Geografía/ Flora

 

Fuente: Programa Fiesta San Juan 2001


No se sabe a ciencia cierta la forma en que se produjo la introducción de la palmera en nuestro entorno, si bien existe una referencia de que se introdujera en estas islas, al menos en Lanzarote, a través de los dátiles que llegaron a nuestras costas nadando a través de la superficie del mar y que luego los guanches plantaron, y que de ahí viene el comienzo de este árbol. Los dátiles procederían del continente africano.

Aunque tampoco exista certeza, existe la idea de que cuando vinieron los conquistadores a estas islas, ya habían palmeras en las Islas Canarias, o al  menos en algunas de ellas.

La palma tuvo un tremendo arraigo o importancia en todo el archipiélago canario, hasta el punto de que originó unos nombres muy relevantes y así veamos una isla: LA PALMA. Una ciudad: LAS PALMAS DE GRAN CANARIA y una provincia: LAS PALMAS, (ciudad), y eso se hace en base a la fuerte influencia que jugó la palmera o palma en nuestro entorno y no de otro modo.

Respecto de la isla de Lanzarote, digamos que las palmas estaban concentradas en su gran mayoría en el Municipio de Haría y que de ahí viene la denominación de EL PALMERAL DE HARÍA o de EL VALLE DE LAS DIEZ MIL PALMERAS, como ha sido identificado de alguna manera el pueblo de Haría.

La mayoría de palmeras del Municipio de Haría a su vez, han estado centradas en el entorno interior y exterior del pueblo de Haría y en el Valle de Los Castillos en el pueblo de Máguez, además de otras zonas cercanas, aunque puede decirse que han existido en toda la zona Norte del Municipio.

La palma llegó a ser un buen medio económico en el Municipio de Haría, y fueron muchas las personas que se animaron a plantar matas de este árbol en sus fincas, especialmente a finales del siglo XIX y principios del XX.

Cabe destacar entre las personas localizadas en el negocio de las palmeras, a don ANTONIO PERDOMO ROSA, de Haría, que vivía en la Calle de Faja, hasta el punto de que llegó a plantar unas mil matas de palma y presumía de que LAS MIL PALMAS LE DABAN MIL DUROS, a duro por palma.

También se sabe  que otro hombre destacado en plantación de palmas, D. ZENÓN PÉREZ CAMACHO, que era el padre de las conocidas por LAS NIÑAS DE DON ZENÓN.

De estos dos señores, hay buenas referencias de que tuvieron muchas palmas, porque todavía hay muchas en las fincas que se sabe fueron de ellos.

Pero resulta que algunas personas procuraban plantar las palmeras lo mas cercano posible a la línea del deslinde y eso perjudicaba a los colindantes porque chupaban el jugo de las fincas ajenas, por lo que se originaron algunos problemas.

La palma, en realidad es un árbol que "chupa mucho", esquilmando la humedad a varios metros de su tronco y lo que se plante cercano a ella no produce nada.

De la palma se aprovechaba todo, pues tenemos que de los pírganos se hacían cestas, cestos, cestones, medios cestos, cestitas, y además se llegaba a aprovechar para ripia de corrales y hasta para vara de burro o  camello. De las hojas de palma se hacían la empleita como elemento básico para hacer los ceretos, que servían de sacos para frutos secos, esteras, ahora alfombras, esteritas, empleitas para hacer los quesos, y además se  hacían las escobas, y hasta se utilizaban los sobrantes para dar de comer a los animales. Se aprovechaban además los Baleos para barrer las calles, las casa y los corrales de animales. También los dátiles, pero con poca carne.

Se aprovechaban además los palmitos, que se sacaban del interior del macollo de la palma, que no habían visto el sol y por eso son blancos y de ahí se hacían sombreros, esteritas, bolsos y algunos otros elementos de trabajo fino, todo ello mediante la confección de las empleitas. Se sacaban además del palmito las escobillas de albeo. También en Domingo de Ramos.

Naturalmente que las palmas eran un motivo industrial en el campo de la artesanía y así trabajaron los muchos cesteros que han existido en este Municipio, y también mujeres que se ocupaban en hacer las empleitas y unirlas, pues de ellas se derivaban muchos trabajos, aparte de escobas y escobillas.

Al contrario de lo que se ha hecho en las islas occidentales, en Lanzarote no hay referencias de que se haya extraído nunca el GUARAPO del corazón de las palmeras.

El Valle de las 10.000 Palmeras, puede que llegara a alcanzar tal número hace 80 años, teniendo unas 7.300 hace 20, pero a buen seguro que ahora son muchas menos y a mucho menos irá si no se toman las medidas adecuadas de mantenimiento

 

 

 

 


GREGORIO BARRETO VIÑOLY

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