Historia / Referencias históricas


 

Fuente:  Lancelot 26-09-03

En épocas muy remotas, los pobladores de nuestro planeta Tierra Tierra, desconocían el fuego y más tarde fueron apareciendo unos visos de poder acceder a él mediante la frotación de unas piedras con otras, algunas con unas cualidades más especiales, y aprovechaban esas chispas que soltaban, teniendo a mano una madera en que prendiera ese fuego, y al no haber fuego tampoco habían formas de alumbrarse.

Situándonos en la época de nuestros antepasados guanches o mejor majos o mahos, ellos se valían con muchísimos trabajos, de unas pequeñas piedras lo más apropiadas posibles para sacar chispa, a las que se llamó pedernal y también de unos eslabones, que eran al fin otras piedras más pequeñas, y luego en el momento de esa frotación, saltaban chispas que se recogían en unos filamentos finos que proporciona una hierba que se encuentra en nuestros riscos y sus orillas y que se llama yesquera, de donde se extraía la yesca. Estos procedimientos fueron mejorados después de la conquista y se siguió utilizando por los pobladores, el sacar fuego a través de esa yesca y elementos rudimentarios.

Luego más tarde vendrían los fósforos a base de azufre y otros elementos, los pabilos, los candiles, las velas, los faroles, los quinqués, los petromax, todo ello para dar luz, y ya estamos en el no va más, porque no falta nada gracias a la gran evolución de la sociedad.

Pero yendo a las formas rudimentarias más antiguas de nuestros antepasados y mayores, pensemos que algo muy importante era el hacer comida caliente y para eso se utilizaban los denominados TENIQUES, que se componían de tres piedras en forma de laja o canto, dos por los costados y otra detrás y eso se ponía unas veces en el suelo, en el patio traspatio y también en las propias cocinas principales de la casa, sobre el poyo y sobre esos teniques se ponía el caldero conveniente, pero también se utilizaban estos teniques para tostar el millo, cebada, trigo, o lo que cayera, para hacer el gofio, que era el alimento básico y principal entonces.

Estos teniques eran abastecidos por debajo con la leña que se pudiera conseguir, a base de resecos de higueras, durazneros u otros árboles, e incluso de los topetes de pencas, pero lo más importante que existió hasta los años 1950, fueron esas cargas de leña que se traían de nuestro malpaís, una vez picadas las tabaybas, veroles, higuerillas e incluso bobos y otros arbustos leñeros, sin olvidarnos de esa ahulaga que nos venía en las vísperas de las fiestas para amasar el pan en nuestros propios hornos caseros.

No podemos olvidarnos del gran renglón que significó en nuestras cocinas la denominada COCINILLA, también llamada INFIERNILLO por algunos, que se proveía de petróleo y se le daba fuelle para que cogiera más fuerza el quemador, y a veces el pitorro se obstruía y había que valerse de un destupidor, con un trozo de hojalata y de calacimbre. Bendita la evolución.