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En el S. XX llevaba 2 semanas de andadura cuando nació, el 14 de Enero de 1.901, en Las Palmas. Pocos meses después, la familia se trasladaba al pueblo de Haría hasta el matrimonio de María que se asentaba en Arrecife junto a su marido, José Betancort Callero, oriundo de Lanzarote.

El matrimonio tuvo doce hijos, aunque cinco murieron prematuramente y una sexta falleció recientemente, lo que en principio  debió deparar mucho sufrimiento a esta pareja, que vio cómo 2 de sus hijas adolescentes perdían la vida a consecuencia de una enfermedad pulmonar.

A pesar de esta triste Hermana, la nieta de maría, Nieves Curbelo, aseguraba que "mi abuela fue una mujer muy feliz, con mucho carácter, como las de antes de la época, que vivía en las peñas del Chache con mi abuelo", Carrero de profesión y dedicado a la vida del campo. Una vida, no obstante, de trabajo, "ya que los niños varones murieron pequeños y se encontró con seis hijas", lo que posiblemente ocasionó que María ejerciera labores delegadas en la época a los hombres.

La descendencia ha sido muy prolífica, ya que dos de sus hijas tienen once hijos y en total cuenta con 34 nietos y 1 bisnieto, muchos de los cuales acudieron a la fiesta familiar que se celebró "por razones de espacio", como cuenta Nieves, en  una casa de campo de Tahiche, para darle una fiesta a la jovial Tatarabuela.

Según Nieves,  "aunque no estábamos todos los descendientes, al menos fuimos 50 adultos, sin contar a los niños pequeños".  María fue llevada a  casa de su Nieto donde la familia le preparaba una sorpresa. Al entrar en la casa y ver tanta gente, preguntó por el acontecimiento y le dijeron "abuela, es que es Domingo",  "con razón", contestó María, conforme con la respuesta, después tuvo la oportunidad de emocionarse y saludar  "poquito a poco" a todos los descendientes tras enterarse de que el motivo de la fiesta era celebrar su centenario.

Las anécdotas se sucedieron aquella tarde, "fue muy emocionante y entrañable, sobre todo porque la abuela tuvo enferma un tiempo y sinceramente nunca pensamos que pudiéramos celebrar sus cien años". Pero no sólo han podido hacerlo, sino que la abuela tiene actualmente una salud de hierro, "mi abuela y yo nos hicimos unos análisis la semana pasada, yo tengo colesterol, azúcar y la tensión alta: ella tiene todos los parámetros en la media tensión de 18-8",  dice Nieves, que asegura que María "tiene mucho humor, yo creo que es muy punzante y además le encanta la poesía y cantar, ahora es su principal entretenimiento".  La fuerza de esta mujer de Cien años está a la vista.