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D. Deogracio Ramírez Figueroa nació en Haría el día 21 de abril de 1.922, siendo el sexto hijo del matrimonio formado por Don Juan Ramírez Perdomo y Dña Bárbara Figueroa Fernández.
En 1947 contrajo matrimonio con Doña Claudia Betancort Montero del que nacen sus dos hijos; D. Zenón y Dña. Mª Jesús Ramírez Betancort.
La mayor parte de la vida del señor Deogracias transcurre en el pueblo de Máguez, donde asiste a las clases que imparte el maestro Forna. Su formación académica no dura muchos años, pues como la mayor parte de los niños de la época tiene que abandonar el colegio para comenzar a trabajar. En esos años sobresalió por su aplicación y rendimiento en las clases, lo que le ayudaría a convertirse en un joven inquieto y muy observador.
A lo largo de su vida fue adquiriendo experiencia que le valió para ayudar a sus vecinos en momentos de máxima necesidad. Fueron años donde la precariedad y la pobreza eran la tónica general de una sociedad eminentemente agrícola. En esos momentos la escasez de medios hacía vital cualquier tipo de ayuda. Por ello el señor Deogracias no dudaba en administrar, mediante su jeringuilla de cristal, los medicamentos con que se contaba para remediar cualquier enfermedad. En este sentido el señor Deogracias presume de no haber tenido jamás complicaciones por infecciones, dado su exquisito cuidado en la esterilización del material con el que trabajaba.
La labor que desempeña el señor Deogracias en nuestro municipio es un claro ejemplo de dedicación y trabajo desinteresado hacia los demás. Nunca dudó en coger su burrito a cualquier hora del día o de la noche para administrar las inyecciones que prescribía el médico, o para asistir a algún animal cuando el parto se complicaba. Por ello siempre ha sido conocido como una persona a quien recurrir en caso de necesidad. Pero a veces la ayuda iba mucho más allá y no dudaba en acudir a cualquier casa de familia para amortajar a los difuntos.
Durante la década de 1950 emigra a Argentina buscando una salida a la penuria económica por la que atraviesa la isla de Lanzarote. Son años que pusieron a prueba el carácter y personalidad de un hombre joven que deja en su pueblo a su mujer y dos hijos muy pequeños. A los cinco años de su estancia en Argentina regresa al pueblo de Máguez donde reside en la actualidad.