HISTORIA / Datos históricos


 

La historia de un pueblo representa la sucesión de una serie de acontecimientos a lo largo del tiempo, con una interrelación que motiva muchas veces el que uno sea consecuencia de otros ocurridos en épocas anteriores.

Cada persona tiene en el recuerdo la suma de lo acontecido en su entorno, más o menos próximo, en el tiempo que le ha tocado vivir, pero la historia escrita o la tradición oral nos permite enlazar los acontecimientos pasados con los presentes y proyectarlos al futuro.

Al pretender comentar el pasado, presente y futuro de un municipio, no hemos de olvidar que está formado por un grupo de personas, un territorio y una organización.

Cuando aquí hablamos de Haría nos referimos al Término municipal, sin dejar de mencionarlo como pueblo en aquellos aspectos que le son peculiares, como ocurre con cualquier otro núcleo perteneciente al mismo.

En la documentación de cierta antigüedad, de siglos pasados, se escribe "Lugar de Haría".

No existen noticias concretas del origen de este nombre en su aplicación al pueblo de Haría y a su municipio. Muchos son los que han mostrado interés y cierta curiosidad por conocerlo.

La primera duda es si ¿Existía el nombre antes de la conquista o es de procedencia castellana?

En documentos de hace varios siglos, XVI, XVII o XVIII, se escribe "Lugar de Arias", sin h. Ello ha llevado a pensar que muy bien podría suponer una referencia a los Señores de Fuerteventura, Lanzarote y Alegranza, la familia "Arias Saavedra", pero consideramos que esta apreciación debe descartarse, al enmarcarse estos señores, Don Fernando en los alrededores de 1600 a 1676 y su padre Don Lorenzo en la centuria anterior.

El nombre de los distintos núcleos del municipio existiría seguramente con anterioridad a estas fechas, de procedencia aborigen, pero unos afrancesados, otros castellanizados y algunos, incluso, africanizado.

El primer Regente que tuvo la monarquía en Canarias fue Antonio Arias, pero esto está lejos de tener relación alguna con el tema.

Caben un sinfín de hipótesis, mientras no se pueda concretar documentalmente e significado y origen exacto de la palabra en cuestión.

Por otra parte, con el vocablo ario/a se ha identificado siempre el norte, a los pueblos del norte o a los descendientes de los míticos atlantes, habitantes de la legendaria Atlántida, en contraposición a los pueblos de África y Asia.

Acudiendo a la mitología, cuando se ha afirmado en alguna ocasión que en épocas antiguas los griegos podrían haber estado en esta Isla, en su periplo por la cercana costa africana, Aría podría relacionarse con "Ariadna", hija de Minos, quien huyó con Teseo, a quien le dio un hijo para salir del laberinto después de da muerte al Minotauro. Abandonada por Teseo quedó dormida en una playa y hallada por Dionisio, que la hizo su esposa.

El profesor Celso Martín de la Cruz (Universidad Complutense de Madrid), en su Diccionario de nombres propios aborígenes recoge la palabra "HARI" con el significado de "muchos". ¿Podrá relacionarse con las muchas palmeras del valle" o muchas fuentecillas naturales de agua?

En el mismo Diccionario figura como nombre de una aborigen de Lanzarote el de "Ariagona".

Generalmente los nombres con que actualmente conocemos los diferentes lugares responden a la concurrencia de determinados caracteres físicos en el entorno del mismo, las funciones que cumplía, el nombre del propietario o el cargo que desempeñaba. (Recordar, por ejemplo: Temisa, Malpaso, La Cañada, Cuesta del Pozo, Los Molinos, Buena vista o Buentevista, Breña de Trujillo (pudiera ser Sebastián Trujillo Ruiz, Sargento mayor de Lanzarote en 1662). En Máguez: La Capellanía, la Cancela, Portillo, los Cercados, Cercado del Coronel, La Majadita, Las Cuevas, La Pared del agua, Los Lajares, La Torrecilla, La Quemadita en Órzola, La Garita en Arrieta, etc,etc.

Si se pretendiese buscar el significado de Haría o Aria en el cercano continente africano, puede observarse como en un libro del catedrático árabe, Ahmed Sabir, con prologo de Antonio Tejero Gaspar (catedrático de arqueología de la Universidad de La Laguna), en un trabajo de investigación sobre las Canarias Preeuropeas y el Norte de África, tratando de identificar vocablos y lugares del norte de África con Canarias, recoge las palabras "heres y ares", con el significado de poceta o agua encharcada y/o turbia en acequias, barranco después de la lluvia, y lugares de los mismos donde se sacaba agua de los hoyos practicados en los fondos.

Muy bien puede enmarcarse esta consideración en el valle de Haría, si tenemos en cuenta que su fisonomía no debía ser exactamente igual a la actualidad, sin las casas actuales, sin arena en las fincas y con unos barrancos descendiendo al centro del pueblo por las faldas de las montañas que rodean el valle, llevando sus aguas a las zonas bajas del valle, donde habrían alguna que otra fuentecilla y cañaverales u otra vegetación, como pueden verse aún en los márgenes de algunos de estos barrancos y no hace muchos años en más de una finca, denotando la existencia de un pequeño e ínfimo curso de aguas subterráneas bajando desde las partes altas, muchas veces por la base interior de un barranco sepultado bajo las terrazas de cultivo.

Según estudio de Rachid Raha Ahmed antes del imperio de Cartago (450 a.c.) se hablaba en todo el norte de África, desde Egipto hasta las Islas Canarias y desde las costas del Mediterráneo hasta la curva del Níger una sola y misma lengua, con algunas variantes dialécticas, conocida con el nombre de líbico-bereber o tamazight antigua.

La mayoría de la población descendía de una de las dos civilizaciones prehistóricas más importantes, los capsienses, autora de numerosas pinturas y grabados rupestres. Civilización milenaria. La arqueología han descubierto algunos de estos grabados en la isla y, concretamente también en el municipio de Haría.

Existen diferentes consideraciones sobre la influencia del continente próximo en una época primitiva, antes que la ocuparan los árabes, los romanos, las procedentes del norte de Europa que pasaron al norte de África, etc.

Se habla de tribus de bereberes insumisos a los romanos, lo mismo que a los árabes (macize, masaesyles, bavares y baquates. Estos contaban con barcos para cruzar el mar (Jacinto Bosch Vilá).

Haría o Arias se ha escrito tradicionalmente y de forma inseparable -unido al de "Lugar". Incluso cuando se hace referencia a la parroquia de Haría de expresa "Parroquia del Lugar de Haría" y no se dice pueblo de Haría.

Lugar es sinónimo de sitio, paraje o población pequeña.

Es una de las formas tradicionales de asentamiento, como entidad, local menor que el municipio, junto a parroquias, caseríos, aldeas, anteiglesias, barrios, concejos pedanías, lugares anejos y otros análogos que establezcan las leyes. (Carácter facultativo. Podrán crearse por las Comunidades Autónomas)

Significado de cada una de estas figuras: Viene determinado por la extensión de su población y la autonomía de gobierno. El Lugar es residencia del Consejo y gobierna al resto de los núcleos. La Aldea es un asentamiento de cierta importancia, pero sin gobierno propio, depende del Lugar. Caserío se llama a la agrupación de vecinos de menor entidad que la Aldea. En los Pagos tiene cierto predominio el terreno de cultivo sobre las viviendas.

Organización anterior a los Ayuntamientos (Audiencias, Cabildos, Gobernadores, Capitanes): Normas castellanas: Fuero de Alcalá. Vinculación a Sevilla.

No es momento de hablar de la creación de estas figuras, sino de su existencia pasada en lo que es hoy Municipio de Haría. Casi con seguridad se realizó la división administrativa, siguiendo el modelo castellano, en fechas próximas a la constitución de Teguise como Villa, que se sitúa en 1415. Consta de un órgano unipersonal ejecutivo (El Alcalde Pedáneo) y otro colegiado de control (La Junta vecinal): alcalde y dos o cuatro vocales, según población.

Estos locales menores y anteriores al Municipio, se concretaron casi con seguridad en:

Lugar de Haría, Aldea de Máguez, Aldea de Mala, Caserío de Ye, Pago de Tabayesco, Pago de la Montaña, Caserío de Punta Mujeres, Caserío de Arrieta, Pago de Guinate,

Circunstancias como la fertilidad del suelo, las condiciones climáticas, la riqueza costera, condiciones naturales de defensa contra amenazas exteriores han determinado la existencia de un núcleo poblacional, donde le permita una mejor satisfacción de sus necesidades. Concentración que a su vez requiere un esfuerzo para ir miento a las mismas: trabajo, sanidad, educación, vivienda, comunicación, alumbrado, limpieza, ocio, en definitiva: bienestar.

Como ha sido una constante en el asentamiento del hombre a lo largo de la historia, la elección del lugar se ha debido, como se señala en el párrafo anterior, a múltiples circunstancias, predominando siempre el disponer de agua lo más cerca posible, aparte de los mejores terrenos para la ganadería y la agricultura, la defensa y fácil comunicación.

Habría que imaginar a un Lanzarote deshabitado y pensar que harían los que en tales circunstancias arribasen a sus costas y quisieran establecerse en la misma. Sin duda explorarían la isla a fin de conocer los mejores recursos para su asentamiento.

Esto mismo debió de ocurrir en el municipio de Haría, concretamente en sus valles, donde los barrancos cruzaban el paisaje, dejando agua empozada en algunos de su tramos. Podemos dejar correr la imaginación y percibir unos manantiales al pie de barrancos o en la parte baja de las Montañas, como ocurre con el macizo de Famara, en el valle de Temisa con la zona del Chafariz o Fuente del agua, Las siete gotas; además de las fuentes altas de Malpaso y Gayo, la fuente de Guza o los alrededores de la Presa de Mala.

Desconociéndose con certeza el origen de los núcleos que integran el Municipio, es de suponer la existencia de personas en esta zona, por lo que hemos apuntado anteriormente. En el caso concreto de Haría las viviendas, cualquiera fueren sus características y elementos de construcción, se irían situando de forma aislada a lo largo del barranco que divide el pueblo, ejemplo que habrán seguido los nuevos pobladores. Estos, según se escribe, procedían en su mayor parte de Andalucía, lo mismo que los Señores de la Isla, quienes con los poderes que reciben distribuyen algunas tierras entre las personas, especialmente militares que participaron en la conquista y que anteriormente se habían distinguido en las guerras de Andalucía.

Recordando el enclave de las casas más antiguas del pueblo, muchas de ellas desaparecidas, en puntos inmediatos al cruce del barranco de Malpaso y Faja, o en el barrio bajo, junto al mismo barranco, en la zona de Arrieta-Tabayesco, próximo a la desembocadura del barranco de Temisa y en la aldea de Mala. Ello es una muestra de que la nueva población siguió la iniciativa de la población aborigen, además de que de forma paulatina se fueron construyendo en los alrededores de la Ermita de San Juan, primer templo del pueblo, en ruina su primera edificación tras la invasión de 1618.

Consolidados los primeros asentamientos, con la convivencia entre los pocos habitantes, aunque algún autor habla de exceso de población en relación con los escasos medios de subsistencia, y los pobladores incorporados tras la conquista, se van formando los diversos núcleos: lugar, aldeas, caseríos y pagos (origen castellano de carácter administrativo y bajo el poder del señor de la isla).

Según pasan los años, se generaliza el cultivó de los cereales y la propiedad va pasando a manos particulares, 'urge la figura de origen andaluz de Los Cortijos (hacienda y caza de labranza dedicado especialmente al cultivo de cereales). En el Municipio de Haría hay constancia de cortijos en Arrieta, Tabayesco, La Montaña, Órzola y Máguez.

La clave de la organización social reside entonces en los repartimientos de tierras a favor de los repobladores. La calidad de los aprovechamientos agrícolas genera formas diferentes de asentamientos y, por consiguiente, una morfología de núcleos de población que se hará luego perdurable.

Influye de forma decisiva otros dos factores: la necesidad de defensa o protección frente a los invasores y la organización de la economía.

Los años de reconquista en el territorio peninsular (ocho siglos) y los fenómenos de ella derivados tienen su reflejo a la hora del asentamiento poblacional en nuestra isla con gente venida de dicho territorio, especialmente de Andalucía, escenario de la parte final de aquel período. Uno de estos fenómenos fue el predominio del círculo de los guerreros o conquistadores. El otro, la subrogación total o parcial en el poder social y político existente con anterioridad. (Se habla de la convivencia con la población prehispánica, de su interrelación y en su momento de compartir la integración en las milicias (siempre en defensa de la piratería e invasiones de ingleses, portugueses, holandeses, etc.).

El privilegio del villarezgo otorgado por la Corona a un pueblo o núcleo de población ocasiona que pasen a tener ayuntamiento.

En Lanzarote los Reyes Católicos comienza reconociendo los derechos de los señores de la isla. En 1415 Teguise obtiene la consideración de Villa, situada por arriba de las entidades tradicionales de lugar, aldea, caserío, pagos, etc. Se dota de ayuntamiento en su antigua consideración: poder único bajo esta figura coincidente con el Cabildo, también en su consideración tradicional. Ayuntamiento y Cabildo es la misma institución. Su ámbito es insular y sus miembros, bajo la presidencia del Alcalde Mayor, sus corregidores, alguaciles, síndicos personeros, son designados en los primero tiempos por el Señor de la isla. Posteriormente entre en juego la elección e integración en el mismo de representación de los Concejos o Junta vecinales.

Cuando surge el Municipio lo hace con un significado preciso: la emancipación de una determinada comunidad de los poderes- territoriales superiores, el logro de la franquicia frente a ellos. Se plasma en las Cartas de franquicias, Cartas de población, los Fueros.

Se trata de comunidades aldeas dedicadas a la labranza de la tierra, que van quedando sometidas al dominio de su titular territorial. Las Cartas van dirigidas por el Señor a la comunidad vecinal (Aún en aquellos sitios donde el flujo de población se está formando).

En un momento determinado el poder territorial superior, el señor, otorga el privilegio de poder contar autoridades propias y que queden encargados en el territorio de la colectividad de hacer justicia (surge el municipio) mientras el señor tiene el poder sobre esta colectividad.

La creación se plasma en una Carta puebla, un Fuero, a cuyo amparo se lleva a cabo la repoblación de un lugar.

Con la Constitución de 1812 se establece que "se pondrán ayuntamientos en todos los pueblos que no los tenga y en los que convenga que los tenga". En el Arreglo provisional de los Ayuntamientos del Reino, Decreto de 23 de junio de 1835, se estableció la obligación de los pueblos a tener ayuntamiento siempre que la población llegue a los cien vecinos. Esto tenía sus dificultades. No se podía generalizar a la población diseminada en multitud de núcleos. Se fijó en quinientos vecinos y se llegó a exigir dos mil vecinos.

Uno de los procedimiento seguidos fue el de atender a la forma de asentamientos tradicionales referidos de lugar, aldea, caserío, pagos, etc. y fijar el ayuntamiento donde radicaba el concejo, en el núcleo mayor, mejor comunicado o de más entidad por cualquier otra circunstancia, estableciendo en él la sede de la Corporación. Queda así la diferenciación entre el núcleo sede del ayuntamiento y el resto de los demás núcleos, aldeas, caseríos o pagos.

Septiembre de 2010

A. Berriel

 

 

 


ANTONIO  BERRIEL