Senderos

 

Fuente: Guía de senderos de Lanzarote

Gobierno de Canarias

 

   

HISTORIA

Las características del Valle de Haría, presencia de agua, abundantes pastos y palmas, buenas atalayas, etc. hacen que sea un lugar propicio para el asentamiento de grupos humanos. De hecho existen varios yacimientos importantes en las inmediaciones del actual núcleo de población.

Hasta el siglo XIX, el único ayuntamiento o municipio que existía en la Isla era el de Teguise, pero en ese siglo se constituye el municipio de Haría, sin duda por la importancia que tomaron Haría y Máguez como núcleos de población.

Durante varias décadas, y a pesar que ya estaba creado el Ayuntamiento, Haría no contó con un edificio propio para tal fin. Esto se suplía con los inmuebles propiedad de las personas que ostentaban el cargo de alcalde. Cuando

don Domingo López era alcalde, el edificio de su propiedad utilizado para desarrollar los trámites y la gestión administrativa de la alcaldía sufrió un incendio, por lo que se subastaron terrenos comunales para hacer frente a los gastos de una nueva edificación, que quedó situada cerca de la iglesia y en torno a la plaza del pueblo de Haría. Un nuevo incendio destruye el inmueble y en 1922 se levanta el actual edificio sede del Ayuntamiento y del Juzgado del municipio de Haría.

Haría; historia y poblamiento

Hacia finales del siglo XVI Teguise y Haría eran, al parecer, las dos únicas poblaciones de la Isla; la relación de vecindario de 1587 dice:

«Faría tiene una Pila y 20 vecinos» (80 a 100 habitantes).

Y no menciona ningún otro pue­blo de Lanzarote, aparte de la capital. Torriani (1590-92) por su parte, nos dice:

«En toda la isla no hay más de 1000 almas, de las cuales 250 hombres de armas, con unos 40 de a caballo. La causa de que haye tan poca gente es que gran parte de ella se la llevaron cautivos los turcos y los moros, por tres veces en espacio de 16 años.»

Se refiere Torriani a las frecuentes razzias a que se vio sometida la Isla; la más importante de ellas la del Morato Arráez, en agosto de 1586, durante la cual:

« los expedicionarios alcanza­ron el pueblo de Haría donde se apoderaron de toda clase de mantenimientos, en particular gran número de gallinas, y donde pusieron fuego a las eras destruyendo las cosechas de los naturales.»

El Compendio breve e fasmosso de 1776 también aporta datos poblacionales del municipio. En él se menciona la presencia de unos doscientos cincuenta y cuatro vecinos, lo que vendría a significar, suponiendo una unidad familiar media de 4 personas, unos mil habitantes. De ellos, 71 estarían en Máguez, unos doscientos ochenta habitantes, 2 en la Montaña de Famara que quizás pueda identificarse con Yé o Guinate y el resto en Haría. Esta distribución de la población estaría condicionada por una concentración en las vegas agrícolas de Haría y Máguez, mientras el resto de las tierras permanecían probablemente como terrenos comunales.

Verneau, en su Diccionario de Las Islas Canarias, describe Haría como:

« […] un verdadero oasis en medio de estas montañas. Situado al fonda de un valle profundo, ro­deado de alturas al Este, Sur y Oeste, está abrigado de casi todos los vientos. Además su situación le permite hacer una abundan te provisión de agua que des­ciende de todas las montañas de los alrededores. (..) el pueblo, que desde lejos tiene una cierta apariencia, no contiene sino calles tortuosas, sin pavimentar, con numerosos montículos formados por toda clase de desperdicios. En la plaza se encuentra la iglesia, pobre edificio que no se distingue de las casas vecinas si no es porque está dominada por una cruz.»

Los datos referentes a 1900 elevan la población del término a 3189 habitantes de derecho y 3101 de hecho, de ellos sólo un vecino establecido en Arrieta y otro en Punta Mujeres, mientras Yé comienza su desarrollo bajo la influencia de nuevos propietarios del terreno, la familia Curbelo. La población prosigue su incremento año tras año con tasas de crecimiento relativamente bajas pero muy constantes, así en 1945 Haría poseía 4225 habitantes de hecho y 5089 de derecho. En 1950 se alcanza el techo poblacional histórico del municipio con 4491 habitantes de hecho y 4725 de derecho. Durante la década, la población se mantiene en niveles similares, produciéndose el desa­rrollo de los núcleos costeros. Es­tas cifras descienden en los años sucesivos hasta alcanzar un mínimo histórico en 1981, con 2624 de hecho y 2555 de derecho. A partir de esa fecha la población se mantiene hasta nuestros días. El último censo realizado en 1991 daba datos de 2626 habitantes de hecho y 2851 de derecho.

Esta población tiene un alto porcentaje de jubilados y pensionistas y una población activa orientada fundamentalmente al sector servicios. La agricultura se desarrolla a tiempo parcial y en su inmensa mayoría las labores son ejecutadas por personas mayores de 60 años.

 

 

 

 

 
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