CULTURA:   --  Poesías-

 

 

Fuente: Acercamiento poético

 

                                         

La mar que baña mi rostro
y que de sal lo ha llenado
tiene la culpa que de ella
me pregunte si he llorado.

Ojos negros y ojos verdes,
el color lo mismo da:
Ojos azules o pardos,
todos son para llorar...

Yo desprecio la fortuna,
ya no quiero rico ser;
me basta un rayo de luna
y el beso de una mujer.

El vivir de una ilusión,
no se puede llamar vida:
Es tener, siempre, una herida
sangrando, en el corazón.

Ya te devolví tus cartas
y cuando tuve de ti;
pero tú no me has devuelto
el corazón que te di.

Aunque sé que eres de otro
y que de mí no te acuerdas,
yo guardaré tus recuerdos,
como si tú me quisieras

Tiraste una piedra al lodo
y el lodo te salpicó;
¡Pobre de ti que pensabas
que eran todos, como yo!

Queriendo un castigo darte,
otros amores busqué;
pero en vez de castigarte,
yo mismo me castigué.

Cuando adiós me iba a decir,
con un beso la atajé
y una lágrima bebí
amarga como la hiel.

La mujer, ama la flor
y cual la fruta se vuelve.
Cuando se pone madura,
si no se come se pierde.

Junio de 1963