- Poesías de Nazario de León -
PUEBLOS: Mala > Nazario > Poesías-2
Fuente: La casa que me habita
REGRESO
Navego el barco que me acerca a los montes grises de mi infancia, para borrar este tiempo en soledad que me atenaza y ordenar alfabéticamente las palabras que pensaba sembrar en tus oídos. Para buscar al atardecer, cuando el sol se olvida de la luz, la estrella en la que escribí tu nombre con la fina arista de mi voz. Pero el barco, artesano de espumas marinas, me devuelve a la playa con la indiferencia cruel de quien jamás aprendió amores.
Nada pude encontrar detrás del Océano, sólo una inmensa llanura de olas y peces, algún velero distante y solitario, las gaviotas, la rosa de los vientos y la frialdad lejana de tu voz a eso del mediodía. Regreso. Solo. Ya ves. Con los ojos vacíos, las manos vacías, la boca amarga de sales, la voz áspera de tanto repetir tu nombre. Los pies heridos. El alma herida. La voz herida. Herida la garganta, los brazos, el reloj -las doce en punto de septiembre-, los pies..., el alma..., la voz... Y yo, solo, desando el camino de agua, despacio, errático, dolorido, arrastrando, dócil, la derrota por el mar. Pues, como ves, tengo heridos los pies, el alma, la voz y la garganta.
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