Historia / Referencias históricas


 

           

            Queremos recordar el buen hacer y el buen servicio al fin, de nuestros curanderos, y la verdad es que si nos remontamos a lo más remoto de los tiempos, digamos que la existencia de los médicos puede situarse a partir de 1900, porque antes y después incluso hasta los años de 1940, imperaban los curanderos en sus distintas facetas,  y pensemos que a nivel del Municipio de Haría, el primer médico fue el  hariano Don Francisco Hernández Arata, conocido por Don Paco Fierro, desde principios de 1900, que apenas trabajó en ello porque no le gustaba tal profesión  y la primera titular de Practicante y Partera, fue la también hariana Doña  Trinidad de León Perdomo, desde principios de  años de 1930 y se situó luego en Arrecife, como primera.

            Por tanto, los únicos médicos de la antigüedad, eran los curanderos.

            Vamos a referirnos a los curanderos, de los cuales tenemos referencias, y que incluso conocimos a muchos, y de  actuación en  años de 1930 y 1940, puede destacarse a una señora que hubo en Haría, y que estaba dedicada exclusivamente a cuidar o curar a los demás, y ello como si fuera una verdadera profesional, y ella fue Doña María Luisa Reyes García, que cubría en especial los pueblos de Haría y Máguez, además de otros lugares, y hasta controlaba las dosis y puestas de suero a los enfermos.

            Esta señora vivía en La Cruz en Haría, siempre a disposición, pero tenía además  en su casa, una sección de Sacamuelas, llevada por su marido Don Juan de León Fernández, y atendía hasta animales enfermos, y su hijo Don Félix de León Reyes.            

El famoso Cura Don Rafael Cortés Spínola, fue considerado un buen curandero.

Pero también hubo muchos otros curanderos, que hicieron un gran trabajo, y citemos a Don Salvador Borges Torres, que curaba el lamparón, como el primero de la isla, también a Don Víctor Rodríguez Morales, experto en desconches, Don Gonzalo Morales Paz, experto en diversos males, Doña María Jesús Rodríguez Sicilia, Doña Guadalupe Pérez de León, Doña Guadalupe Rodríguez Acosta y Doña María Villalba, que curaban del mal de ojo. Don Pedro Bonilla Borges, que  curaba del pomo.

            También hubo otras personas que hicieron un gran servicio a la comunidad, como Don Antonio Bonilla Perdomo, que ponía inyecciones en espacial, Doña María Núñez Brito, y Doña Celia de León Figueroa, expertas en varios males, incluso de matronas, Doña Margarita Medina Acuña, Don Juan Rafael Betancor, Don Deogracio Ramírez, Doña Encarnación Jordán Romero, Don Julián Álvarez Quintero, y otros.

            Doña Juana Betancor Bonilla de partera en Máguez y Doña Julia Betancor, en Arrieta. En Mala, Don Rafael Díaz Rosado y Doña Nazaria Cejudo Parrilla, desconches.

            Citemos de una forma especial a Don Rafael Betancor Feo, por el hecho de ser el único curandero vivo, ya con 92 años, que ha hecho grandes servicios a los deportistas, en especial a los luchadores y futbolistas, y a nivel general, y una persona de éstas se merece un reconocimiento de su labor como curandero de toda la vida.