1

(Todos los presentes se santiguarán cuando se mencione al­gún nombre sacro).

¡Yo te santiguo en nombre de Dios y con la mano de la Virgen María, que no es la mía!

Donde Jesús es nombrado todo mal o quebranto es quitado; donde Jesús se nombró todo el mal o quebranto se quitó.

¡Y así como estas palabras son ciertas y verdaderas, te lo quiten, «Fulano» o «Fulana», el pasmo, (o costado) que tu cuerpo tenga, y no haga mal ni a tí ni a Nuestro Señor Je­sucristo, amén!

2

(Los presentes se santiguarán cuando se pronuncia el nom­bre de «Jesús» o «Jesucristo»).

¡Jesús, Jesús, tres mil veces Jesús! Donde Jesús se ha nombrado todo el mal sea quitado. Yo lo corto con mis ma­nos pecadoras. ¡Virgen María, tú con tus manos y yo con las mías!

Así como la Virgen entró y salió de Belén, salga de tí el mal y te entre el bien. Mi padre San Juan le preguntó a mi Señor Jesucristo: «¿Cuál está más bien bautizado?» «¡Voz fue por vuestra mano!».

Así como estas palabras son ciertas y verdaderas, te quiten pasmo y otros achaques, y que sean cogidos y tira­dos al fondo del mar, donde no crezcan ni permanezcan, ni a cosa viva vuelvan más. (16)