PUEBLOS /

                                

   El 19 de febrero pasado y coincidiendo con la fecha de cumpleaños del sacerdote fallecido don Policarpo Delgado Perdomo, la Iglesia de Ye, dedicada al gran Apóstol de las Indias, San Francisco Javier, fue el escenario de un acto, entre solemne e íntimo, muy familiar, en el que instituciones conejeras, vecinos y amigos de don Policarpo se unieron a su madre y hermanos, en el acto público de reconocimiento hacia él, organizado por el Ilustre Ayuntamiento de Haría, gracias al empeño personal de su alcalde, don Marciano Acuña Betancor. La Iglesia de Ye, completamente a rebosar, se vio concurrida de personas que quisieron unirse a la familia y amigos del homenajeado  para mostrarle, una vez más, su cariño y su admiración, al tiempo que dar gracias a Dios por la persona de don Policarpo, un hombre que, preparado espiritual e intelectualmente, lo dio todo en los destinos que los distintos Obispos de nuestra Diócesis tuvieron a bien encomendarle. En Ye estuvieron todos sus amigos y los que le querían y le admiraban por su sencillez y por su consejo, siempre cercano y atinado.

   Un homenaje en el que desde el principio se volcó el Ilustre Ayuntamiento de Haría a iniciativa y a petición de una “Comisión pro homenaje a don Policarpo”, integrada por las siguientes personas: don Juan Cruz Sepúlveda, don Rafael Curbelo Armas, don Manuel Betancor González y don Sebastián Sarmiento Domínguez. En la Comisión también se integró, a petición de sus miembros, don Manuel Delgado Perdomo, hermano de don  Policarpo, para que les asesoraran en algunas cuestiones que evidentemente a la comisión se le escapaban.

   El acto, dividido en dos partes, tuvo como idea central la obra desarrollada en vida por el que fuera Párroco de Nuestra Señora de la Vega del Barrio de San José de Las Palmas de Gran Canaria, y Delegado Episcopal de Apostolado Seglar, Profesor del ISTIC y Director de la Escuela de Formación Socio Política y Fe Cristiana, entre otras responsabilidades.

   En la primera parte, con la celebración de la Eucaristía, que presidió el Vicario General de la Diócesis de Canarias, don Hipólito Cabrera González y concelebrada por varios sacerdotes, algunos de ellos desplazados desde Gran Canaria, tuvo un denominador común: dar gracias a Dios por  la vida de don Policarpo y su entrega a la Iglesia local canaria, que fue cristalizando en las responsabilidades que asumió con el espíritu de servicio y generosidad que derrochó siempre sin límites. El Vicario, don Hipólito, lo resumió al afirmar que don Policarpo, nacido en una familia cristiana, muy sencilla de Ye, puso a disposición de todos, los diferentes carismas que el señor le había dotado. Un hombre que lo recibió gratuitamente y así lo dio a todos: a la Iglesia canaria, a la Conferencia Episcopal y a los Movimientos en los que él estuvo involucrado en vida, tanto en nuestro país como en Italia y en otros países europeos. Así lo entendió el propio Párroco de Haría, don Matías Gula, al recoger el sentimiento de alegría de los vecinos del municipio.

   En una segunda parte, más laica y más abierta, pero en el propio templo de Ye, se llevó a cabo un acto institucional en el que la Corporación municipal, encabezada por su alcalde, don Marciano Acuña Betancor y su primer Teniente de alcalde, don José Pérez Dorta, hizo entrega a la familia de don Policarpo, de la Medalla de Oro de Haría así como el Pergamino-Diploma de reconocimiento como Hijo Predilecto del municipio. En verdad fue muy emotivo ver a doña Enedina Perdomo Morales, madre de don Policarpo, acompañada por su hija doña María Dolores Delgado Perdomo, recoger la Medalla de Oro de manos del propio alcalde. Otro tanto ocurrió cuando su hermano don Manuel Delgado Perdomo, recogió el acuerdo plenario como Hijo Predilecto. Mientras discurría el acto institucional fueron proyectadas numerosas imágenes de don  Policarpo, en sus actividades pastorales, destacando una frase que él repetía mucho: “Hay que saber esperar en los demás”, en la que traslucía la importancia que daba a los laicos en la acción diaria de la Iglesia, en consonancia con el mensaje que transmitió el Concilio Vaticano II al referirse a la mayoría de edad de los creyentes. En el acuerdo plenario en el que se otorgaban las distinciones a don Policarpo, se explicitaba “por contribuir con su experiencia al desarrollo de la Diócesis de Canarias y de la Conferencia Episcopal Española”.

   Con anterioridad intervinieron varias personas: don Juan Cruz Sepúlveda, por la “Comisión pro homenaje a don Policarpo”, informando del origen de esta Comisión y de los motivos por los que se solicitó de la Corporación hariana la máxima distinción y honores para el hijo de este municipio; doña María Dolores Villalba, por la Escuela de Formación Socio Política; su sobrino, don David Delgado Déniz, por parte de su familia; intervinieron además varios sacerdotes que le trataron hasta el día de su fallecimiento: don Segundo Díaz, don Luis María Guerra y don José Domínguez, que hablaron como compañeros en la docencia (estudios en Roma y como profesor en el ISTIC) y así como en su experiencia vital de más de 20 años, tal y como lo hizo don José Domínguez en su convivencia en la Casa Parroquial de Santo Domingo, en el Barrio de Vegueta, poniendo éste de relieve algunos aspectos de la vida diaria de don Policarpo desconocidas para todos. Especial y emotiva fue la intervención del propio alcalde, don. Marciano Acuña Betancor, quien resaltó los valores humanos, profesionales e intelectuales del sacerdote homenajeado, don Policarpo, quien llevó el nombre de su pueblo natal y el de la isla de Lanzarote por todo el mundo. Cerró el acto, en el capítulo de agradecimientos, don Manuel Delgado Perdomo quien se mostró agradecido por los gestos de cariño y admiración hacia su hermano.

   En definitiva, una jornada dominical, en Ye, en la que se recordó la vida de la figura del sacerdote popular que está detrás de la administración de los sacramentos y que tiene siempre en cuenta el bien de los más pobres y pequeños de la sociedad. Por todo ello, Haría—Ye en particular-- tiene ya un Hijo Predilecto especial, en una fecha determinante para los suyos y para el propio don Policarpo: en su fiesta de su cumpleaños (19 de febrero). Así lo puso también de relieve el alcalde de Haría, don Marciano Acuña Betancor, en su intervención tras las entrega de ambas distinciones.   

   Durante la misa y el acto institucional intervino el grupo musical Alborada.

   Como colofón a este entrañable acto, las personas presentes, junto al Sr. Alcalde de Haría y al Vicario General de la Diócesis de Canarias, se trasladaron a las instalaciones del  Teleclub de Ye donde fueron agasajados con un vino de la localidad.