Cultivos para la Historia -
PUEBLOS: Mala
												
												
												PERIÓDICO SEMANAL (ABRIL 
												2005)
												
												FUNDADO EN 1981
												
												ESPECIAL INDUSTRIA, 
												PUERTOS Y COMUNICACIONES. (REPORTAJE).
												
												LA ORCHILLA, LA BARRILLA 
												Y LA COCHINILLA FUERON LOS 
												PILARES DE LA ECONOMÍA INSULAR 
												DE LOS SIGLOS XIX Y XX.
												
												M.A.C. / Fotos Javier 
												Saéz.
												
												
												La orchilla, la barrilla y la 
												cochinilla fueron hace no 
												demasiados años los pilares 
												sustentadores de la economía 
												insular, ya que gracias a ellos 
												los lanzaroteños pudieron paliar 
												la escacez de una agricultura 
												dependiente de las lluvias y 
												evitar, en muchas ocasiones, el 
												obligado recurso de la 
												emigración a tieeras americanas 
												para no pasar hambre. Tal y como 
												explicaba el lanzaroteño Agustín 
												Pallarés Padilla, en su discurso 
												de ingreso en la Academia de 
												Ciencias e Ingenierías de 
												Lanzarote, la ORCHILLA  es un 
												liquen productor excepcional de 
												tinte debido a que contiene una 
												sustancia  peculiar, la orcerína, 
												utilizada desde tiempo 
												inmemorial para la obtención del 
												preciado color púrpura. 
												Precisamente su aprovechamiento 
												fue uno de los motivos que 
												llevaron a Jean Bethencourt a la 
												ocupación de la isla a inicios 
												del siglo XV. Sin embargo, la 
												historia cuenta que ya los 
												fenicios viajaban a Canarías, 
												sobre todo a sus dos islas más 
												orientales, en busca de tal 
												preciado tesoro, tras ellos lo 
												siguieron haciendo otros pueblos 
												navegantes de la antigüedad 
												clásica, primero los 
												cartaginenses y luego los 
												romanos, razón por la cual las 
												llamaron la Purpurarias.
El cultivo y la recolección de este preciado tesoro continúo explotándose en las isla.

