Referencias históricas de Ye
Por Gregorio Barreto Viñoly
PUEBLOS: Yé
CURIOSIDADES
El pueblo de Ye, en su apogeo de los años de 1950, llegó a tener servicio de guaguas, y se recuerda aún a “La Exclusiva”, con una guagua conducida por Don Alpidio Curbelo Romero, conocido por Nicolás el de la Guagua.
A partir del fallecimiento de Doña Margarita Barreto Figueroa en 04-10-1954, que mantenía mucha gente, una gran parte del pueblo, a su servicio, el pueblo de Ye, cayó en una decadencia, de forma que la gente de Ye, se fue en una gran mayoría para Arrecife y fueron el principio del Barrio de Altavista o “Barrio de los de Haría”, vulgarmente, y también se fue mucha gente para el Sur de Gran Canaria, a la zafra del tomate, y muchos se quedaron para allá y otros o sus descendientes, volvieron, y decayó hasta tal punto, de que la población de unos 500 habitantes que había alcanzado, se redujo en pocos años, a unos cien.
En el pueblo de Ye se produjeron al menos, dos casos muy desagradables, y vaya que uno de ellos, fue el que un señor, en una noche tempestuosa, en el momento de abrir la puerta con una llave macha para entrar en su casa, le cayó un rayo y acabó con su vida, y se relaciona con la familia de los Morales.
Otro caso muy desagradable, fue el de un señor llamado Matías Tejera Gutiérrez, que llevando por la Calle de El Tefío, a principios del Siglo II, una vaca que controlaba con una soga que amarró a un brazo, la vaca se espantó y salió corriendo, arrastrando a este hombre, por estar amarrado, acabando con su vida.
En el pueblo de Ye hubo un terrateniente, que fue Don Juan Manuel Curbelo Pacheco, casado como se dice, con Doña Margarita Barreto Figueroa, fallecido en 1936, que fue un terrateniente, pues tenía tantas fincas, que abarcaba una extensión muy considerable, hasta el punto de que se disponía en su caballo, a ir desde Ye a sus posesiones en el entorno de Órzala, y llegaba a este lugar, sin tener que pasar por ninguna finca ajena, sino que pisando sólo por sus fincas, llegaba de un lugar a otro.
GREGORIO
BARRETO VIÑOLY