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Fuente: Programa de fiestas
de las Mercedes 1991
Sobre el origen del topónimo Hala hay serias dudas y, todavía hoy, no parecen ponerse de acuerdo quienes defienden el origen portugués del término y quienes piensan que es de procedencia guanche. No conozco ningún estudio sobre portuguesismos o sobre la influencia portuguesa en Canarias que cite este término como de origen luso, sin embargo las palabras Mala, Mal o Malha aparecen como topónimos lanzaroteños en varios diccionarios sobre la lengua guanche» Además los prefijos y sufijos mal, mala se pueden encontrar con cierta frecuencia en palabras de ascendencia guanche (generalmente topónimos) como son Malagua, Tinamala, Tenemal y otras.
Sea como fuere, Mala se encuentra citado como topónimo durante el siglo XVI, pero es a finales de este mismo siglo cuando el arquitecto Leonardo Torriani señala en su mapa de la isla de Lanzarote la Punta de Mala, localizada algo más al sur de la Cala de Haría (que es, en realidad, lo que ahora se llama la playa de Arrieta) y que coincide con la actual Baja de Mala, próxima al Charco del Pasito. Luego estas tierras fueron pasando de unas manos a otras (siguiendo como es lógico , el mismo derrotero que la propia historia de Lanzarote) hasta que, a raíz de las erupciones volcánicas ocurridas entre 1730 y 1735, toda la zona norte (y Fuerteventura) se puebla con los habitantes de las áreas desvastadas por el volcán y, a partir de ahí, este lugar, que había sido un cortijo desprotegido y a merced de los saqueadores bereberes, se convierte en "Pago".
En las Constituciones Sinodales del Obispo Pedro Manuel Dávila y Cárdenas del año 1735 aparece el pago de Mala con 26 habitantes, (Guatiza, por ejemplo, sólo tenía 18) uno de los núcleos más habitados de la isla, pero una vez apagados los volcanes, Mala se va deshabitando poco a poco y ya en 1776 cuenta con sólo 18 habitantes, como lo demuestra la referencia que hace el anónimo autor del Compendio breba y fasmosso… "De éste (Cortixo que llaman de Guenia), assi al levante, como a milla y media de distanzia, ay otro despoblado en que ahi una Capilla de Santa Margarita y assi se llama el lugar que, según los vestigios, sería como de tres o cuatros vezinos.
De éste, assi al naciente y a distanzia de milla y media, hai otro lugar llamado Guatissa, de 24 vezinos.
De éste, assi al norte, a distanzia de tres millas, hai otro lugar llamado Mala, de 18 vezinos, que confina con el mar de levante y es el último de por esta parte."
Como se puede comprobar, todavía Mala era el último "lugar" de Teguise, pues no es hasta 1795, con el Plan Beneficial de Lanzarote hecho por el Obispo Antonio Tavira y Almazán, cuando Mala pasa a pertenecer al Distrito Parroquial de Haría: "El distrito de la Parroquial de Haría será saliendo de la punta de las Peñas de achache que mira a la Hermita de Nuestra Señora de las Niebes por la pared vieja que viene a la Mareteja de los Barreros a las casas de Salbador hermandes, a la casita de Pedro Labado, A la peña de Cabrera Peraza al Rincón de chibusque, de alli a la punta de la montaña Redonda del mojón a dar a la pared de la Cerca, de la Dueña la pared en la mano Recto a el mar la orilla del mar en la mano hasta dar a Agara, la orila del Risco adelante acerca a la punta de las peñas de achache, y comprendera la dha Parroquia fuera del lugar de Haría los Pagos de Magues, Montaña, Mala,Tabayesco, y Trugillo."
Sin embargo el peso del lugar de Mala sigue residiendo en el cortijo del mismo nombre que poseen, sucesivamente, junto con el de Guatiza y Tisalaya, los marqueses de la Quinta Roxa, en Lanzarote. Entre 1822 y 1823 el quinto marqués de la Quinta Roxa -o Quinta Roja- entra en conversaciones con el coronel majorero D. Agustín de Cabrera y Bethencourt para la compra por parte de éste, de sus posesiones en Lanzarote a cambio de, entre otras cosas, criar ganado -cabras sobre todo- en esta zona, como consta en el legajo titulado "Noticias que yo el Coronel Don Agustín de Cabrera doy al caballero Marqués de la Qinta Roxa de los derechos que en los términos montuosos o de criar Ganados… hasta que el 8 de febreo de 1825 el coronel se hace con todas las propiedades que su pariente, Doña María Candelaria de Ponte, Marquesa de la Quinta Roja y vecina de la Orotava, tiene en Lanzarote.
La compra la hace a D. Agustín González Feo en calidad de apoderado de la marquesa, quien sigue siendo apodreado del Coronel.
En estas fechas estaba de "mayordomo" o encargado del cortijo de Mala D. Ceferino Fernández, quien tiene poderes para arrendar las tierras o darlas de medias.
Es Doña Candelaria de Ponte quien regala, en 1808, los terrenos para construir una ermita que en este lugar se levantaría en advocación a la virgen de la Merced, ya que la ermita dedicada a esta virgen en el Pago de Famara, estaba derruida desde 1735, A principio del siglo XIX aparecen las primeras noticias sobre la ermita de Mala en un documento anónimo, que aparece en el legajo Teguise del archivo diocesano: En la misma paroquia está consagrado uno de las mejores altares a Nuestra Señora de las Mercedes.
Aunque es a partir de 1795 cuando el pago de Mala comienza a pertenecer a la Parroial de Haría, sin embargo sigue perteneciendo a la Jurisdición de Teguise hasta 1840, fecha en la que ya pasa a Haría, aunque continúa dependiendo del Partido Judicial de Teguise, a la sazón capital de la isla.
La real orden del 26 de septiembre de 1.847 convirtió al puerto de Arrecife en capital del partido judicial de Lanzarote y Fuerteventura y en el censo del año siguiente (o tal vez del 51) Mala aparece como "Aldea situada en el término Judicial de Haría, partido Judicial de Arrecife. Consta de 55 edificios de un piso y 4 de dos habit, 58 const, por 70 v, 270 al, y 1 inhabilt.”
A partir de estas fechas las noticias escritas sobre el pueblo son bastante más abundantes y alargaría demasiado esta corta reseña; que no tiene otro interés que el organizar, de manera cronològica, los hitos más destacados del pueblo de Mala.