Mitología de la Princesa Ico: Guinate
Por Juan Brito
PUEBLOS: Guinate
Fuente: Mitología de la Princesa Ico
Guinate era risquero y tuvo su asentamiento en una de las partiduras del Risco de Famara. Se dedicaba a la caza de animales salvajes que vivían a todo lo largo del macizo montañoso. Las cabras eran allí muy abundantes, al igual que las aves, que anidaban allí en gran cantidad. Debido al mal acceso del lugar era una gran reserva tanto animal como vegetal, entre las que existen especies únicas en el mundo.
Guinate ha sido tradición de risqueros. Existen datos del s. XVIII según los cuales vivió allí un risquero dedicado a la caza de cabras salvajes. Desde esas fechas hasta nuestros días este lugar ha sido ocupado por personas que se han dedicado a entrar en el risco unas veces a cazar y otras a socorrer a personas que, desconociendo el peligro, se adentraban en el acantilado y no podían luego salir. En este lugar han aparecido restos de un pasado: cerámica, conchas, huesos y otros vestigios.
Los actuales habitantes de
Guinate o, mejor
dicho, los que viven en la casa
junto al acantilado —lugar donde
se descubrió el antiguo
asentamiento— son descendientes
de personas que habitaron en
este mismo lugar en el s. XVIII.
Igualmente risqueros, como sus
antepasados los aborígenes
risqueros de Guinate. Pero
aquellos hombres, aparte del
Risco, tuvieron otras formas de
supervivencia para asegurar su
sustento. Practicaban el
marisqueo, pues la presencia de
conchas en el asentamiento lo
demuestra.
Un dato interesante son las veredas y caminos que utilizaban para acceder a la orilla del mar, las cuales podernos hoy en día observar y usar: una vereda para bajar y la otra para salir de la bajada. Aquélla es casi recta, un poco acostada en el risco, la otra está trazada en forma de curvas haciendo eses, existiendo además otras sendas en varias direcciones. Una vegetación alta y abundante sería usada como alimento del ganado.
Como se sabe, el Risco de Famara es muy rico y abundante en vegetación autóctona, con especies únicas en el mundo.
El personaje Guinate sostiene en la mano una maza que usaba para clavar las cuñas en las grietas del risco, por donde se desplazaba auxiliándose de una cuerda enrollada alrededor del cuerpo, trenzada con hojas de palmera. Las cuñas las lleva dentro de una jena (zurrón de piel de cabrito) colgada al costado. La piel del tamarco es corta con respecto a los otros personajes, ya que le permite desplazarse más cómodamente en el escarpado risco. La montera es de cuero, pero muy corta.