Geografía/ Datos geográficos

 

Fuente: Geografía General de Las Islas Canarias.  Tomo II  Año 1964

 

 Pueden ser consideradas como muy recientes aunque no históricas, las erupciones del Norte de Lanzarote alineadas de NE. a SW. y que posiblemente fueron un grupo simultáneo de erupciones: La Quemada de Órzola, El Monte Corona, Los Helechos, y La Quemada (Pescosa), así como las Peñas de Tao, punto por donde salieron inmensos torrentes de lava sin manifestación explosiva. En los Ajaches pueden también incluirse la erupción de La Atalaya de Femés y algunas en La Alegranza.

Las erupciones históricas de 1730-36 y 1824 con las manifestaciones residuales del vulcanismo de M.ª. del Fuego, también se incluyen en este grupo.

Aún cuando se hace esta separación entre la serie basáltica subreciente de volcanes y la actual e histórica, es una separación completa­mente artificial ya que hay que considerar que las últimas son continuación de las anteriores con separación tal vez de 2 ó 3 mil años. Hay que tener en cuenta que si las erupciones en Lanzarote se llevaron a cabo al régimen de una media de una cada dos siglos, en un millón de años, edad del Cuaternario, se habrían verificado más de 5,000 erupciones lo que bastaría para formar la isla de Lanzarote.

La serie de M.ª Corona, son un grupo de volcanes en perfecta línea de 4 Kms. que orientada de NE. a SW. son: La Quemada de Órzola, Monte La Corona, el más elevado e importante de la serie con una boca adventicia en Peñas de Tao, Los Helechos y La Quemada de Pescosa. Estas erupciones pudieron tener lugar hace unos 2,500 6 3,000 años.

Llama la atención que estas erupciones escogieran el borde del acantilado de Famara y no se hubieran buscado su salida por la parte inferior en la base de la cortadura. La Quemada de Pescosa solo dista del borde unos 700 metros. Todo ésto parece indicar que las erupciones ascienden desde la profundidad por un plano o grieta vertical independiente de las fallas o hundimientos que afectan solamente a la estructura del edificio montañoso.

Los conos volcánicos llenaron de lava, al obstruir los valles de las viejas formaciones, las depresiones que quedaban al oeste y llegaron a derramarse en cascada por el acantilado. Una cascada cayó por el valle de Las Rositas procedente de La Corona. Otra cascada se derramó por el valle de Guinate procedente de un cono adventicio al norte de Los Helechos. La Quemada de Órzola lanzó sus lavas hacia el este. Desde el cráter de Monte Corona salieron corrientes de lava pero el centro principal de emisión fue Peñas de Tao que inundó toda la costa oriental ganando al mar por lo menos una superficie de 10 Kms.2

Los accidentes más característicos del malpaís derivado de este grupo de volcanes son los tubos volcánicos, los más grandes conocidos en Canarias, y que los naturales de Lanzarote llaman «Jameos» y que sirvieron de refugio en algunas ocasiones a los habitantes de la isla. Las dimensiones de estos tubos son verdaderamente excepcionales pues en algunos puntos tienen más de 20 metros de ancho y de 30 a 35 de altura, con varios pisos.

Los detalles más curiosos los presentan otros tubos cerca de la costa. La lava corría por los tubos a niveles más bajos que el del mar y cuando el flujo de lava que al principio era a boca llena, comienza a disminuir fue vaciando y escurriéndose del tubo y permitió que las aguas del mar penetraran en estas cámaras, todavía a elevada temperatura por grietas y, gasificándose violentamente, produjeron por el aumento de presión, explosiones y abombamientos a lo largo de los tubos que por su nivel permiten la entrada del agua. En el momento en que ocu­rrió la explosión, los materiales lávicos estaban todavía muy calientes y semipastosos dando origen, al expansionarse el vapor recalentado, a grandes burbujas que luego se desplomaron dejando «artesas» y sue­los levantados o pedazos de techo que fueron violentamente despedi­dos como el tapón de un recipiente.

El principal tubo volcánico, posiblemente con ramales paralelos, tiene unos tres Kms. de largo y en sus bordes se han producido hun­dimientos esparcidos a lo largo de su recorrido. Cada boca de hundimiento tiene distinto nombre. El Jameo del Agua está inundado por agua salada y en él viven unos pequeños cangrejos ciegos. Es el más oriental. La «Cueva de los Verdes», es el punto de entrada para visi­tar la parte del tubo hasta la boca llamada Jameo de la Puerta Falsa. Más al oeste y en línea con los anteriores está el Jameo Cumplido, el Redondo y el de La Gente.