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ENTREVISTA

 

EVARISTO PERDOMO: POLLO DE HARÍA

 

Del norte de la isla salieron excelentes luchadores, muchos de los cuales han sido mencionados al señalar los sostenedores de una zona tan pródiga en atletas que formaron el antiguo grupo de los de Vuelta Arriba rivales, con mucho prestigio y honra, frente a los de Vuelta Abajo.

Evaristo Perdomo nació hace 56 años, en 1935 en Haría, de una familia de luchadores. Sus siete tíos fueron buenos luchadores y junto con su padre, querían luchar contra el resto del pueblo, pero no halla­ban, a la sazón, contrarios válidos.

No se acuerda exactamente cuándo comenzó a luchar. Le pare­ce que fue siempre. De niño agarraba luchas como el más sencillo juego. Con sus primos recuerda horas y horas de lucha, en Haría.

Fue en el 47, con doce años, cuando recaló por casa de Fefo Rodríguez y quedó en su equipo entrenando y luchando. Era espigado y rubio y hacía luchas bajas por su facilidad en doblarse.

Así contestó a nuestras preguntas,

— ¿Dónde parabas en Lanzarote?

—En Arrecife por las cuatro esquinas, donde se reunían hom­bres de edad y jóvenes ansiosos de luchar. Ya de muchacho lo hacía en serio. Había un equipo en el cuartel que tenía a Calero de Gáldar y nos enfrentábamos a ellos.

—Algunas luchadas de aquellos tiempos ¿se te quedaron gra­badas?

—Sí, frente a un equipo de fuera, luchamos los de Lanzarote.

Ellos traían a Matoso, Carampín, «Pollo de Las Mercedes»... Por Lanzarote estaba el «Pollo de Arrecife», Manolín y otros. Yo tumbé a los hermanos Matoso, y los que salieron a vencerme eran ya los fuer­tes. Un día, Carampín y otro el «Pollo de Las Mercedes.

 

MARCHA A VENEZUELA

 

— ¿Cuándo fuiste a Venezuela?

—En el año 1952 no por lucha sino por trabajo. No obstante en el año 54 organizamos en la capital unas luchadas en el Teatro Cara­cas».

¿Recuerdas quiénes luchaban?

—«Estaba Carampín, Antonio León «Pollo de Sardina», Vidal Martín... Luego en el 56 luchamos en el Nuevo Circo de Caracas.

— ¿Volviste pronto a Lanzarote?

—Relativamente pronto. Volví en el año 57, y en el norte orga­nizamos un equipo con la gente de Haría y Máguez.

 

RETORNO Y NUEVAS SALIDAS

 

—Luchamos contra los de Arrecife y los de Tao, en repetidas ocasiones. En unas fiestas nos enfrentamos en Guatiza el equipo de Haría y el de Arrecife. Con nosotros luchaba el «Pollo de Máguez» y por Arrecife Matoso, Sixto el de Tao y los Pollos de «La Florida» y de la «Asomada». En Arrecife, por el año 58, celebrábamos las luchadas en el Instituto Viejo, en las Cuatro Esquinas. Estaba el «Pollo de Máguez» y me dijeron que no hacía falta. Fue cuando fundé el equipo de Haría para seguir en el deporte. Desafiamos a los de Máguez y nos iban dando una paliza, salí y tuve que tumbar a once. Así ganamos la luchada.

¿Volviste a emigrar?

—En el 59 fui a luchar a San Gregorio de Telde, en un conjunto de segunda y yo recuerdo que me quedaba solo en el terrero.

¿Y de tu ida a La Palma?

—Allá por el 60 fui con Curbelo y fiché en Los Sauces. Tuve buenas actuaciones allí. En la Bajada de la Virgen de Las Nieves, se formó una selección de los mejores de La Palma y nos enfrentamos al Hespérides de Tenerife. El máximo tumbador fue Orlando Sánchez «El Estudiante», de Las Palmas, que fue a reforzarnos junto con Manolín Suárez. Yo fui el segundo tumbador venciendo entre otros, al «Pollo de Las Canteras» y al «Pollo del Puerto».

¿Y de La Palma?

—De La Palma pasé a Gran Canaria en el año 1.961. Fiché en El Adargoma. En el equipo figuraban «El Pollo de la Plaza», Manolín Suárez, los Curbelo, Emilín, Ojeda... Allí logré, en una oportunidad, vencer a Abel Cárdenas y me consideraron un puntal, hasta tal punto que, una vez el Gáldar nos comunicó que lucharían con nosotros si no iba yo. Era una forma de nivelar las fuerzas, pero eso no es de extrañar tanto. 

— ¿Y de Las Palmas de G. C ?

—De Las Palmas volví de nuevo a La Palma, en el año 62. Fi­che por el Balta y estaba de puntal junto a Chaval II.

El equipaje era blanco y los luchadores dábamos espectáculo. Tal vez por eso, nos decían «El Real Madrid». Había en torneo diez clubes y nos quedamos subcampeones. Los dos primeros clasificados luchamos contra los de Tenerife. Nos correspondió con el Victoria, tumbé a tres y quedé en el terrero.

¿Y en el año 1963?

—«Fiché en La Palma, en el Breña Alta, que tenía a los Prime­ra. En esos tiempos La Palma se reforzaba con luchadores de Gran Canaria y de Tenerife».

—«Ese año —sigue diciendo— organizaron en Lanzarote, por las Fiestas de San Ginés, las luchadas frente al «Vencedor» de Las Palmas. Reforzamos a Lanzarote. Fuimos «Pollo de Tijarafe», «Pollo Florida», El Pala y yo. En el Vencedor figuraban, además de Orlando Sánchez «El Estudiante», «El Palmero», «Pollo de San Nicolás», los hermanos Ruano, Feluco... se luchó en la fábrica de Hielo y fui el máximo tumbador».

¿Y en el 64?

—«En el 64 fiché por el Tedote, donde estuve siete meses ya que me marché de nuevo a Venezuela».

 

VENEZUELA: UN SUEÑO

 

Tu trayectoria en la Patria de Bolívar es extensa, muchas luchadas, grandes éxitos, siempre contando contigo.

—«Ha sido una realidad y un sueño. Cada vez que luchábamos en Venezuela me traía recuerdos de Canarias. Lo hacíamos por deporte y por patriotismo a nuestras islas. Se logró mucho y llevamos c entusiasmo a varios pueblos del interior, algunos, muy lejanos. Si interesaron por la lucha los canarios y hasta el pueblo venezolano».

¿Tus mejores satisfacciones en la Lucha?

—«Sin duda, las dos Giras de la Selección de Venezuela a la Islas Canarias en los años 73 y 77, por todo lo que tuvieron de emocionante el reencuentro con familiares y amigos. Comprobé que per­manecía en el recuerdo. En la segunda luchada de la Ira. Gira me fue muy bien. Tuve inspiración y suerte. Me llegó muy hondo el aplauso del público y las propinas que me dieron, felicitación y afecto. Fueron unos días inolvidables, muy agradables. Si llego a tener mi familia en Canarias, me quedo. En la 2da. Gira también fue de gran satisfacción el recorrido. En La Palma, no sólo por las actuaciones, sino por el contacto con tantas amistades y compañeros».

¿Qué tal te ha ido en Venezuela?

—«Este país ha sido la ilusión de muchísimos isleños. Hemos trabajado y salimos de la situación mala que había en Canarias por aquellos años 50/60. Yo siempre he trabajado independientemente, pero, actualmente, la situación ha cambiado y mi deseo sería volver a las islas. Estoy tratando de conseguirlo».

 

VOLVER, VOLVER...

 

Querer es poder...

—«En eso estamos».

¿Te encuentras en condiciones de entrenar a un equipo?

—«Esa sería una ilusión para mí. Si algún día pudiera conse­guirlo me sentiría satisfecho. Aunque podría estar en otras activida­des. Me siento joven y Canarias actualmente es un destino seguro».

Deseamos al «Pollo de Haría», eterno emigrante, que ha vivido cuarenta años en la diáspora, un retorno rápido y feliz a su terruño.

 

 

ENTREVISTA

 

EVARISTO PERDOMO: POLLO DE HARÍA

 

Del norte de la isla salieron excelentes luchadores, muchos de los cuales han sido mencionados al señalar los sostenedores de una zona tan pródiga en atletas que formaron el antiguo grupo de los de Vuelta Arriba rivales, con mucho prestigio y honra, frente a los de Vuelta Abajo.

Evaristo Perdomo nació hace 56 años, en 1935 en Haría, de una familia de luchadores. Sus siete tíos fueron buenos luchadores y junto con su padre, querían luchar contra el resto del pueblo, pero no halla­ban, a la sazón, contrarios válidos.

No se acuerda exactamente cuándo comenzó a luchar. Le pare­ce que fue siempre. De niño agarraba luchas como el más sencillo juego. Con sus primos recuerda horas y horas de lucha, en Haría.

Fue en el 47, con doce años, cuando recaló por casa de Fefo Rodríguez y quedó en su equipo entrenando y luchando. Era espigado y rubio y hacía luchas bajas por su facilidad en doblarse.

Así contestó a nuestras preguntas,

— ¿Dónde parabas en Lanzarote?

—En Arrecife por las cuatro esquinas, donde se reunían hom­bres de edad y jóvenes ansiosos de luchar. Ya de muchacho lo hacía en serio. Había un equipo en el cuartel que tenía a Calero de Gáldar y nos enfrentábamos a ellos.

—Algunas luchadas de aquellos tiempos ¿se te quedaron gra­badas?

—Sí, frente a un equipo de fuera, luchamos los de Lanzarote.

Ellos traían a Matoso, Carampín, «Pollo de Las Mercedes»... Por Lanzarote estaba el «Pollo de Arrecife», Manolín y otros. Yo tumbé a los hermanos Matoso, y los que salieron a vencerme eran ya los fuer­tes. Un día, Carampín y otro el «Pollo de Las Mercedes.

 

MARCHA A VENEZUELA

 

— ¿Cuándo fuiste a Venezuela?

—En el año 1952 no por lucha sino por trabajo. No obstante en el año 54 organizamos en la capital unas luchadas en el Teatro Cara­cas».

¿Recuerdas quiénes luchaban?

—«Estaba Carampín, Antonio León «Pollo de Sardina», Vidal Martín... Luego en el 56 luchamos en el Nuevo Circo de Caracas.

— ¿Volviste pronto a Lanzarote?

—Relativamente pronto. Volví en el año 57, y en el norte orga­nizamos un equipo con la gente de Haría y Máguez.

 

RETORNO Y NUEVAS SALIDAS

 

—Luchamos contra los de Arrecife y los de Tao, en repetidas ocasiones. En unas fiestas nos enfrentamos en Guatiza el equipo de Haría y el de Arrecife. Con nosotros luchaba el «Pollo de Máguez» y por Arrecife Matoso, Sixto el de Tao y los Pollos de «La Florida» y de la «Asomada». En Arrecife, por el año 58, celebrábamos las luchadas en el Instituto Viejo, en las Cuatro Esquinas. Estaba el «Pollo de Máguez» y me dijeron que no hacía falta. Fue cuando fundé el equipo de Haría para seguir en el deporte. Desafiamos a los de Máguez y nos iban dando una paliza, salí y tuve que tumbar a once. Así ganamos la luchada.

¿Volviste a emigrar?

—En el 59 fui a luchar a San Gregorio de Telde, en un conjunto de segunda y yo recuerdo que me quedaba solo en el terrero.

¿Y de tu ida a La Palma?

—Allá por el 60 fui con Curbelo y fiché en Los Sauces. Tuve buenas actuaciones allí. En la Bajada de la Virgen de Las Nieves, se formó una selección de los mejores de La Palma y nos enfrentamos al Hespérides de Tenerife. El máximo tumbador fue Orlando Sánchez «El Estudiante», de Las Palmas, que fue a reforzarnos junto con Manolín Suárez. Yo fui el segundo tumbador venciendo entre otros, al «Pollo de Las Canteras» y al «Pollo del Puerto».

¿Y de La Palma?

—De La Palma pasé a Gran Canaria en el año 1.961. Fiché en El Adargoma. En el equipo figuraban «El Pollo de la Plaza», Manolín Suárez, los Curbelo, Emilín, Ojeda... Allí logré, en una oportunidad, vencer a Abel Cárdenas y me consideraron un puntal, hasta tal punto que, una vez el Gáldar nos comunicó que lucharían con nosotros si no iba yo. Era una forma de nivelar las fuerzas, pero eso no es de extrañar tanto. 

— ¿Y de Las Palmas de G. C ?

—De Las Palmas volví de nuevo a La Palma, en el año 62. Fi­che por el Balta y estaba de puntal junto a Chaval II.

El equipaje era blanco y los luchadores dábamos espectáculo. Tal vez por eso, nos decían «El Real Madrid». Había en torneo diez clubes y nos quedamos subcampeones. Los dos primeros clasificados luchamos contra los de Tenerife. Nos correspondió con el Victoria, tumbé a tres y quedé en el terrero.

¿Y en el año 1963?

—«Fiché en La Palma, en el Breña Alta, que tenía a los Prime­ra. En esos tiempos La Palma se reforzaba con luchadores de Gran Canaria y de Tenerife».

—«Ese año —sigue diciendo— organizaron en Lanzarote, por las Fiestas de San Ginés, las luchadas frente al «Vencedor» de Las Palmas. Reforzamos a Lanzarote. Fuimos «Pollo de Tijarafe», «Pollo Florida», El Pala y yo. En el Vencedor figuraban, además de Orlando Sánchez «El Estudiante», «El Palmero», «Pollo de San Nicolás», los hermanos Ruano, Feluco... se luchó en la fábrica de Hielo y fui el máximo tumbador».

¿Y en el 64?

—«En el 64 fiché por el Tedote, donde estuve siete meses ya que me marché de nuevo a Venezuela».

 

VENEZUELA: UN SUEÑO

 

Tu trayectoria en la Patria de Bolívar es extensa, muchas luchadas, grandes éxitos, siempre contando contigo.

—«Ha sido una realidad y un sueño. Cada vez que luchábamos en Venezuela me traía recuerdos de Canarias. Lo hacíamos por deporte y por patriotismo a nuestras islas. Se logró mucho y llevamos c entusiasmo a varios pueblos del interior, algunos, muy lejanos. Si interesaron por la lucha los canarios y hasta el pueblo venezolano».

¿Tus mejores satisfacciones en la Lucha?

—«Sin duda, las dos Giras de la Selección de Venezuela a la Islas Canarias en los años 73 y 77, por todo lo que tuvieron de emocionante el reencuentro con familiares y amigos. Comprobé que per­manecía en el recuerdo. En la segunda luchada de la Ira. Gira me fue muy bien. Tuve inspiración y suerte. Me llegó muy hondo el aplauso del público y las propinas que me dieron, felicitación y afecto. Fueron unos días inolvidables, muy agradables. Si llego a tener mi familia en Canarias, me quedo. En la 2da. Gira también fue de gran satisfacción el recorrido. En La Palma, no sólo por las actuaciones, sino por el contacto con tantas amistades y compañeros».

¿Qué tal te ha ido en Venezuela?

—«Este país ha sido la ilusión de muchísimos isleños. Hemos trabajado y salimos de la situación mala que había en Canarias por aquellos años 50/60. Yo siempre he trabajado independientemente, pero, actualmente, la situación ha cambiado y mi deseo sería volver a las islas. Estoy tratando de conseguirlo».

 

VOLVER, VOLVER...

 

Querer es poder...

—«En eso estamos».

¿Te encuentras en condiciones de entrenar a un equipo?

—«Esa sería una ilusión para mí. Si algún día pudiera conse­guirlo me sentiría satisfecho. Aunque podría estar en otras activida­des. Me siento joven y Canarias actualmente es un destino seguro».

Deseamos al «Pollo de Haría», eterno emigrante, que ha vivido cuarenta años en la diáspora, un retorno rápido y feliz a su terruño.