Geografía/ Datos geográficos

 

 

LAS CUEVAS DE VENTURA

 

En lo alto de la Montaña de La Atalaya, hay una gran planicie, y buena parte de ella, fue de la propiedad  de la familia de DON LÁZARO SOCAS CAMEJO, de Haría, donde se producían unas grandes cosechas. 

En la década de 1930, aparece por la zona, procedente de Yaiza, DON VENTURA ACUÑA QUINTERO, persona muy inquieta y activa, que se dedicó al negocio de camiones, y allí situó de último su flota de vehículos en especial camiones para el transporte de arenas, pero tuvo hasta una especie de guaguas pequeñas. 

 Pero Don Ventura Acuña, se dedicó además a la explotación de cantería o fábrica de cantos, que por cierto eran muy arenosos, negruscos y de poca calidad, pero permaneció en actividad muchos años, y allí se ven aún las cuevas excavadas, y vendía los cantos para obras y utilizaba para uso propio, y a cargo de esta cantería tenía de Encargado, al vecino de Máguez,  DON RAFAEL NIZ CONCEPCIÓN, como cabuquero, auxiliado por su cuñado Don SALVADOR DE LEÓN PERAZA, también de Máguez. 

Consecuencia de estas extracciones, como se dice,  quedaron muchas cuevas, las cuales tomaron luego el nombre de “LAS CUEVAS DE VENTURA”, que sirvieron de garaje y chatarrería de sus herramentales, y que más tarde ha servido para llevar a cabo fiestas que organiza el Ayuntamiento y también  personas particulares. 

Pero digamos que a principios de la década de 1940, se situó allí un denominado “Polvorín” del Ejército,  en la guerra civil  y posguerra, donde se hallaban integrados y prestando servicios,  unos pocos soldados, y donde uno de Órzola, llamado PABLO DE LEÓN DORTA, tuvo un percance al ser inculpado injustamente y fue castigado con “El Castillo”, de cuyo problema pudo salir una vez se aclararon las dudas de tal hecho.           

            Actualmente Las denominadas “Cuevas de Ventura”, son bastante utilizadas por la juventud, para hacer sus fiestas, y también se viene utilizando bastante como sendero, el denominado “Callejón del Molino”.

            La propiedad de la zona de las “Cuevas de Ventura”, pasó a la propiedad de la familia de su hermano Don Filiberto Acuña Quintero, y luego de sus hijos, en especial a su hija Doña Milagros Acuña Brito, casada con Don Rafael Perdomo León. 

            El Ayuntamiento de Haría estuvo interesado en comprar esta propiedad, a principio de la década de 1.900, con el fin de destinarlo a la organización de algunos actos de las  Fiestas del Pueblo, y también para uso privado de personas interesadas. 

            De hecho se viene utilizando bastante esta zona de las Cuevas, para algunas fiestas, como el Día del Árbol, Bajada de la Palmera, Nuestra Señora de la Encarnación y otras.

 

 

 

 

 


GREGORIO BARRETO VIÑOLY