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Antiguamente no había agua corriente, porque había muy poca y se aprovechaba al máximo posible para cubrir todas las necesidades del hogar y atendimiento de los muchos animales domésticos que habían en todas las casas.

Antiguamente cuando alguien se disponía con penas y trabajos a hacer una casa, lo primero que hacía era un aljibe, el cual tenía una boca con un brocal, que normalmente venía a caer en un patio descubierto, aparte de otras aljibes que se hacían detrás o a un lado de las casas.

Cada casa tenía un aljibe al menos, contando algunas con dos o tres, porque había muchas necesidades que cubrir.

Para llenar estos aljibes se disponía a aprovechar las aguas de lluvia, y en primer lugar se aprovechaban las de las azoteas mediante canales de madera que discurrían al patio, y también del patio, como también de las eras, lo que proporcionaba una agua limpia, pero si era poca la superficie para aprovechar, había que recurrir a otros modos, como eran el aprovechar las aguas que discurrían por las Calles, que antes eran de tierra, pues no estaban asfaltadas, y se conducían por acogidas hacia estos aljibes, y también se hacía en las mismas una salida o desagüe para cuando se llenara tal aljibe.

En el caso concreto del pueblo de Haría, ha habido otro recurso para proveerse de aguas, que eran los pozos, que antes se aprovechaban al máximo, aunque el agua era un poco salobre, llegando a haber hasta ciento cincuenta en el entorno, ya la mayor parte en desuso y algunos se han destruido o entullido, después de la llegada del agua corriente a partir de los años de 1.960. También ha habido unos pocos en la zona de Arrieta-Tabayesco.

También el Municipio de Haría ha tenido otros cauces para la obtención de agua, como han sido las fuentes y manantiales, destacando sobremanera el manantial de El Chafariz", en el Vallle de Temisa, que remedió bastante, y también estaba la Fuente de Gayo, la Fuente de las Ovejas y las fuentes existentes en la zona de Debajo del Risco.

También vino a remediar algo la escasez de agua para los hogares, el hecho de la construcción de grandes depósitos por los Organismos Públicos, como el Aljibe de La Corona, el Aljibe de Ye, otro en Órzola y otro en Mala, además de otros depósitos grandes, como también algunas presas privadas que se hicieron en bocas de barrancos, cuya agua se transportaba en camiones-cubas para llevar a domicilio.

Luego con las potabilizadoras que fueron proliferando a lo largo de la isla de Lanzarote, a partir de los años de 1.960, con una evolución considerable, se fue solventando y fomentando el abastecimiento de agua a domicilio, y ya los aljibes casi han pasado a la historia, aunque se siguen conservando al máximo los que habían, pero ya han dejado de ser muy necesarios, e incluso imprescindibles, como ocurrió hasta una antigüedad no muy lejana.

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