Geografía/ Senderos
Extracto: Naturalia Hispánica nº 22 - Año 1982
Los Riscos de Famara (Lanzarote, Islas Canarias) Breve descripción y Guía florística
Los «Riscos de Famara» de ningún modo representan un objeto de fácil exploración, razón de las tantas «sorpresas florísticas» publicadas durante los últimos treinta años de investigaciones más intensas. Riscos poco o nada accesibles y piedras sueltas en laderas sumamente inclinadas impiden el paso de excursionistas y cualquier descuido puede resultar de fatales consecuencias, sobre todo para personas que sufran de vértigo. En cualquier caso, al excursionista le recomiendo la compañía de guías con experiencia local.
Aun así, la primera impresión, desde los Riscos de Guinate o del Mirador del Río, espanta cualquier interés superficial: son varios cientos de metros de pendientes más o menos verticales donde, además, los fuertes vientos y las neblinas frecuentes impiden o dificultan su acceso.
Al otro lado, y para no espantar todo el interés: los alrededores de Guinate, de la Ermita de las Nieves, las laderas de Chaché, de Maguez y de Yé, así como las inmediaciones del Mirador del Río ya ofrecen una buena impresión de la vegetación existente. Es allí donde el observador ya encuentra muchas, quizás la mayoría, de las especies endémicas de nuestras listas, incluyendo algunos endemismos exclusivos de la zona. Los sitios mencionados son de acceso relativamente fácil.
A los excursionistas dispuestos a caminar se les recomienda la carretera de Teguise a La Caleta, desviándose hacia el norte cerca del km. 5 de la misma. Una pista aún viable (para coches de alquiler) pasa por encima de una urbanización subiendo paulatinamente hacia una ladera donde se sitúa la «Galería del Cabildo». Es allí donde habrá que dejar el medio de transporte, siguiendo a pie los vestigios de una pista originalmente intentada para comunicar Lanzarote con la vecina isla de La Graciosa. Especies como Psyllium famarae, Helichrysum webbii, A rgyranthemum maderense, Andryala glandulosa, Lavandula pinnata, Crepis canariensis, Carlina salicifolia ssp. lancerottense, Helianthemum thymiphyllum, Kickxia heterophylla ssp. subsucculenta, Macrobia tortuosa, Odontospermum intermedium, Pulicaria canariensis ssp. lanata, Reichardia famarae, Sonchus pinnatifidus y Thymus origanoides suelen aparecer al alcance del interesado, debiendo el excursionista evitar las laderas de piedras sueltas. Como advertencia general: esta pista es peligrosa durante (o después) de días lluviosos.
Siguiendo por dicha pista finalmente se desciende hacia la llanura de la costa (elementos saharo-mauritánicos) alcanzando Las Salinas, situadas frente a La Graciosa. El excursionista debe volver por la misma pista para alcanzar su coche de alquiler. Otros, más animosos o movilizados por taxi, pueden escalar la ladera hacia Guinate. Este tramo de subida alberga endemismos como Minuartia webbii, Thymus origanoides, Micromeria varia var. rupestris, Ononis laxiflora var. flexipes, y otras especies más.
Como excursión más difícil se menciona la ruta desde los Riscos de Guinate descendiendo hacia la llanura costera, para subir frente al Mirador buscando aquella vereda poco apreciable que les lleva hacia la Vega Chica, cerca de Yé. Sin embargo, se trata de una excursión que exige salud y resistencia y que deja menos provecho que la anteriormente descrita.
Para profesionales provistos de equipo montañero, con sus ayudantes y acompañado por la suerte de tiempo favorable, quizá son los riscos cerca de la «Batería» los más provechosos. A sólo 50 m. por debajo del filo del risco ya crecen Ferula, Limonium, Convolvulus lopezsocasi, Maytenus, Pistacia, Phillyrea, Ephedra y quizá especies aún desconocidas para aquel sitio o para la ciencia en general.
A los excursionistas que prefieran curiosear los «Riscos de Famara» desde lejos se les recomienda una visita (desde Órzola) a La Graciosa, isla también de cierta fascinación botánica (véase Kunkel, 1971).
Sin embargo, para cualquier actividad botánica que se desee ejercer se ruega a los excursionistas/investigadores tener prudencia también en cuanto a la recolección de especimens. Algunas de las especies mencionadas en esta enumeración son tan raras que ya corren peligro de extinción. Muchas veces una buena fotografía resulta más impresionante y más instructiva que cualquier muestra de herbario más preservada.