- Camino: Haría - Bosquecillo -
Geografía/
Senderos
Fuente: Haría Bosquecillo
Cabildo de Lanzarote: Casa de los Volcanes
FAUNA
La fauna de este sendero no presenta especie destacable, dada la transformación a que ha sido sometido el ecosistema, aunque podremos observar especies de invertebrados terrestres adaptados a vivir entre las piedras de los muros, que utilizan como refugio. Este es el caso del Lagarto de Haría, animal constante en este sendero y llamado así por ser en esta zona de la isla donde más abunda. Esta especie se encuentra bien separada del resto de los lagartos canarios por sus peculiares características morfológicas, alcanza a los sumo 25 cm de longitud total, su coloración es parda, presentando con bastante frecuencia dos líneas blancas laterales y siempre una serie de ocelos de color azul. Es el más carnívoro del grupo insular, alimentándose principalmente de insectos, aunque también comen frutos secos, semillas y hojas. La reproducción tiene lugar durante el verano y sus puestas son pequeñas, de 3 a 4 huevos.
Otro reptil presente en este lugar es el Perenquén Rugoso, más difícil de ver debido a sus hábitos nocturnos, ocultándose de día bajo piedras y grietas. Sus dedos poseen una serie de pliegues que actúan como ventosas, lo que le permite moverse por superficies lisas; se alimenta de invertebrados por lo que son muy beneficiosos para la agricultura.
Dentro del grupo de los vertebrados terrestres, podemos apreciar en este sendero al Conejo, al Ratón de campo y al Erizo moruno.
Con respecto a las aves, comenzaremos a notar su presencia a medida que subimos hacia el bosquecillo, una vez dejado atrás el Jardín Botánico. Destacaremos a la Tórtola Común en la zona de cultivos, y en la zona donde es escasa la presencia de estratos arbóreos habitan la Codorniz, la Terrera Marismeña y la Paloma Bravía. También son bastante frecuentes las poblaciones de Pardillo Común, Curruca Tomillera y la Abubilla, popularmente conocida como Tabobo; esta especie es una de las más fáciles de distinguir en nuestros campos, su cuerpo es naranja, las alas y la cola de color negro y blanco, con un diseño característico a base de rayas transversales, presenta un penacho de plumas blancas y negras en la cabeza que expande en forma de abanico o se encuentra cortejando a la hembra. Es característico el reclamo sonoro que hacen al delimitar su territorio los machos cuando las hembras han efectuado la puesta de huevos. Al nacer los pollos, los nidos desprenden un olor desagradable, provocado por las defecaciones de éstos, actuando de repelente hacia los intrusos.