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La casa quedó derrumbada completamente

Fuente: Lancelot: 18-05-1985

Tal y como dio oportuna cuenta nuestro periódico semanario, hace unas semanas, una guagua destinada al transporte de turismo sufrió un accidente en el pueblo de Haría, al quedarse supuestamente sin frenos. Debido a la imposibilidad del conductor de frenar al autobús, este se estrelló contra una casa propiedad de Ladislao Rodríguez Bonilla y en la que éste vivía acompañado de su hermana, quién en el momento del choque, se encontraba dentro de la casa, pero que al ser sordomuda, al igual que su hermano no pudo percatarse del choque, y tampoco del posterior derrumbe de una buena parte de la vivienda. Días más tarde, se producía el segundo de los derrumbamientos, esta vez poniendo en peligro la vida de los dos hermanos que se hallaban dentro de la vivienda que poco a poco se iba destru-yendo a trozos.

Al siguiente día del accidente, el propietario de la guagua, al parecer hijo del pueblo, mandó a construir un muro, para tratar de remediar un poco la situación mientras el seguro de la guagua se hiciera cargo de reparar los daños causados a esta familia. Según algunas personas allegadas al Ayuntamiento, se nos ha manifestado que el seguro ha dado algunas "largas" al tema, y que solamente el propietario de la guagua se ha portado en todo mo¬mento correctamente y solidario con los afectados.

Pero, la historia no acaba aquí. El pasado miércoles, a media mañana, se nos comunicaba telefónicamente que el resto de la casa se había desplomado. Puestos en contacto con la Guardia Civil de Haría, se nos informó que la mencionada casa había sufrido efectivamente el desplome de dos techos y algunos muros, por lo que se había decidido su derribo total así como el cordonamiento de la zona al considerarla de peligro público. Seguidamente nos pusimos en contacto con una persona allegada a la casa aseguradora, quién nos informó que los trámites no se habían paralizado en ningún momento, y que no se pretendían declinar responsabilidades. Se nos dio el nombre del constructor a quién se ha encargado la obra y demás.

Lo cierto es que en estos momentos, los dos hermanos han tenido que valerse de un familiar para poder seguir viviendo bajo techo. También señalar, que nada más enterarse del percance, el alcalde accidental, Cristín Rodríguez se personó en el pueblo para realizar las diligencias que el caso requería.

¿Qué le ocurrirá ahora a esta familia? ¿Cuándo comenzarán las obras los res¬ponsables de la casa aseguradora?

Nosotros confiamos en que las manifestaciones de persona cercana a la aseguradora sean correctas, y que la próxima semana podamos dar cuenta del comienzo de las obras y ser testigos de la seriedad de esa empresa.