PREGONES > Pregones de Yé
Buenas noches.
Ya el Sr. Alcalde me ha presentado, sé que le van a extrañar mi primer nombre, Margarita, éste es para los médicos; porque todos me conocen por Rosalía, y para las que no me conozcan ya saben mi nombre, mi nacimiento fue el día 6 de Diciembre en el año 1940, soy hija de José Morales y de Clotilde García, era la segunda de 4 hermanos, y por desgracia, hoy soy la primera de 4 por la pérdida de mi hermana Maruca, precisamente mañana hace 11 años que no está con nosotros. Mi procedencia es del municipio de Haría igual que mis padres, nací en Ye, aquí pasé mi infancia, mi juventud y mi mayoría de edad, que antes era a los 21 años, y a los 22 me casé, dejé el pueblo y me fui para Gran Canaria, ya diré el motivo, y pasé un intervalo de 26 años fuera de mi isla; pero ya hace 20 años que volví a mi tierra, así que si me lo permiten llamaré a este pregón recuerdos y añoranzas.
Y antes de empezar quiero darle mi agradecimiento a toda la comisión de estas fiestas por confiar en mí para hacer este pregón, la verdad me llevé una sorpresa cuando vi mi nombre reflejado en el papel que estaban preparando para hacer el programa de estas fiestas y la verdad, todo hay que decirlo, era provisional, por si yo no quería hacerlo, pero no dije que no, porque hace tiempo tengo escrito una biografía de mis vivencias y recuerdos en Ye, pues ahora lo que he hecho es entresacar un poco de lo que tenía escrito para este pregón, y si me lo permiten esto lo hago también como un homenaje a mis padres; porque fueron respetuosos y por la buena educación que nos dio a los 5 hermanos, fuimos una familia humilde pero ricos en cariño y felicidad, no me cansaré de hablar de ellos, pero lo dejo aquí.
Ahora voy a darle un repaso
a mis recuerdos pero tengo
que ser breve porque tengo
poco tiempo.
1º recuerdo: Mi infancia
Lo que yo recuerdo de mis primeros años, que tendría 3 ó 4 años, sé que le van a extrañar que yo recuerde de tan poca edad, pero como fue un caso doloroso, siempre lo he retenido en mi memoria; y fue la pérdida de un hermanito de 8 meses y si cuento esto es porque me acuerdo que vinieron al entierro un grupo de soldados que estaban sirviendo en la Batería del Río, que así se llamaba antes, vinieron con Antonio Trujillo que aquí lo conocieron y en ese entonces era novio de una prima , hija de mi tía Rosario.
2º recuerdo: La escuela
Cuando ya tenía 6 ó 7 años, ya empezaría a ir a la escuela y todas las de mi generación saben donde aprendimos a leer y a escribir, llamamos escuela durante la semana e iglesia los domingos, es un saloncito porque no es muy grande y todavía está y deberían de dejarlo como patrimonio del pueblo porque ese saloncito es una reliquia, tiene un valor impresionante porque servía de escuela y de iglesia, hay mucho que contar, pues daba clase Dª Carmen Toledo, una maestra buenísima para enseñar porque ella ponía mucho interés en que nosotros estudiáramos, era un poquito nerviosa, es que la escuela era mixta, chicos y chicas juntos y ya se sabe que siempre hay pique y eso la sacaba de sus casillas. De esta escuela también tengo un recuerdo muy bonito, salimos cuatro amigas con una gran amistad, éramos inseparables, jamás nos hemos enfadado y estando ausente siempre las recordaba y ahora he vuelto y no vea la alegría que nos da cuando nos encontramos, pues en honor a ellas voy a decir sus nombres: Nievitas, Lolina, Marisol y Rosalía, que soy yo
3º recuerdo: La misa
También me acuerdo, todos los domingos había misa, venía D. Juan el cura de Haría, y cuando no D. Enrique, la misa era en latín y que no entendía ni papa, tenía que llevar un velo puesto porque si no, no entrabas, así era en esa época y hasta Franco estaba en misa.
4º recuerdo: El pueblo
También recuerdo como se vivía antes en Ye, una época que había riqueza pero llovía a su tiempo, en el pueblo no había nadie quieto, se veía los grupos de hombre y mujeres ir a sus puestos de trabajo, unos con Dª Margarita Curbelo, otros con D. Mariano en los almacenes, otros en la Torrecilla, también con D. Juanito Curbelo, con D. Rafael Ramírez. Los labradores que vivían de sus cosechas, se veía a los salineros, también a un grupo de hombres que iban a trabajar al Puerto, los llevaba Nicolás en la escrusiba (guagua), los lunes y venían los sábados y los chiquillos cuando veían la escrusiba se ponían a gritar y sigo que había riquezas porque la casa de Dª Margarita Curbelo, o más bien caserío, porque era muy grande, era pensión, fonda y casa de recogida, tenía una cocinera buenísima, Seña Marina se llamaba y de esa casa no salía nadie sin comer.
5º recuerdo: Las familias de Ye
También todas las familias tenían sus cabras, gallinas, cochinos que el día de todos los santos se mataba y eso en Ye era como un concierto de los chillidos de los cochinos, todo eso era en los buenos tiempos.
Mi primer trabajo
Empecé a trabajar a los 14 años y mi primer trabajo fue coger higos picones y había que contarlos porque eras para la venta, los compraba los estraperlistas, eran cuatro comerciantes de Ye que se dedicaban a comprar todo lo que se cosechaba, como frutas, granos, queso y lo llevaban a Gran Canaria y en honor a ellos voy a decir sus nombres: Antonio Perdomo, Guillermo Dorta, Tomás Niz y Vicente Morales.
Mi primer sueldo semanal fue 13 duros y una peseta, ganaba 11 ptas. al día, con mi primer sueldo mi madre le compró unas sábanas a Margarita Torres, que era una pañera que traía telas de Gan Canaria, dicha sábana me costó un disgusto, porque yo quería un traje, pero así empecé a reunir el ajuar.
Haría
También me acuerdo que iba mucho a Haría, unas veces a entregar rosetas, que bastante que hice, y a los bailes, pero lo menos que me gustaba era cuando iba a tostar el millo paletudo para hacer el gofio.
Se pasaba mucho trabajo
También se pasaba trabajo cuando nos alumbrábamos con lámparas de aceite, las velas, quinqué de petróleo.
Se guisaba con leña que tenía que buscarlas por todo el risco del Barranco la Vega, cuando encontraba una higuerilla seca parecía que encontraba un tesoro, una vez también me enrisqué en el Barrichuelo y gracias a una aulaga que me atajó, sino hubiera llegado al fondo y mi hermana Maruca me tuvo que llevar cogida para mi casa porque estaba toda maullada.
La diversión
Me acuerdo que los domingos los hombres jugaban a la bola, tanto en la carretera como en el Tefío, la juventud jugaba a la almendra. También se hacían buenos bailes y nos alumbrábamos con un petromá que si se rompía la camisa nos quedábamos a oscura, me acuerdo que había una vecina , Seña Encarnación, que cuando había baile siempre tenía la puerta abierta para que si a nosotras nos faltaba algo o beber agua, ella era para todo, una mujer muy buena.
En Ye también se celebraban los Carnavales como en ningún pueblo. Ye se vestía de blanco y verde porque se albeaba las casas de blanco y las puertas y ventanas de verde.
Toda la juventud estrenábamos ropa, estaban tres días de parranda por las calles, todos los vecinos con su mesa puesta, con sus bebidas, la mistela era la principal, los dulces y biscochones se hacían en el horno de D. Luciano. Los novios se ponían los trajes de las novias, el que más me acuerdo era el de Pancho con el traje de Obdulia, la verdad eran unos carnavales muy divertidos.
He hablado anteriormente de las riquezas que había en el pueblo pero tengo que decir también lo negativo ya que los tiempos fueron cambiando, no volvía con fundamento y se fue perdiendo muchas tierras ya que no se plantaban, creo que como un año de invierno tan fuerte no ha vuelto a llover más, fue en el año 54 ó 55, ese invierno me dejó marcada para toda mi vida, porque perdí a una gran amiga, estuvo lloviendo ese año más de un mes, fue en Diciembre, casi todos los vecinos del barrio tuvieron que abandonar sus casas porque se mojaban toda pero de esa forma no volvió a llover más, así que como no llovía las tierras se fueron perdiendo, ya no había tanto trabajo y la gente empezó a emigrar, unos para Venezuela, otros al Sur de Gran Canaria, se fueron familias enteras, mi suegra también y ese fue el motivo de irme a trabajar cuando me casé, mi novio, hoy mi marido, José Abelito, que así lo conocen todos, estuvimos de novios 5 años, estuve en Gran Canaria 26 años, allí nacieron mis 7 hijos: 5 chicas y 2 chicos y hoy los tengo a todos en Lanzarote.
Cuando regresé, hace 20 años, no encontré a mi padre, ni a mis abuelos ni a muchas que he echado de menos. El pueblo está más modernizado, con su luz eléctrica, su agua corriente, sus calles asfaltadas, muchas casa nuevas pero también se ha perdido algunas. Lo más pena que me da es ver las parras secas, creo que quedarán una cuarta parte.
También en los 20 años que llevo aquí, se me ha ido mucha familia, empezando por mi hermana Maruca, mis dos cuñados, Marcial y Fefo y mi cuñada Imperio más reciente, todo ha sido muy doloroso. Hecho de menos a cuatro personitas que las quería mucho: mi tía Rosario, mi primo Zenón que yo le daba la broma que era el alcalde de Ye, María Figueroa y Luisa un recuerdo para ellos.
Con esto termino, pido disculpas si he sido pesada y antes de terminar me gustaría que todos le diéramos un fuerte aplauso a las personas Andrés y Rubén.