Deportes / Lucha

 

  “Las Islas son el terrero,

donde luchan los canarios /

terrero de siete arenas,

arenas de siete playas /

Un equipo de la mar

y otro de la montaña /

bregadores de la costa,

puntales de tierras altas/

Gentes de las siete islas

no se pierdan la luchada”

 

Señor alcalde de Haría, querido compañero y amigo Marcy Acuña.

Señoras y señores integrantes de la Corporación Municipal del Ilustrísimo Ayuntamiento de Haría.

Entrañable amiga y compañera de Grupo y escaño, Midalia Machín

Consejera de Deportes del Cabildo Insular de Tenerife, Patricia Pérez.

Presidenta Rosa María Pérez y amigos del Club de Luchas Unión Norte.

Queridos amigos de la lucha canaria, de Haría y de Lanzarote.

 

      Inicié esta charla con la letra de la sintonía de la cabecera del programa “La Luchada”; musicada por el Grupo Folclórico “Los Majuelos” y sus creadores Juan López y José Lorenzo, y letrada por el periodista –mi gran amigo- Luis Ortega Abraham; una bellísima alegoría que –con extraordinaria profundidad poética- convierte a nuestras Islas en terreros trasatlánticos, y a nuestros paisanos, integrantes de los equipos de la montaña y el mar, en bravos bregadores transmarinos; una encantadora invitación –cuando surgió la idea del programa, en el ecuador de los 80- para conocer, explorar, evocar, reivindicar y disfrutar la fuerza, el arte y la nobleza de los luchadores de aquéllos, de éstos y de todos los tiempos.

      Se contiene aquí –en la letra de la cabecera de “La Luchada”- una enésima expresión de la inspiración que nuestro deporte, el deporte rey de los canarios, nuestra lucha, despertó entre los artistas e intelectuales de todos los tiempos, incluyendo a los cronistas de la conquista, Alvar García (1420), Sedeño (1474), Gómez Escudero (1480), Bartolomé Cairasco (1582), Leonardo Torriani (1598), y Antonio de Viana (1604); también a los poetas contemporáneos incluyendo a mi admirado amigo –comentarista en muchos de mis programas- Pedro Padilla, autor –en año olímpico- de estos versos…

     “Arenal terrero de bregadores / dispuestos en sus vinculadas manos / a medir nervios, salvar honores. / Recios músculos de hombres bravos / galantes en la cometida, rudos / obreros en el coraje / ¿Acaso, Madretierra, aquellos varones mudos, altivos luchadores que definen con brío su raza y su terruño…? / ¿Acaso no tendrán, Tierramadre, en cada gota del viril rocío, antiguas esencias tuyas…?”

 

     La lucha canaria ha sido motivo de inspiración de destacados creadores y productores de todos los géneros de la alta cultura canaria; de la literatura, "el arte de la expresión verbal" -como he destacado- y todos sus géneros, el épico, el narrativo, el lírico y el didáctico; de la escultura y los escultores, que han dejado sus fastuosas señales en los pórticos estratégicos de múltiples rincones y comunidades  isleñas, en Las Palmas de Gran Canaria, en La Laguna, en Tegueste, en Ingenio, en Tao, en la Villa de Teguise, aquí, en Haría (en memoria del gran Tony Martín "Pollo del Puerto)…; de la música, el "arte de las musas", ninfas igualmente instaladas en el Olimpo del terrero y el acontecimiento de la brega, como verifican las obras de "Los Majuelos", ya glosada, y, esencialmente, "Los Sabandeños", autores del himno reconocido en todos los terreros de nuestros peñascos.

   La lucha canaria ha sido motivo de entusiasmo y numen, en fin, de los grandes intelectuales canarios de las humanidades y de las bellas artes. Porque eso es exactamente nuestra lucha: una enorme historia de “humanidades” y las “artes deportivas más bellas”.

 

"Los dioses se han marchado, nos queda la televisión”, dijo el escritor catalán Manuel Vázquez Montalbán

      Construimos la idea del programa "La Luchada", en TVE en Canarias, en septiembre de 1985, desde la conciencia de la fuerza y la influencia del medio y también desde la certeza de la estética, la belleza y el atractivo simpares del producto; pero, especialmente, desde la asunción y el desarrollo de un firme e innegociable compromiso social, cultural y finalmente político con una manifestación inequívoca de la personalidad de un Pueblo -como el nuestro, desde siempre y para siempre- enérgico, emprendedor y decididamente luchador.

      Porque los canarios -alumbrados en las circunstancias de la lejanía y la insularidad- hemos nacido en la lucha, que ha sido nuestro hábitat natural. Porque los canarios hemos nacido, con ropa de brega -arremangada a modo de pañales-, en el terrero. Porque el terrero ha sido nuestra cuna y la lucha nuestra primera palabra, nuestro primer paso, nuestro primer alimento y nuestra obligación eterna en el desarrollo de nuestra biografía colectiva como Pueblo; en la sociedad, en la economía, en la cultura, en el deporte, en la política misma, para librar agarradas duras -eternizadas en el túnel de los tiempos- como el REF y otros tantos derechos históricos. Porque, tal que pensó el escritor británico George Orwell, "ver lo que tenemos delante de nuestras narices requiere una lucha constante".

  

"Isla de Fuerteventura / isla donde nací yo / tierra de gofio y jareas / con su buen mojo picón"

     Grabamos el programa-piloto de "La Luchada", durante la última semana de Septiembre de 1985, hace 32 años, en el "Terrero de Puerto de Cabras", en Puerto del Rosario, con una confrontación de los equipos insulares absolutos de Fuerteventura y Tenerife, liderados por dos grandes puntales de la época, Vicente Alonso y Melquiades Rodríguez.

     Durante las primeras ediciones del programa  difundimos la estampa, el arte, la épica, la nobleza y la brega de nuestros pequeños héroes, que inmediatamente cobraron inusitada popularidad en la sociedad canaria, y, en el tiempo de la construcción del Estado de las Autonomías, se auparon como grandes titanes e indiscutibles referentes culturales y deportivos de nuestro sistema, de nuestro devenir y también de nuestras aspiraciones.

 

     "No hay héroe en la soledad", sentenció Eliphas Lévi. "Los actos sublimes están determinados siempre por el entusiasmo de muchos", remató el escritor francés.

     Así sucedió cada viernes, puntualmente, en La Primera de TVE. Los héroes, los actores, los luchadores, ya estaban: sólo faltaba mostrarlos y reivindicarlos. La dimensión arrolladora del medio de masas por excelencia (la gran ventana, la televisión) hizo el resto. La fusión, absolutamente explosiva, provocó la sorpresa, la alegría y el entusiasmo de la Nacionalidad Canaria y nuestras gentes. En régimen de monopolio, en TVE, sin competencia y sin distracciones, "La Luchada", nuestra lucha canaria, llegó a cautivar una audiencia muy milenaria y en ocasiones millonaria o casi millonaria.

       Y en el "terrero de las siete Islas" disfrutamos con la destreza y el valor de nuestros grandes colosos; Antonio González "Loreto IV", de Gran Canaria, que ahora imparte su magisterio de luchas mientras ejerce su profesión de bombero; Williams Pérez "El Gato", de la Isla de La Palma, en el tiempo presente un afortunado hombre de negocios en Sudamérica; Gregorio Rodríguez "El Volquete", de Tenerife, un estilista de "dibujos animados", de maña única, señera y literalmente inimitable, ahora en la lucha del sector primario y la agricultura; José Viera, "El Faro de Jandía", de Fuerteventura, en lucha, tronchada y victoria constante sobre la amenaza de una enfermedad; Francis Pérez, al que bauticé "Pollito de La Frontera", uno de los grandes fenómeno del siglo XX, que se desempeña –en este tiempo- como el gran custodio del medio natural herreño; Amaro Domínguez y Tomás Padilla, de la Isla de La Gomera, con los que coincido ocasionalmente en nuestras onerosas guaguas aéreas; Juan Jesús Hernández, un auténtico estandarte de la humildad y la nobleza del luchador canario, también ahora, en otras luchas, en su quehacer diario en Tinajo; y, de la escuela hariana, inolvidable, Ernesto Saavedra, que transmite su conocimiento y su sabiduría a las nuevas promociones de luchadores.

 

"La patria es una fuente, / la patria es una roca,

la patria es una cumbre,/ la patria es una senda y una choza. /

Mi espíritu es isleño / como las patrias costas, /

donde la mar se estrella, en espumas rompiéndose y en notas. /

Mi patria es una isla, / mi patria es una roca, /

mi espíritu es isleño / como los riscos donde vi la aurora."

(Nicolás Estévanez)

 

      Y “nadie ama su patria porque es grande, sino porque es suya”. Y todos venimos del Pueblo y ahí tenemos nuestros territorios, nuestras gentes, nuestras patrias –que son nuestras- y nuestros recuerdos; muchos recuerdos de luchas, también, como los que yo conservo de Haría, este municipio, que ha sido uno de los grandes talleres –una de las grandes factorías- de la brega más pura.

     Queda constatado en la Historia que los harianos han sido grandes luchadores, como se valida en múltiples paisajes de su biografía; desde la  contienda de sus originarios contra la sequía en los siglos XVI y XVII; durante la resistencia a la invasión pirática comandada por el argelino Morato Arráez en 1585; y, entre otros muchos momentos –a cual más decisivo-, en la defensa impenitente de sus salinas, las de Punta Mujeres y las de Órzola, que les llevaron a disfrutar tanto trabajo y bienestar en la primera parte del pasado siglo XX.

      El cronista oficial de Haría, Don Gregorio Barreto Viñoly, refiere en su obra a los grandes estilistas y puntales de las etapas más pretéritas de la productora hariana, de Haría y de Máguez; Antonio Cabrera, el Pollo de Matos, Carlos Betancor “Pollo de Güímar”, y, compartiendo formación con Marcos Galván, “El Palmero” y Juan Barbuzano, el gran Evaristo Perdomo “Pollo de Haría”; más Ambrosio “El Colorado”, Celedonio Figueroa “El Artista”, y, muy especialmente, Heraclio Niz “El Pollo de Arrecife” (natural de Las Breñitas) y Andrés Luzardo Barreto “El Pollo de Máguez”, a quien tuve el gran honor de conocer, que paseó su fuerza y destreza en destinos como Adargoma, Krüger o Santa Cruz, al que hizo Campeón de Canarias en nueve ocasiones.

 

      “El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados”, según atinada visión del alemán Jean Paul.

      Desde Haría, bien avanzados los 80, hicimos la primera transmisión de la señal de la luchada –para superar las características de la orografía conejera- vía satélite. Y desde aquí, con inspiración y hospitalidad harianas, transportamos –a Canarias toda- el mensaje de los bregadores del Unión Norte; preludio del mejor tiempo deportivo de este club emblemático que –fundado en 1967, tal día como hoy, hace 50 años, el 14 de Enero- obtuvo en los 80 (con Ernesto Saavedra,  Lito Figueroa, Arcadio Cejudo, Celso Betancort y Ricardo Lemes, entre otros) sus más preciados galardones.

 

     “Vivir en el corazón de los que dejamos atrás… no es morir”, pensó Thomas Campbell.

      En nuestros corazones quedaron para siempre dos grandes protagonistas de dos etapas de la  historia del club, a los que hoy y siempre recuerdo con gran emoción, y a los que –en una fecha tan señalada- quiero rendir mi homenaje más sentido: Tony Martín “El Pollo del Puerto”,  destacado y puntal, que dejó grandes señales de su calidad y su humanidad en este escenario, y Vicente Hernández, presidente, un corazón irrepetible, que tanto y tan bueno hizo por nuestro deporte en esta plaza histórica y que en tantas ocasiones nos abrió las puertas del “Terrero Luis Montero” - para hacernos compartir las hazañas del Unión Norte- a Televisión Canaria y a los canarios todos. Son inmortales, en nuestros corazones, como todos aquellos que aportaron al engrandecimiento de la historia de este Club.

 

     En la memoria quedan –imborrables- las huellas de los grandes (de los que han sido grandes dentro y fuera del terrero) y un sinfín de vivencias, acontecimientos y curiosidades; de cuándo Heraclio Niz “El Pollo de Arrecife”, a la vuelta de una entrevista en el medio y en el programa, explicaba al director de TVE-Canarias que –en su experiencia cinematográfica, junto a Raquel Welch y otros mitos de Hollywood- había aprendido… a no mirar a la cámara; de cuando los hermanos Loreto se juramentaron ante su madre, en aquel distinguido hogar de luchadores, en el Cruce de Arinaga, para no agarrar entre ellos; de cuándo me obsequiaron con un perro bardino en Puerto del Rosario y una batata en San Bartolomé; de los relatos de Juan Pedro Pérez “Perico”, que trepaba los acantilados del municipio de La Frontera (en El Hierro) para alimentar a los lagartos de Salmor; de cuando aquella bella moza, en una discoteca y a la vuelta de una luchada, me juraba y perjuraba que “Loreto IV” no estaba invicto, como yo proclamaba durante un tiempo en el programa, porque ella le había dado las dos seguidas; de los guiños cómplices de Gregorio Rodríguez a sus hijos cada vez que construía un “volquete”, y, familiarizado con la realización audiovisual, sabía su gesto perfectamente dibujado y almacenado en la descripción de un plano medio; de la gran agarrada y de la gran victoria existencial de Berto de la Rosa, en la soledad de un hospital de Seattle (en Estados Unidos), contra la leucemia, durante el desarrollo del desafío más épico; de los inolvidables años 90 cuando promovimos un iniciativa popular, y llenamos de telegramas la sede del Comité Olímpico, para auspiciar una presencia digna de la lucha canaria en los Juegos de Barcelona.

    Hasta este día, en el que –atendiendo la amable invitación de mi querido amigo Marcy Acuña, alcalde de Haría, un auténtico Puntal de la cosa pública-, disfruto el infinito honor de participar, con estas palabras y recuerdos, en el cincuentenario del Club de Luchas Unión Norte.

    "Los cuarenta son la edad madura de la juventud”, sentenció Víctor Hugo, “Los cincuenta son la juventud de la edad madura".

     Feliz y Joven Madurez, queridos amigos del Unión Norte; queridos hermanos harianos y conejeros.

     No olvidemos la recomendación de nuestros Campeones de Sabanda.

 

"Lucha canario, desde el mar hasta la cumbre.

Canario lucha, dentro y fuera del terrero.

La Lucha Canaria es mano al calzón y a la espalda.

Genio, destreza y valor, y limpieza en la mirada."

 

Buenas tardes.

Muchas gracias.

 

 

 

 

 

 

                   

 

 

 

 


Evaristo Perdomo Hernández
"Pollo de Haría"