A todo el pueblo de la muy noble e afamada ciudad de Haría, la de las muchas palmeras, e de los suyos feudos, villas e aldeas, sea público y notorio que:

En llegando el Reinado de la severa Doña Cuaresma, reunidos en capítulo el Burgomaestre de aquesta plaza e los suyos munícipes ordenan e mandan se libere a Don Carnal de las suyas ataduras, denantes medren el ayuno y la abstinencia e se celebre un tal Carnaval que aquellos que nos visitaren nos tomaren por locos.

 Sepan así mesmo quantos esta proclama oyeren que en aquesta muy noble e afamada ciudad de Haría, la de las muchas palmeras, tendrán logar, entre los vigesimosegundo y vigesimoquinto días del segundo mes del año de nuestro señor de dos mil dieciocho, grandes festejos e regocijos do acudirán  Ynfançones, caballeros, mercaderes, artesanos e villanos e murgas, comparsas, carroças e volatineros venidos de por toda la ínsula de Lanzarote e por ello el Concexo de aqueste Burgo ruega a todos los vezinos e moradores, acoxan a todos aquellos quienes vinieren  e fagan goze cuanto les pluga e discurra por calles e casas el jolgorio e la alegría, en el breve gobierno de Carnal.

Otrosí se decreta que, para mayor deleite de homes e mugeres,  damas e fixosdalgo, inaugúrese el Carnaval con grande baile mascarada do Maese Ayoze e la suya farándula danzarán bergamasca e canario al tañido del ministril de aquesta noble e afamada corte e oy pregonero de fortuna, e que con aquesto dese por comenzado el carnaval medieval de Haría.