir solas, ni comprar, ni votar…), a la mujer  con decisión propia, autónoma, libre… a la mujer en igualdad.

Mi generación, también, vivió la vestimenta del hombre: La ropa de traer o de diario, era una ropa sobria. De dril, muselina o paño, para las faenas,  y la ropa de los festivos: el terno, que servía para  bodas, misas, entierros, médico… Ropa de colores serios, gris, canelo, negro… (no olvidemos los lutos, cuando se llevaba la “manguera” (brazalete) en la chaqueta )

Los niños.: Pantalón corto,  de tiros y peto hasta que se era “margallete”… luego ya de pantalón bajo, como los hombres.

Hoy, podemos decir, que tenemos una vestimenta de ocasión y que apenas hay diferencia entre lo de diario o lo de festivo.

Recordemos los cambios en los medios de transporte:: De burros y camellos, con alforjas, serones, sillas, “vasos”; de la “pahiuelas”; de las  carretillas (toda de madera, con rueda de hierro, con rueda de goma); de los carros para burros o caballo, de las bicicletas de piñón fijo y con motor… a los modernos vehículos, automáticos, con aire acondicionado, manos libres…Hoy, hay más vehículos, en una sola casa, que antes, en todo el municipio.

Nosotros, los de mi generación, conocimos la perra gorda, (10 céntimos); la perra chica (5 céntimos); del real (25 céntimos) y la media peseta, (50 céntimos) con el agujero en el centro. Sabíamos lo valía un tostón o que en la trilla se habían recogido tantas  fanegas, almudes, cuartillos… 

Y pasamos de  las casas de puertas abiertas, seguras, sin cerraduras… a las bien cerradas, vigiladas, con rejas, con alarmas.

¿Recuerdan cómo eran y se vivían las despedida?... Solían ser despedidas duras. Se despedía a alguien como a quién no volverías a ver más… De beso: a la madre y alguna mujer, si eras niño, pero a los hombres, incluso al padre, de mano, fríamente…  No nos olvidemos que el ir a Arrecife, en ese tiempo,  era una odisea… ¡Imagínense, el salir de la Isla!. Para algunos, muchos, su primera salida era cuando se iban a la mili o para ir a estudiar, trabajar… en estos casos las despedidas se convertían en duelo, hasta que recibieran la primera carta… que solía tardar más de una semana. ¡Qué diferencia, a los viajes y despedidas de hoy! Nos desplazamos a diario. Salimos de la Isla, frecuentemente, (ya no por la mili) Hoy viajamos, por placer, por vacaciones… y con despedidas cariñosas a todo el mundo.  Del distanciamiento, del desamor aparente, de las despedidas secas y distantes,… a los abrazos y a los besos, efusivos.

Y qué decir de las cartas?: El ir a Correos, porque esperabas alguna carta, era un acontecimiento lleno de  inquietud y de desasosiego...que se convertía en gozo si, cuando llegabas,  el cartero asentía con la cabeza. Cartas que después de poner el lugar y la fecha, casi siempre comenzaban: Querido/os tal o cual( padres): “Espero que al recibo de ésta, se encuentre bien. Yo por aquí, bien,  gracias a Dios… Cartas que llegaban, normalmente,  con retraso y que en la contestación se repetían lo que te habían contado.  De esas cartas, de la incertidumbre, de la espera, de la tardanza…  a la inmediatez, al internet,  al Whatsapp.

De los velatorios, que se hacían en las casas… que se avisaba, tocando puerta por puerta, incluso a cualquier hora de la noche,  como que alguien había muerto, para su acompañamiento; del desmantelar la casa para acondicionar la sala mortuoria; pedir sillas, negras, a los vecinos; la algarabía de llantos y sollozos; del reparto del coñac,  para los hombres y del anís, para las mujeres…  a las esquela, a los tanatorios.

De los entierros (de 1ª, de 2ª y de 3ª) que el cadáver se llevaba a hombros. Acompañaba el cura, y según su categoría, podría llegar hasta el cementerio. No existían, los nichos. Se hacía el hoyo, la fosa, pues se enterraban.  De los sustos, cuando al caminar por el campo-santo, se hundían los pies en la tierra, en las tumbas… Aquí cabe el capítulo de los duelos y los “cumplimientos” de los lutos. (Todo de negro, medio luto, la manguera y corbata y el botón, 2 años, 1 año, 6 meses… sin “salir”) Tengo presente a jóvenes, que por tener que  “cumplir los lutos”, (no se podía “salir”) se quedaron sin disfrutar de su juventud, porque les coincidió la muerte de sus abuelos, paternos y maternos.

Del respeto o temor por el  muerto…   a la cierta indiferencia, ante la muerte; a las pompas fúnebres con coche;  a la incineración…

Hoy echo en falta, añoro, una muerte festiva de antaño. Ya no se estila. Se ha perdido: la muerte de cochino. Tenía su ritual: Preparación de materiales y utensilios. Gavillas de aulaga para la quema; piedras horneras para raspar; sacos de sal, los menesteres de la cocina, los condimentos para el “rehogao”, las morcillas, los chorizos, el adobo. Había que madrugar. Sacar el cochino del corral; el amarre; clavar el cuchillo; quemar; raspar; echar el agua (los niños); el despiece; quitar la cabeza; abrirlo; la pajarilla; las asaduras; la baña para la manteca y los chicharros; troceo  en cuartos; separación de tocino y carne limpia… salarlo…

El mondongo y limpieza de las tripas, para morcilla y chorizo, solía ser trabajo de mujeres y colaboraban  los niños para echar el agua.

La preparación de la carne para asar.  El adobo. El vino…Los olores… Y aquel lebrillo, con la pasta para las morcillas, cubierto con un paño blanco.

Este acontecimiento, congregaba a la familia y había que celebrarlo. Era una gran fiesta.

Los de mi generación, supimos, del trato a los mayores, que era distante, respetuoso, con temor, (a veces con miedo). Pasamos del pedir la bendición;  del Vd.…  al tuteo;  a la igualdad, (a veces rayando la falta de respeto). Del autoritarismo férreo… a la tolerancia incontrolada.

Somos, de la época de “El Canuto”… (local donde se encuentra hoy la Tegala, anteriormente la Sociedad de Cultura y Recreo Amigos de Haría) cuando el “Guindilla, (Guardia Municipal) vara en mano,  a los “chinijos,” nos mandaban a acostar. En la calle sólo se podía estar, hasta ciertas horas de la noche.

 

Me está dando la impresión,  que  muchos de los que me están escuchando, creen, que lo que les estoy contando,  no son mis vivencias, de un ayer muy cercano. Que eso no lo viví yo. Que eso es de la época de los romanos,  o de la prehistoria.

Les digo, que hace apenas cincuenta años… (digamos, ayer) nosotros íbamos a las iglesias y los cultos se celebraban en latín. De las misas en latín, con el cura de espaldas al pueblo. Que cuando el cura iba a predicar, desde el púlpito, si lo había,  los hombres solían salir de la iglesia. Del ayuno de veinticuatro horas, para poder comulgar; de la abstinencia; del silencio; del misterio; del respeto a lo sagrado; del recato en el vestir, de las mujeres, para entrar en las iglesias, con velo o con mantilla;… a la lengua vernácula; con el cura, cara al pueblo; a una relajación o  laxitud  en las costumbres religiosas…. De la religiosidad “impuesta”, a una cierta indiferencia religiosa.

Cada una de estas vivencias y experiencias, personales, y otras muchísimas más, son parte de nuestra historia, que debemos complementar y enriquecer, pero nunca olvidar.…

 

Y no me puedo olvidar, porque forman parte de mi historia, las construcciones o edificios, del Haría de mi infancia y juventud,  que aunque hayan desaparecidos… en mi memoria,  siguen en pié, como nuevos.

He relacionado y descrito 37. Para no alargarme, sólo mencionaré: (4 y 37)

 

EDIFICIOS, CONSTRUCCIONES, DESAPARECIDOS (con recuerdos)

 

   Tahona de Sr. Martín Peraza. Último edificio en la Vista de la Vega, a la      derecha, en dirección a Los Lomos.

   La casa de Pepe el de Luis, (“en aquel entonces, nuestro hombre del tiempo”, y que vio a Dios en Las Quemadas), que ya mayor, si le preguntaba:¿ Qué tal, Pepe? Me contestaba: Ya ves, Juan, navegando por tierra.”

   Casa de Felipe “Catana” junto al pozo  de Tenala.

 

   El Almacén de Videla (mi tía) lleno de entrañables recuerdos. Era el sitio de reunión de las vecinas: Ciona, Corina, Regina, Manuela, Juanica, Adoración, Vicenta…Rosa, (mi madre.)  Allí hacían rosetas, cosían, hablaban. Y, yo, por las tardes, a la salida de la escuela, me “alongaba” en el muro y  gritaba: ¡ Má, que ya llegué.!

   La herrería de D. Lilo, en el Pozo de Tenala.

 

   Los Molinos de la Atalaya con su aljibe, al borde del camino y en la intersección del que va a Máguez y a las Cuevas de Ventura.

   La casa de las Niñas de D. Zenón, un edificio señorial de dos plantas, donde hoy está la farmacia. Recordemos, que sus dueñas, fueron Niñas,  hasta que murieron ya ancianas.

   Casa de Dª. Mercedes Socas en la Plaza. Justo donde está este escenario.

   Casa de los González, en la Plaza, de cuatro aguas, con patio interior. Asterio la utilizó como almacenaje y de escaparate, de Seven Up y máquinas de coser, Sigma.  Hoy,  parte de este escenario y de aparcamiento.

10ºVivienda de Manuel Torres,  padre del  Alcalde, de dos plantas, con grandes ventanas que daban a La Plaza. Hoy,  aparcamiento.

11ºLa Molina de Fernando, junto a la tienda de D. Emilio, frente al callejón de la  casa Parroquial, donde están los contenedores de las basuras.

12ºHerrería de Arístide, en  calle Molinos y donde está la tienda de Juan Pablo.

13ºHerrería de Maestro Eduardo Villalba, en la Tegala.

14ºCasa de Dª. Pepa Curbelo, con grandes araucarias,  en la Cruz, frente a María Luisa Reyes.

15ºCasa de la familia de D. Antonio López, frente a Clotilde. De las más viejas de Haría, con patio interior, 2 plantas y cubierta de cuatro aguas. Estaba en la intersección, hoy, de las calles: Pozo de la Cañada, Ángel Guerra y César Manrique. Calle, nueva, que se abrió para el acceso al Colegio Libre Adoptado. Antes se iba a La Cañada por el barranco y se subía por casa de Sr. Benito Barrios.

16ºCasa en el Barranco. Donde estuvo viviendo la familia de Gregorio Pérez y Ana, hoy está el Puente de la Cañada.

17ºCasas junto al barranco: la de Seña Remedios con corral  y la de Juana y María Lasso, hermanas solteras, con su perro “canelo” que realizaron tareas  de recaderas en las amonestaciones matrimoniales. Hoy es la vivienda de Jesús Betancor y María de los Ángeles.

18ºCasa del Sr. Cristóbal en el Barranco, trasera de la Farmacia, que se encuentra totalmente en ruinas.

19ºCasa de D. Manuel Berriel, en la calle Sobre Las Eras, se encontraba entre la casa de Olegario y la Julio Perdomo, el de la Charca.

20ºCasa de Manola, en La Tegala, por debajo de la de Sr. Domingo Villalba.

21ºCasa de María la Blanca, en la calle Longueras.

22ºCasa de Seña Herminia en Pozo Tenala. Una señora. Mayor, que vivía sola. Se molestaba mucho, si algún balón o pelota caía sobre sus techos, cuando jugábamos en el campo de futbol del Barrio Abajo. Hoy vivienda de Juan Betancor y Lalita Brito.

23ºEscuelas Vieja y Casa de Quero, hombre culto y escribano…Hoy,, el taller de Alfredo de León.

24ºCasa vieja de Prudencio, donde fabricó  Benito Pérez y Juana Fdez.

25ºCasa de José Lasso, de dos aguas, donde tenía el burro y un pequeño huerto con una higuera,  que estaba junto a la de Sr. Benito Barrios, que era el paso obligado por el barranco para ir a la zona de la Cañada y del campo de futbol.

26ºCasa Cuartel de la Guardia Civil, se encontraba en la calle García Guerra (hoy calle Sol) en el edificio que pertenece a la familia de Margarita Perdomo, que aunque el inmueble existe y está dividido, lo menciono porque formó parte de mi infancia, ya que pasaba, no sin temor, diariamente por delante. Eran tiempos en que la Guardia Civil imponía. Muchas veces tuve que firmar en el Libro de Servicios. Luego fueron trasladados al extrarradio del pueblo, al inmueble donde se encuentra la Policía Local, hoy. Y finalmente, “acordaron” eliminarla y expulsarla del Municipio.

27º“La Recova”, Plaza del Mercado, adosado a las Casas Consistoriales, con Carnicería, Pescadería, y el “puesto” de Erásima, posteriormente de Rafael y Pepa. Hoy oficinas municipales integradas al Ayuntamiento de Haría.

28ºSalinas de Punta-mujeres, lo que nos alegraba, cuando íbamos bajando la cuesta de Clotilde Verde, la blancura de su sal,  sus “nateros”, sus saleros y sus molinos… De  todo eso, sólo nos quedan, fotos y  recuerdos.

29ºSalinas de Órzola, olvidadas y desapareciendo.

30ºLas Caleras: La de Ventura en la Garita, Las de Trujillo; Las de Órzola; un patrimonio en peligro.

31ºUn “malpei”, Bien Comunal, virgen, sin carreteras, donde se sacaba la leña (se picaba la tabaiba para secarla) a un “malpaís”, Bien de Propios, que se le arrebató al pueblo y  donde  se realizó el mayor atentado ecológico del norte: Apertura de carreteras, rompiendo un ecosistema de saladar y de jable.

32ºEl Camino Viejo a Arrieta por la Vista del Valle, tras el Cementerio, roto e inutilizado, por la carretera y que debe recuperarse y acondicionarse.

33º La Vereda del Chafarí, por el Cortijo, desaparecida.

34ºEl Caño de la Vega, donde “bebía” la Vega de Los Corrales, hoy es camino.

35ºEl Caño de la Charca de Julio, por la pared de la finca de D. Segundo Barreto, hoy herederos de Felipe Méndez, que sale desde el Pozo Tenala., olvidado.

36ºEl  Aljibe del Pueblo, que como depósito de agua, no existe y su Caño, que partía desde frente a la casa de D. Chano Velázquez, que debe conservarse.

37º Por último, un edificio característico,  emblemático, lleno de historias y de sentimientos: La IGLESIA PARROQUIAL Nuestra Señora de la Encarnación: con tres naves, torre-campanario con reloj, coro, sacristía con dos escaleras de acceso, cementerio adosado, Cruz de los Caídos. Entre la puerta, lateral y la Cruz de Los Caídos, estaba el letrero que indicaba el Kilómetro Cero desde Haría a Arrecife…

Este edificio, se merece, no un capítulo especial, sino  un LIBRO íntegro. Él  guarda y encierra, una parte muy importante de NUESTRA HISTORIA, la  que estamos obligados a rescatar, a recuperar, a recopilar… y  a la que no debemos renunciar, ni olvidar.

De su desplome, de su ruina, el Ayuntamiento de Haría, en Sesión Extraordinaria del uno de marzo de mil novecientos cincuenta y seis (01.03.56), dejó constancia, sobre la destrucción del Templo Parroquial de Haría. Transcribo:

            “En Haría, a primero de marzo de mil novecientos cincuenta y seis, siendo la hora de las dieciocho, se reunieron en el Salón de Actos del Ayuntamiento, bajo la Presidencia del Sr. Alcalde D. Mariano López Socas, los Sres. Concejales que componen el Pleno de este Ayuntamiento y cuyos nombre al margen se expresan, con el fin de celebrar la sesión extraordinaria convocada al efecto, y abierto el acto se dio lectura al acta de la sesión anterior que fue aprobada por unanimidad.

A continuación el Alcalde expuso a la Corporación la intensa angustia en que se halla sumido el vecindario por la destrucción del Templo Parroquial, motivada por los recientes trastornos climatológicos, lo que priva a estos piadosos fieles del acostumbrado Santuario para sus prácticas religiosas, con la agravante de que la importancia de la catástrofe impide su restauración con los medios propios de los vecinos, ya perjudicados particularmente por los referidos fenómenos atmosféricos que han reducido sensiblemente la producción agrícola, fuente casi única de sus ingresos, por lo que se hace absolutamente necesaria acudir al auxilio de los Organismos estatales ó paraestatales, cuya gestiones ofrecen mayor eficacia realizándolas personalmente; y dada la favorable circunstancia de que el exponente debe hacer viaje a la Capital del Reino para asuntos relacionados con su cargo de Procurador en Cortes, le parece oportuno y conveniente aprovecharlo para la finalidad aludida; pero estima, al propio tiempo,, que debe ir acompañado de otra persona que por su interés, por su prestigio y por su significación aduzca la fuerza persuasiva necesaria para obtener los auxilios que se  proponen para reparar tan sensible pérdida y nadie más indicado para que el venerable Coadjutor de esta Parroquia, hijo benemérito de la misma, Don Enrique Dorta Alfonso, en quien tan hondo ha calado el dolor y el sentimiento por esta desgracia. Pero la situación de pobreza en que se halla, debido particularmente a que sus exiguos ingresos se diluyen, como todos sabemos, en la santa caridad cristiana, hace preciso  que se le arbitren los medios económicos para sufragar los gastos de su desplazamiento, y esta Alcaldía cree que será una magnífica inversión destinar al fin aludido la cantidad de cinco mil setecientas cuarenta y ocho pesetas, con quince céntimos que se hallan en depósito en éste Ayuntamiento procedentes de aportaciones del vecindario, ya que los beneficios que se obtengan con las gestiones que se proyectan realizar, revierten, indudablemente, al propio vecindario.

La Corporación municipal, presa de la misma tribulación que aflige al vecindario por este triste suceso, acuerda por unanimidad aceptar en todo la proposición de su Presidente, haciendo votos por el feliz resultado de las gestiones que van a realizar.”

Se expresan al margen: Presidencia: López Socas. Concejales: Betancor Rijo; Berenguer Rico; Berriel Socas; Perdomo Perdomo; Borges Dorta: Barreto Barreto; Fernández Fernández; Delgado Clavijo. Secretario: Reyes Acuña.”

Como dato complementario, sepan, que el Ayuntamiento de Haría, realizó gestiones para cambiar el emplazamiento de la Iglesia y alargar la Plaza hasta la calle Fajardo. La propuesta, que se llevó a Pleno y no prosperó, por poco,  era construirla en el espacio existente entre la Residencia Escolar y la Plaza.

El dos de octubre de mil novecientos sesenta y cuatro (02.10.64), el Sr. Alcalde, propone al Pleno la compra del solar y el cambio de ubicación de la Iglesia, para ampliación de la Plaza y construcción subterránea de aljibe. Propuesta que no prosperó. De los diez  (10) concejales, tres (3) no asistieron, sin excusas: Benito Perdomo, Segundo Rodríguez Pérez  y  Jesús Rodríguez Betancor; y Don Pancho Páez, Tobías Perdomo, Domingo Betancor Rijo y Francisco González Rodríguez, votaron construcción en el mismo sitio;  compra del solar y cambio de ubicación: Juan P. de León, Rafael Rosado y Pedro Perdomo Socas. ¿Hubo estrategias? ¿Qué hubiera pasado si de los tres concejales que no fueron hubiera asistido alguno?

 

07.07.63.-  Fue el Presupuesto Iglesia de Haría: 2.600.010 Ptas.

Luego si hizo una Remodelación de la Torre: (En el Proyecto inicial se olvidaron de las escaleras) Escaleras. Hueco para el reloj. Haría 17,20 con José Lavandera y Damián el relojero…/.

Las campanas estuvieron puestas, en el aljibe de la Cruz, hoy el Consultorio médico.  Una de las campanas rotas, Adolfo Acuña, la refundió y se volvieron a colocar en el nuevo campanario. El actual.

 

Estos edificios desaparecidos, que no pasen al olvido. Que de alguna manera, en nuestra historia, quede constancia de su existencia.

 

Y no puedo olvidar, aquellos árboles, que configuraron nuestro paisaje, y  forman parte de “mi” historia…  A primera vista, estoy seguro que, a muchos de Vds., les puede parecer una simpleza, una tontería, hasta una cursilería, el que yo recuerde, unos árboles, determinados, de los que en Haría, existen cantidad de ellos. Muchos de los que voy a mencionar, la mayoría, han desaparecido. Ya sólo existen o siguen vivos, en mi memoria, porque continúan cargados de infinitos sentimientos y de vivencias personales, y que son parte de mi historia. Les garantizo, que para mí, esos árboles, todavía, se conservan en pie, están vivos, y junto a ellos, a su sombra, siguen estando esas personas que añoro, que hacen revivir mis sentimientos y que sus recuerdos me emocionan.

El Haría, el de mis. Árboles frutales: de los relacionado sólo un ejemplo:      

Mis higueras y breveras: La de mi casa, junto a la “liña”, donde tendía mi madre, y que tenía mi remo, de soga,. En Los Lomos y la Atalaya: Las de Martín Peraza, de mi tía María, de Sr. Raimundo, seña Manuela, Quino Reyes.

Mis algarrobos: el de mi tía Videla y Pepa Hermógena, en la Atalaya, detrás de mi casa; el de Dominguito Reyes, en Ternecía y los de D. Mariano López, en el Término, (El Bardo). ¡Lo dulcitas que eran esas algarrobas!.

Mis morales: A los que si comías leche cruda, no podías ir. Cerquita de mi casa: El de mi tía Rosa; el de seña María, la de seño Raimundo; el de  Seña Felisa, la de Seño Marcial. El de Dª. Remedios, la de D. Lilo, en el Poso Tenala; el de seño Domingo y Antonia la del Puente, junto al barranco; el de Sr. Julián, el de la Charca, junto a su casa en la calle S. Juan o el que está cerca del Cementerio, de los Perdomo; el de Dª. Amalia; la de la Pensión; el de Eloina la de Feliberto; el de Catalina la de Rubén; el de Los Arráez, en la Atalaya; el del callejón de la Iglesia.

Mis  perales, en La Atalaya, los de mi familia, que daban alforjas de peras. Recuerdo que mi padre, las vaciaban en una esquina del “comedor” de casa, y por las tarde, cuando salíamos los “chinijos” de las Escuelas,  mi madre, para que le ayudáramos a “abril” los manojos de palmas, nos ponía unas “ambozadas”, en un “balayo”, para que comiéramos. Sabía que en Mal Paso, estaban los de Monfor;  los de Antonio Bonilla; los de Sr. Pedro García o  de Hermenegildo Barreto; En la Fuentecita, los de D. Juan Valenciano o Pospó.

Mi “guayabero”, el de mi tía Videla, que daba manjares exquisitos y que suministraba, al vecindario, sus hojas como remedio curativo y medicinal.

El  “naranjero” de seño Martín Peraza y seña Severina, único ejemplar en toda la Vista de la Vega. Tardó en echar naranjas, hasta que un gato, afilando sus uña, arañó el troco…

El “perito” (manzanas pequeñas) del patio de mi casa, y en Los Lomos,  los seña Manuela, junto al aljibe y la era, y el de seño Raimundo, cerca de era. Todavía me perdura el perfume de sus frutos. 

Las “pencas” de casa, de higos españoles y las de la Hoya del Corral, de blancos.

Pero, además, Haría, ha sido pueblo de  almendreros, de durazneros, de parras

 

También, Haría, es el pueblo de los árboles ornamentales, decorativos: de las palmeras, (En todo este Valle)  de los laureles de India, (En esta hermosa Plaza) de los eucaliptos, (Villa Dolores) de las araucádias, (D. Juan El Cura, casa Dª Felisa C/. San Juan, Parque Cuesta del Pozo, Villa Dolores… las desaparecidas en la Cruz, casa doña Pepa) de las “bugambilas”(Aljibe del Pueblo, Junto al Puente, desaparecidas, (donde está la Biblioteca)  Casa D. Juan Mora (Paco Pérez), inicio C/. San Juan…)… del “pino” de Flora, en la montaña de Faja; de la palmera caída, que sigue buscando el cielo,  que inmortalizó D. Enrique Dorta, en una postal, y que está de tras de la que fue su casa. 

Este pueblo, fue el vivero que suministró palmeras y laureles de India al resto de Lanzarote. 

Un error forestal histórico, fue intentar imitar el paisaje de Haría, nuestro paisaje, (el palmeral) en el resto de la isla. Plantar palmeras fuera de su hábitat, en lugares de secano, en eriales, en caliches, no fue, no ha sido, un acierto de forestación en la isla.  No nos olvidemos, que en el desierto, sólo existen palmeras, en los oasis, donde hay agua…. Y quiérase o no, es este pueblo, Haría, el único oasis, el único vergel, en un Lanzarote, desértico. Ya lo decía el poeta: “Oh vergel lanzaroteño, fecundo, lindo, risueño…”

Tomemos conciencia de que tenemos que conservar,  proteger y preservar nuestro palmeral. Es la palmera, el símbolo, del que debemos sentirnos orgullosos, por el que se nos identifica y por el que se  nos diferencia.

Por eso me duele, “y lo siento como si fuera carne de mi carne”, cuando se nos viene a “imponer”, a dar órdenes, de cómo tenemos que “tratar” a las palmeras. Que después de siglos de experiencias y de conocimientos, que tiene este pueblo, en la conservación, protección y preservación de nuestra palmera, “técnicos” de afuera, que en vez de venir a aprender, a tomar conocimiento, a preguntar, a informarse y a formarse, vienen a decirle (a quienes más saben, los de aquí) cómo “tratar” nuestro palmeral, imponiendo los modos y las maneras de otros lugares de características diferentes. Tengo claro, que si se nos respetaran, nuestras costumbres, nuestra tradición ancestral, en el cómo tratar a la palmera, se acabaría con el estrés hídrico, con el picudo rojo y con el pintado absurdo en los troncos, cuando se cortan. Con el modo y la manera de nuestros cortes, habrían pájaros con nidos en las palmeras… y si hay pájaros, acabarían con cualquier picudo, por muy rojo que este sea. Están acabando con los conocimientos, (las tradiciones) de nuestros mayores, que son y han sido, los mejores “técnicos” en palmeras.

Esto lo confirma el refranero: “Al lugar donde fueres, haz lo que vieres.”

Y este palmeral, este oasis, del que me siento parte y al que pertenezco, ha ido cambiando su fisonomía. Poco a poco, casi imperceptiblemente, ha ido variando su paisaje. Las palmeras de las laderas, se están perdiendo…¿ Acaso porque ha bajado el nivel freático de nuestro Valle?

¿Si nuestras aguas se están vertiendo, tirando, al mar, porqué no taponar esas galerías del Risco, que están en nuestro suelo y subsuelo? Alguna llega al centro de éste pueblo.  Caso contrario, aprovechemos esos túneles dándoseles utilidad. Ideas nos sobran. Por ejemplo: una comunicación desde el centro de Haría, a la playa de Famara…

 

 

Haría, no sólo es paisaje. También es “paisanaje”.

Desde siempre, a Haría,  se le ha caracterizado, como el pueblo de los “motes”. También pertenezco, a la generación de los NOMBRETES.

Reconozco, que el apodo, el sobrenombre, el “nombrete” es algo característico de nuestro pueblo.  Son Títulos nobiliarios que no pagan a Hacienda, y que suelen ser hereditarios.

Sin ánimo de ofender. En honor al recuerdo y a nuestra historia. Con mucho cariño y profundo respeto. Mejor dicho: con religioso respeto y con los recuerdos emotivos de la infancia… me atrevo a nominarlos alfabéticamente. Son unos sesenta:

1     BAGUNDIA

2     BELILLO

3      BICHO

4      BLANCA

5      BLAQUE

6      BRINCA

7      BOGUITA

8      BURRA

9      CABEZUDO

10   CABRILLA

11   CAMISA CAGADA

12   CANCANITO

13   CAÑALES

14   CARRETILLA

15   CATANA

16   CELAJE

17   CHISPA

18   CHISPITA

19   CIGARRO

20   CORDERO

21   CURITA

22   DIABLO, DIABLITO

23   FACHENTA

24   GORDA

25   GALLO

26   HERMÓGENA

27   HUEVÚ (GUEVÚ)

28   LOCO

29   LUNETA

30   MACHO

31   MACHORRO

32   MECHA

33   MÍSERE

34   MOCHA

35   MOLINERA

36   MOLINERO

37   NEGRO

38   NIÑO

39   PAJARA

40   PANDERETA

41   PAPITO

42   PELLA GOFIO

43   PICHÓN

44   PINCHITO

45   PINEA, PINEDA

46   PINILLA

47   PIQUINI

48   PUPUSA

49   RABILLO

50   RASTRILLO

51   RAYO

52   REGAÑAO

53   RISITA

54   RUBIO.

55   TATAN

56   TIRILLA

57   TITA

58   TRAPISONDA

59   TRAMPOLA

60   TRECE

61   VERANO

62   VERDE

63   VIROJO

64   ZAPATILLA

 

A éstos, habría que añadirles los que estaban relacionados con:

el lugar: El de La Granja; el de la Charca; el del Castillejo; el del Valle; el del Puente.

la profesión: El carnicero, el practicante, el sepulturero,  la partera, el cura, el pastor, el cestero, el zapatero, el de la tienda… y las deficiencias o anomalías: el Nano, el Mudo, el Gago, el Manco, el Tuerto, el Pelao, el Jorobao, el Cojo… (La anécdota de Sr. Martín Peraza que le faltaba un pie y lo tenía  de madera con sus artilugios de agarre. Hoy, pie ortopédico)  Conservo aún la impresión de asombro, que se me quedó, para toda la vida,  cuando, yo “chinijo” le vi, por primera vez, quitarse la pata de palo y colocarla en un lado, para bañarse en la playa de Las Rosas  (Puntamuejres).

Sé que existen muchos más “Títulos Nobiliarios” (Apodos) que yo no he recogido No ha sido mi intención, el hacer un estudio, exhaustivo, de los apodos en mi pueblo.  Sólo, he recordado, los que de alguna manera, forman parte de mí historia que, también, configuran la historia de Haría.  

 

Ya NILOSO (Nicolás Jesús López Socas) dejó constancia, de ello,  en su poesía RECUERDOS:

        

       “Hoy cuando hago una visita

Encuentro corto el camino,

         Pensando   siempre en “Risita”

y  en D. Salvador “Comino”.

 

Señor Juan, haciendo cestas

De  palma y cañaverales

También  recuerdo a Modesto

Y  al amigo Juan “Cañales.”

 

 

Vengo, procedo de un Haría, culto, de saber estar. Del Haría, donde lo primero era: Darles un estudio a sus hijos. Del Haría, con más universitarios, de Canarias. Del municipio, menor de 5000 habitantes, que tenía Academia, luego Colegio Libre Adoptado, ahora, Instituto. De un Haría, que sus hijos, coparon puestos importante en casi todos los estamentos sociales: Médicos, farmacéuticos, militares, ingenieros, profesores, Sacerdotes, aeroportuarios, políticos, funcionarios, banqueros…

Puedo presumir y presumo de ser de Haría, de sentirme de Haría, de amar a Haría.

Como diría el poeta: Me duele HARÍA, en mí, como si fuera carne de mi carne”. Me punza el corazón cuando se maltrata, cuando se ningunea, cuando no se respeta los sentires de mi pueblo: el ser  HARÍA.: Sus raíces, sus costumbres, sus tradiciones, sus sentimientos, su HISTORIA.

A nosotros nos duele, lo que es próximo, lo cercano, lo NUESTRO. Si no siento Haría como mío, como algo propio, cualquier cosa que se haga en él, bueno o malo, no me afecta. Me quedo apático o indiferente.

Bien dice el refrán: De la abundancia del corazón habla la boca o  NADIE AMA LO QUE NO CONOCE. Y es verdad: Sólo se ama lo que se conoce. Esa sería mi tarea esta noche: Dar a conocer retazos de nuestro pueblo para que conociéndolo, le amemos.  Y se deja de amar, por apatía, por rutina, por indiferencia, por olvido… y lo que es peor: por ALZHEIMER.

El no recordar su pasado, que es su vida misma, su HISTORIA, tiene que ser muy doloroso. Y un pueblo sin “SU” historia, sin SUS recuerdos, es un pueblo sin  futuro, sin identidad, amorfo, enfermo, con alzheimer.

Si no hubiera sido esta circunstancia, de ser Pregonero, no me hubiera dado cuenta,  que existen muchísimas historias vivenciales, que estaban empolvadas en mi memoria. He rebobinado la película de mi vida y existen muchos capítulos pendientes que esta noche no podré proyectar, porque el tiempo apremia. Dejaré constancia de algunos, de los que me comprometo a desempolvar, porque también son mis “circunstancias”, y que configuraron mí  “historia”: Mi familia, de Haría y de Máguez

Andresito Valdés…niño de mi edad. Estábamos juntos, jugando en el patio de mi casa, y se cayó al aljibe. 

Los entierros de niños, en cajones blancos. (Hija de Manolo Socas, Pepita Perdomo)

Seña Manuela Betancor. Vecina frente a casa. Mi primera persona mayor que vi muerta.

Del Máguez de mi familia, mi padre, abuelos, tíos y primos.

Mis Reyes Magos y sus “regalos”.

Mi tía María, tía de mi madre, mujer mayor y que vivía en mi casa.

Mi tía Videla y el día de los Inocentes. Sus inocentadas y ocurrencias.

Paseo, en la Plaza, de un camellero, con el camello cargado de cementera.

Caída de personas en pozos (La Cañada, junto a Feliciano…)

Muerte del hijo de Rubén y Catalina, detrás de las escuelas.

Fuego en los pajeros de Quino Reyes. Única vez que oí sonar las campanas a arrebato.

El Alcohol Etílico.---   De la rotura de la Virgen de Las Nieves.

Historias de Cuba que me contó  Sr. Raimundo Dorta.

De los misioneros: Padre Raimundo y Manuel. De mis catequistas.

Del Seminario, en Las Palmas de G.C.( Doctor Chil y Tafira).

La desaparición y muerte de dos niños, en la Montaña, vísperas de Las Nieves

Del Club Ancla, donde estaba Los Baleos. Festival de las goteras

Pozo de la Vega de Los Corrales, donde mi padre fue el Guardián. 

Las  frituras y excursiones juveniles, a  Las Cuevas y a Los Jameos, Órzola, Puntamujeres

“Alito” y el Alcalde,: Que le dijo: “no crecí no por falta de comida, sino por el peso de..”         

Academia de Haría; D. Enrique Dorta; Colegio Libre Adoptado; Instituto,

De las toponimias de Haría y sus riquezas en endemismos, tabaibas,  palmerales

El Ayuntamiento de mi vida. La vida de mi Ayuntamiento. Encierro de los Concejales..

Apertura nuevos caminos vecinales.

Nuestro Cristo  de la Sed. Hecho en Gáldar.

Del Secretario D. Víctor… se estancia en Haría, y de mi amistad duradera con su familia.

Don Antonio Molino, médico, con quién  hay pendiente una deuda. – S. Pedro y St. Bár

Zonas turísticas. Que no prosperaron: Clif of Guinate; Los noruegos Arrieta; Caletón Blanco; Charco del Palo… La Garita

De las serenatas, en la paz cadenciosa de la noche, con amaneceres y alboradas luminosas, Sra. Encarnación

Haría y sus poesías. Prometo, que, como ya había dicho,

De la Cruz de Ganada, su vida y milagros.

 

He deseado abarcar, en un instante, a golpe de flas,  mis recuerdos, que son mi historia de Haría. Con ello, me he dado cuenta, de que es muy importante, recuperar, desempolvar, rescatar del olvido, todas nuestras pequeñas historias, porque cada una de ellas, y todas juntas, son las que configuran la historia de nuestro querido pueblo. La historia de Haría. 

 

LA CRUZ DE GANADA, es un capítulo, casi desconocido, de nuestra historia reciente, Fue allá por el año 1.967, el tres de octubre, cuando se inició, en este pueblo, una aventura juvenil. De éste acontecimiento, se escribió en aquel tiempo y quedó constancia. Conservo copias de los mismos.

Así, lo describí: “No se explica…“ Lo que voy a relatar es real, humano, generoso y heroico… pero inexplicable. Después de llevar a fin nuestra gran obra, y de verdad que fue grande, no nos lo explicamos. Todo parece ilusión, sueño, poesía o algo milagroso. Por eso a simple vista, no se explica, que la noche del tres de octubre (1.967) día de Teresita, unos muchachos, con el vigor juvenil en sus cuerpos y la sonrisa franca en la cara, cargaran con gozo y valentía, con una enorme y pesada Cruz…y que la noche del 11…/, después de haber pasado penalidades, fatigas y alegrías… la levantaran en “alto”, como un grito juvenil, como un símbolo de juventud, de unión, de alegría

Y en estos días, se citaron los fenómenos atmosféricos y la dureza de la tierra. La cuesta y el risco, el agua y el viento; el frio y el calor; la noche y el día … fueron nuestros inseparables compañeros…/…En nuestra gran obra no hubo cobardías… Éramos jóvenes y la juventud es valentía…/… a pesar de los contratiempos, que también los hubo, como en toda gran obra… Contratiempos que no nos amedrentaron  .Al principio, pudo haber sido motivo de desánimo: la elección del lugar; la lejanía; cómo y por donde llevarla; el peso de la Cruz y los poco obreros… Luego: Opiniones. Le gente hablaba… Vds. Están loco… por ahí ni en tres meses… si hubieran ido… o si la hubieran llevado en un camión hasta…hubo, incluso, quienes se reían… pero, ni con eso, nos desanimaron. ../ También pudo desanimarnos, al tener la cruz arriba: el trabajo por hacer y la poca gente para trabajar… Pero no. Ni el calor, que hubo un poco; ni el agua, pues nos mojamos; ni el frio ni la noche, ni el habérsenos caído la cruz, dándonos un susto con Carlos al golpearse, nos desanimaron. Y ya, al fin, cansados, hambrientos, agotados y llenos de frio, los poco que éramos, desistimos…. Pero sin desánimos, esperando a que llegaran otros, que nos ayudasen… porque todos teníamos que levantar la cruz de todos”.

 

Y Tilde, también, dejó escritas estas emociones:

“Cando empezamos a subir la montaña de Ganada, ya era de noche. El cielo estaba completamente lleno de estrellas y la luna iba alumbrando nuestro camino. Mientras íbamos caminando por sitio llano, cantábamos y reíamos. Loly tocaba la armónica. Pero luego no veíamos sino piedras grandes, que eran difíciles de subir y nuestro canto dejó de oírse. Yo me decía: ¡Señor, cómo subieron los muchachos la cruz por aquí! Comenzamos a sentir un poco de miedo y empecé a llamar por los que estaban allá arriba. ¡Cómo me impresioné al oírme la voz bajo aquella montaña sin respuesta alguna! Parece que estoy oyéndole  a Loli,  que teníamos que quedarnos allí, porque estábamos perdidas. Detrás de nosotras, venía Servando y el hermano…”

El relato continúa narrando, que siguió tras Servando, sola, dejando a las compañeras; que oyó una voz que la llamaba y era Goya, a la que , al llegar arriba, abrazó desesperadamente…”pero es que me parecía mentira que estaba allí. Me senté a descansar un poco y comencé a contemplarlos a todos y me partía el alma en verlos con la ropa mojada y temblando de frío. Recuerdo que Nicolás me dijo ¿No trajiste coñac? Y yo con una pena tremenda, le contesté. Unas galletitas, traje. Luego llegaron las otras chicas que subieron por que fueron a buscarlas. Nos sentamos juntas para ver colocar la cruz, que después de tenerla en pie, se cayó, ya que eran pocos los que la mantenían. ¡Qué susto, Dios mío! Cuando vi a Carlos, debajo de ella, pero gracias a Dios fue poco lo que se hizo. Nos acercamos a él para consolarle, y a esperar a que llegaran más chicos, aunque a los que estaban no les faltaban ganas de ponerla en pie, otra vez. Fue grande la sorpresa cuando empezaron a llegar chicos  y más chicos… uno decía: La cruz se coloca esta noche. Y se colocó. La bendición, para mí, fue muy emocionante. “

 

 

Y  la Sra. Enriqueta,  la tía de D. Enrique Dorta (El Cura) nos dejó esta poesía: (poesía que está incluida en el Programa, que yo entregué en Cultura)

 

                 La Cruz de Ganada  (1.967- 47 años 48  en octubre)

 

Todos los chicos de Haría,   se subieron a Ganada,

a llevar la santa Cruz,   aunque era muy pesada.

 

El día once de octubre,   subieron a colocarla.  

Estuvieron sin comer   toda la santa mañana.

 

Eran las tres de la tarde,   cuando Goya se enteraba,

y les llevó de comer,   lo que en su casa encontraba.

 

A la mitad del camino,   vino un chaparrón de agua,

unos granizos, tan fuertes,   que la espalda golpeaban.

 

Y cuando llega, así, arriba,   toda la ropa mojada,

se estuvo  paseando   para que se le secara,

porque estaba tiritando   y se quedó casi helada.

 

Ya casi oscurecido,   sus amigas llegaban.

Tilde le dice, muy triste,   estas sencillas palabras,

¡Ay Goya! si yo sé,   no subo esta montaña…

 

Luego bendice la Cruz,   D. Eusebio, que allí estaba.

Todos rezaban, el Credo,   que sonaba en la montaña.

Ya se bajan, para bajo,   después de larga jornada.

 

Al otro día siguiente,   se fueron muy de mañana,

a darle gracias a Dios   y a la Virgen Soberana.

Bendita la santa Cruz,   que ya quedó colocada.

 

No les puedo decir más,   porque mi lengua se traba.

Yo no soy ningún poeta,   que soy una pura “maga”.

 

Recordar el Haría que era el pueblo (municipio) de referencia y al que se recelaba o envidiaba. ¿Sanamente? Hubo una época, en que si al vecino de Haría le preguntabas de qué color era el cielo, te podía contestar, como dice la canción:… ”cómo lo voy a saber, si desde el amanecer, me encuentro cavando el suelo”?

Pero si se lo preguntaban a los de Arrecife, los que mandaban, los que creían que el Cabildo era de ellos, esos, sí lo sabían. Esos, siempre miraban para arriba. Y p’arriba estaba Haría. (Anécdota: Creo que era Juan Rivera, que cuando estaba en Arrecife, si le preguntaban:¿ Qué lleve p’arriba? Contestaba…Yo nunca he visto llover “p’arriba”. Por lo menos en Máguez, el agua siempre cae p’abajo)

Y claro, al pueblo de Haría, (el Valle de las 10.000 palmeras. Dueño: de todo el “malpei”, de Los Jameos, de las Cuevas. Donde se encuentra la mayor altura de Lanzarote.(Peñas del Chache) Con manantiales de agua; cientos de pozos; con mayor pluviometría. Con Instituto propio. Con alumbrado eléctrico. Con producción de frutos, cereales y legumbres. Con personal cualificado, ocupando puestos de relevancia en casi todos los estamentos sociales…) había que aislarlo.

En Arrecife, cierta clase socio-cultural-política, intentaba “aislar” a Haría. Y se intentó, construyendo una Carretera por el  Risco, desde Las Laderas (Teguise) a Gusa. Y se hizo la Carretera de Los Jameos a Órzola, rompiendo todo el “Malpei”, cometiendose un irreparable atentado ecológico, cuando existía la carretera de Arrieta a Órzola por Los Lajares. Y se ninguneaba y aislaba, cuando desde el Cabildo se ocupaban terrenos de los vecinos de Haría. (Bienes Comunales, no del Ayuntamiento) ¿No recuerdan la propaganda turística del Cabildo, cuando la  ubicación (dirección) de  los Jameos del Agua y la Cueva, ponían  C/ León y Castillo, Arrecife, y Haría no figuraba para nada?. El nombre de Haría, lo ninguneaban. Aún, hoy, lo siguen haciendo. ¿Vds. se han dado cuenta de la cantidad de señales y letrero que existen en las carreteras desde Arrecife hasta aquí? ¡Qué cantidad de indicadores de localidades! ¿Me podrían decir cuántas veces aparece el nombre de Haría?

 

Y, se nos sigue ninguneando. Y se nos ningunea, cuando se hace mención a nuestra “cordillera” como macizo o como acantilado de Famara. ¿Dónde está el macizo? En HARÍA. Desde el Rincón de la Paja, hasta el Farión de Fuera, pasando por Bajo del Risco, todo, es de HARÍA. ¿Dónde están las Galerías del agua, que se llevaban para Arrecife, y ahora caen al mar? En terrenos y propiedad del municipio, de Haría, ¿Entonces porqué  Galerías de Famara.? Reivindiquemos lo NUESTRO. Desde ahora: Macizo, montaña, o de Güatifay, de Ganada, de Gayo, del Rincón, de Los Castillos, de Guinate, de los Tablones, del Valle…  resumiendo: de HARÍA.

Cuidemos, nuestra, toponimia. No permitamos que se nos cambie, lo nuestro. Ya, los jóvenes, cogen olas en el “Cartel”, y no en el Bajo Piquiento; otros, en las Casitas del Mar y no en el Bajo del Espino. Si preguntáramos donde se encuentran Los Fariones, muchos, nos contestarían que en Puerto del Carmen,  en la Tiñosa,  en Tías… Recordemos: Los Fariones, que son el trozo de Lanzarote, más cercano a Europa, están, en Haría.

Igual sucede en nuestro lenguaje común. Se están eliminando las arvejas, los cochinos, las papas… y se imponen el cerdo, la patata, los guisantes…

Cuando se “siente” algo, cuando se “vive” algo y te maltratan o te ningunean, saltas. Se te hierve la sangre y no puedes callar. Eso fue lo que le sucedió a D. Jesús Rodríguez Betancor (conocido, cariñosamente porTranquillo),  cuando vio que los de siempre, los que miraban p’arriba, hacían y deshacían, lo que les venían en gana,  en terrenos Comunales.

Fue en el año 1.967. Desde esa época, César Manrique, había elegido a Haría, como zona para su residencia.

Narro unos hechos. Se rompe el “malpei”, atentando contra el paisaje, y se abre una carretera de acceso a los Bonancibles. Luego construyen un aljibe y dos habitaciones, que irían unidas por un pasadizo, con la Cueva que da al mar.

Ante estos acontecimientos,  en el Pleno del  31.12.67.- D. Jesús Rodríguez Betancor, pregunta sobre una edificación que se está construyendo  en terrenos Comunales, colindante con el del Parque Insular de Turismo, en zona de “Los Bonancibles”¿Tiene autorización? (Casa Cesar Manrique)

Cuatro meses más tarde, en el Pleno del 01.04.68., se le da Contestación a la pregunta de D. Jesús Rodríguez:…Transcribo del acta: “resulta que tal edificación es de D. Jesús Soto y D. César Manrique, el primero, encargado de las obras de los Jameos del Agua, y ambos, domiciliados en la Ciudad de Arrecife;  por conducto del Alcalde de ésta Ciudad, comuníqueseles la inmediata cesación en dicha construcción y que comuniquen por escrito a este Ayuntamiento, con qué clase de autorización han llevado a cabo tal obra, a los efectos que procedan y en su vista se proveerá.”

Tengo la seguridad, que sin esta pregunta, (inoportuna, para algunos) hoy hubiéramos tenido  el Taro de los Bonancibles y no el de Tahiche.

Este hecho, confirma la existencia de los que miraban “p’arriba.”

Ésta fue la época de las obras en Los Jameos. Con motivo de los actos culturales, en las fiestas, se celebró en la Sociedad, una mesa redonda, (La Revista Palabras) y entre otros invitado, vino Cesar Manrique. Coincidió con el inicio de la construcción del famoso hotel de lujo, en el exterior de Los Jameos del Agua. Recuerdo que se le hizo una pregunta sobre las obras, porque los bloque de cemento, afeaban al paisaje. Aquí habíamos muchos que queríamos un “malpei” sin carreteras y sin cemento.  Cogió, el señor, tal berrinche, que incluso se levantó de la mesa, y no hubo coloquio. Esas obras estuvieron muchísimos años, afeando a los Jameos. Luego se reconvirtió en la Casa de los Volcanes.

Obras, que en ese tiempo, también levantaron ampollas. Así se refleja en la PUBLICACIÓN Diario Las Palmas (05.11.63) Autor, Agustín de la Hoz. Extracto, de ese escrito, que después de describir las bellezas y singularidades de Los Jameos del Agua, dice:  /…Sin consultar a la Ciencia, sin respetar la original belleza de Los Jameos del Agua, se comenzaron unas obras que jamás debieron tener lugar en tan interesante recinto. /… cualquiera que sea  su condición,  comprendería enseguida que en el Jameos del Agua no caben paredes de cemento, ni revestimiento de piedritas, ni esperpentos de mampostería. …/Estupefactos nos quedamos al comprobar infraganti la multitud de langostinos muertos a causa de esa bárbara remodelación.” (Se había roto una “pilada” de mezcla.)

FIESTAS Y ALFOMBRAS

Haría un pueblo participativo y colaborador.

Desde aquellos versos del mes de mayo, con flores a María, en la antigua Iglesia (seguro que más de una persona lo recuerda, todavía); de los Portales de Belén, con pastorcitos y pastorcitas, recitando;  de las Cabalgatas de Reyes, con las escenificaciones de pastores, guardias pretorianos.  Herodes, saludando, desde los balcones del Billar, y que organizaban, anualmente, los jóvenes que por su edad, les correspondía; de las celebraciones de fiestas, participativas; de las confecciones de alfombras, del Corpus, que comenzaron haciéndose, en la calle 13 de Septiembre (hoy la Hoya, la de la Farmacia), y que luego se prolongó, a la de Fajardo, a la Plaza de León y Castillo, Calle Nueva. Con la Bendición, del Santísimo, desde el balcón central del Ayuntamiento, al pueblo que esperaba en el Parque del Aljibe del Pueblo.   Confecciones de alfombras que tuvieron trascendencia.

Por lo que se había diseñado, años de los inicios de la “democracia”, una pareja de la Guardia Civil, se me acerca y me interroga, el porqué de aquel símbolo. Era un puño y una rosa. Saquen Vds. las conclusiones, pertinentes, del porqué de la pregunta, en aquel tiempo. Conservo la fotografía.

Sucedió otro año, que del Excmo. Ayuntamiento de Oviedo, se recibió una carta en el Ayuntamiento de Haría, solicitando información y una fotografía de una alfombra que  se había hecho en la Plaza. Dicha alfombra era el Escudo de la ciudad de Oviedo. La habíamos confeccionado, con ayuda de los niños, Benito Perdomo y yo. El dibujo, recuerdo, lo sacamos de un saco de Cementos Tudela.

 

Había colaboración y participación en los teatros: Menciono algunos de la época antigua: Los Intereses Creados (Benavente); Los árboles mueren de pie (Alejandro Casona); el Divino Impaciente (José Mª. Pemán); Las Gallinas de la tía Marcela; La herencia de seño José; Y llovió en los Arbejales…

De la última etapa, nuestro teatro, llegó a la casi profesionalidad con el Grupo Guatifay. A ellos les hago un ruego, ahora que las viejas glorias están resurgiendo: ¡Vuelvan! Una pena que no lo retomen.

No me olvido de la participación en el deporte: Lucha Canaria; futbol; balón-cesto; bolas; kárate; boxeo;…

 

Y, cómo no, también, la implicación del pueblo en Las Fiestas.

Fiestas participativas, trabajadas y de gran animación. Los componentes de la Comisión de Fiestas, se encargaban de todo: “albear” y mejorar la ermita de S. Juan; confección del Programa; organización de los actos; consecución o adquisición de  trofeos, de  bebidas, de las banderitas; de buscar y cargar la leña, para las hogueras; comprar y tirar los voladores… La clausura y la entrega de los trofeos, también eran cometidos de la Comisión. En esa época, no existía el pregonero como tal, mejor dicho, si existía quién “pregonaba” los actos que se iban a realizar ese día. Recuerdo, como si fuera ahora, los actos en la Plaza: Las carreras de cinta, en burro o bicicleta; la subida al palo (con grasa) con un billete de quinientas pesetas en la punta; las gimkanas con coches; las carreras de sacos; no me puedo olvidar de   los campeonatos de barajas (truco, envite, ronda…); de los de dominó; de aquellas partidas de bolas, con los mejores equipos de la isla: de S. Bartolomé, Arrecife, Máguez, que se celebraban delante del Ayuntamiento. La calle, todavía, no estaba asfaltada. También fueron parte importante del programa, los torneos de futbol, de balón-cesto, de lucha canaria…

 

Debo recordar, que eran fiestas, participativas, populares. Eran las Fiestas del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. El Ayuntamiento daba una pequeñísima ayuda o colaboración. Consta en sus datos contables. Recuerdo, que un año, nos dejó dos mil quinientas pesetas (2.500,oo) Hoy, unos 15 €.  Hago un reconocimiento público, y tengo un recuerdo especial, para esa  Comisión de Fiestas. Para todos aquellos, que desinteresadamente, por amor a su pueblo, dedicaron tanto tiempo y esfuerzo, y que consiguieron darle realce a estas Fiestas de S. Juan. ¿Creen Vds. que con 2.500,oo pesetas, 15 €,  se podría hacer unas fiestas, con invitaciones, voladores, trofeos, programas…? Ahí está el mérito de esa Comisión: Conseguir un buen presupuesto con imaginación, con gestión y con trabajo. Para ello, encarganban la confección de camisas, pullover y llaveros de San Juan, para su posterior venta; se hacía la rifa del “cordero de S. Juan ( aquel cordero, blanco, recién lavado y con un  lazo rojo) . También, se solicitaba colaboraciones y ayudas a empresas y a particulares… Ésta era una tarea dura y difícil.

¿Quién no recuerda aquellas hermosas  HOGUERAS, que se hacían en la Hoya, frente al Billar,(hoy el Ney-ya) con el primer “Facundo” colgado? Tengo dudas de quién fue el primer o primera persona que lo confeccionó. Creo que fue, Angelita, en la casa de Jacinto. Sí recuerdo, que en casa de Margarita Medina, se hizo muchas veces… No me puedo olvidar de los “piques” entre los jóvenes, saltando  en la hoguera… y luego, al finalizar, el asadero de piñas. Las asaban, los de la comisión de fiestas. Al principio como no éramos tantos, habían piñas para todos. Luego, al aumentar el número de asistentes, se comenzó a asar sardinas, que llevaban menos trabajo y cundían más. Y con aquellas manos, de asar las sardinas, se iba al baile. ¿Alguien recuerda, cómo quedaban aquellos trajes, de “estrenijos”, cuando, esa mano,  se fundaba en la espalda de una chica para bailar?

 

No debemos olvidarnos, que esos asaderos, fueron el inicio de los nuevos “tenderetes”. Puedo pecar de pedante, pero los asaderos en las fiestas populares, se originaron aquí, en Haría,  en estas Fiestas.  Lo que era característico de S. Juan, se extendió al resto de los pueblos, y de la Isla.   

 

Por falta de tiempo, hago un boceto de algunas anécdotas:

Nos servía como almacenaje de víveres, la Central Telefónica, que amable y gustosamente, nos prestaba la telefonista, Lala Stinga. Recuerdo y gratitud para ella.

El Sr. Alcalde, por tirar voladores, al medio día, sin su autorización, nos denunció en la Guardia Civil. La denuncia no llegó a más, porque en la Comisión había un hijo del Comandante del Puesto..

Un Concejal, me amenazó, (intentó meterme mano) porque fue la Comisión de Fiestas, quien efectuó la entrega de trofeos y no él, que no se había ni rozado por los actos.

 

Con la llegada de la nueva “democracia”, con el cambio de Corporación, (la toma de posesión de Concejales  coincidía con las fiestas de S. Juan), se acordó, preparar un pequeño detalle,  a los miembros de la Comisión, como despedida u homenaje, por los años que llevaban trabajando en las Fiestas. Un recuerdo, a cada uno, con su nombre gravado, para que fueran entregados por la nueva Corporación, como gratitud por los servicios prestados. Pero es una pena, que dichos detalles, hasta el día de hoy,  no hayan llegado a sus destinatarios…

Hago un público reconocimiento, a quienes participaron en esas Comisiones de Fiestas, a esos “arraclanes”, que muchas veces desde, el anonimato, se implicaron y dejaron constancias, en la historia de nuestro pueblo, de su impronta y su buen hacer. Creo que con ellos existe una deuda pendiente,  que se debió saldarse.

 

La participación, la camaradería, la acogida, la sana y pacífica diversión, ha sido, desde siempre, características, de estas fiestas de San Juan. Lo corrobora D. Eduardo  Hernández Pacheco, en su libro “Por los campos de lava”  (1907-1908)  Relato de una expedición científica a Lanzarote y a las Isla Canarias (Págs. 248-249)

“”El valle está muy poblado de elegantes y bonitas casas rodeadas de huertos, jardines y viñas con el aspecto de hotelitos y bonitas casa de recreo, conjunto que presta al valle belleza y ocasiona la justa fama de pintoresco de la que goza.”

“Haría es el más importante pueblo de la Isla después de Arrecife, sus últimas casas al Norte, apenas distan algunos centenares de metros de otro poblado, Máguez, estando sólo en el medio una larga colina, la Atalaya de Haría, con 361 metros de altura sobre el mar y quizás un centenar escaso de altura relativa.”

“El pueblo celebra hoy su fiesta principal y todo es animación y algazara en la pequeña urbe, a la cual acude, el día de hoy, gran gentío de todos los pueblos de la Isla.”

…” A la entrada del pueblo nos encontramos al hermano de Pereyra con un grupo de amigos, en tal exceso de alegría a causa de las obligadas libaciones de la fiesta, que no hay medio de entendernos con ellos. Nuestro amigo sólo se ocupa de abrazar y estrechar efusivamente la mano de Aranda, “¡todo el mundo está igual; todos, todos! ¿Hay que hacer honor a la fiesta!”- nos grita la alegre tropa- y cogidos del brazo oscilan de acera a acera.”

…”Desde la autoridades municipales hasta el último forastero llegado del último extremo de la Isla están en el mismo estado de ánimo que el alegre que encontramos en la entrada del pueblo.. La verdad, dice Aranda, que estamos haciendo un triste papel en medio de esa gente tan alegre y bulliciosa. Por mi parte, hasta que no he llegado a este pueblecito no he comprendido claramente lo que serían aquellos bacanales de la Roma pagana. Sin embargo hay una notable diferencia es que aquí el elemento femenino guarda la sobriedad, circunspección y honestidad característica en la mujer canaria, es una bacanal sólo para hombres. Más del 90% de los varones de Haría el día 25 de junio de 1907, certifico, tenían una mona colosal. No obstante la algazara y alegría desenfrenada de esta borrachera colectiva no hay una pendencia, ni una riña, …”

Que con ese espíritu festivo, continuemos nuestras Fiestas. Fiestas de añoranzas, de recuerdos, Que S. Juan, nos vuelva a congregar, junto a sus hogueras. Que  en ellas, quememos lo negativo, lo inservible. Que sus llamas nos purifiquen, nos animen, nos ilusionen, para que podamos volvernos a ver, el próximo año, (2015), aquí, celebrando estas fiestas, junto al trono de S. Juan.

Agradezco, la atención prestada y la paciencia que Vds. han tenido conmigo. A mi familia, que a demás de quererme, me aconsejaron que no me alargara… Le pido disculpas, si no lo he conseguido.  Yo me callo.

Dejaré que hablen de Haría, la inspiración de los poetas.

 

                       …/” Hoy que la juventud pierdo 

                              Mi espíritu se entristece.

                              Pues sólo queda el recuerdo  

                              De lo que soñé… ¡mil veces! (Niloso 10.08.90)

                             

                              Si acaso pueblo, mañana,

                              Sucumbo, en tierra lejana,

                              Acuérdate, no te olvides,

                              Que yo, vi, bajo tus vides,

                              Brotar auroras de grana.     (Isaac Viera)

 Sigamos recordando que:

 

                          “En Haría, un hortelano,

                            Cogió   sueños con la mano.

                            Haría sueño de altura   

                            Por  sus laderas y llanos….

                          … / Chafarí sueña con agua  

                           Que se le va de las manos…”(Sebastián Barroso)

 

                           ¿Qué haría contigo, Haría,

                            Si tu voz me lo pidiera?

                            Mil oasis de palmeras, 

                            Abanicos,  noche y día....

                            A tus sueños de volcán  

                            Primaveras les pondría  

                            Y en las noches de San Juan

                            De verde te peinaría      (Oswaldo Izquierdo)

 

                            A tu regazo he venido 

                            A ensanchar mi corazón,  

                            Ávido  de la emoción   

                            Que causa, todo lo hermoso,

                            Mi rebelde inspiración….

                           / No adulo, no es necesario   

                            Es, la verdad al desnudo, 

                            Puedo  decir, francamente: 

                            ¡Salve, Haría, sonriente, 

                            De  rodillas, te saludo!   (Santiago Pineda)

 

A quienes celebran su onomástica o cumpleaños; a los presentes; a los ausentes y a los ausentes, presentes,  ¡MUCHAS FELICIDADES! 

    ¡¡¡Felices Fiestas de  SAN JUAN,  2.014 !!!.

 

                            ¡Muchas gracias! ¡Buenas noches!

                          

                            Juan Fcº. Betancor Barreto 2.014.