PUEBLOS: Mala
Fuente: Lanzarote:
cangrejos ciegos, abubillas y
volcanes
Las tuneras (Opuntia ficus-indica) no se encontraban originalmente en Canarias y provienen de América. Sin embargo ahora son características del paisaje, en especial cerca de las poblaciones de Guatiza y Mala donde se cultivan en grandes plantaciones. Al observarlas cuidadosamente se puede ver que las pencas están cubiertas con manchas blanquecinas y polvorientas, y detenidamente se puede observar que hay pequeñas esferas de color púrpura en ellas. Se trata de la cochinilla o nopal (Dactylopius cacti), que fue traída en 1830 a Canarias y alcanza una longitud de hasta 5 mm.
Las cochinillas se asientan sobre las plantas y no tienen capacidad de moverse, ya que al llegar a la edad reproductiva pierden sus patas y alas. Tampoco las necesitan ya que una probóscide se introduce permanentemente en la planta de modo que queda anclada y le brinda alimento. Hablamos de larvas y hembras adultas. Los machos son más pequeños y no se alimentan. Su corta vida tiene como único fin volar de colonia en colonia e inseminar a las hembras. El polvo blanco es cera, que los animales secretan para protegerse. La hemolinfa roja se puede ver a través de la pared corporal translúcida.
Los huevos se desarrollan debajo de la hembra protegidos por el cuerpo de la cochinilla madre y por la cera que ésta produce. Cuando las larvas eclosionan la madre muere. Aquéllas abandonan la cobertura protectora y se dispersan por toda la planta.
Al observar meticulosamente las colonias de cochinillas se puede descubrir un escarabajo de unos 4 a 6 mm que ataca las cochinillas y las devora. Se trata de individuos de Exochomus flavipes nigripennis. Aunque no es multicolor y sólo posee una coloración oscura es un representante de la familia de las mariquitas. Como todas las mariquitas, come pulgones y añadió a su dieta la cochinilla en su dieta cuando fue introducida. Como regla general las especies introducidas de otro continente se reproducen masivamente en su nuevo domicilio, ya que no tienen competencia o depredadores que los regulen en el ecosistema. El caso de la cochinilla es una excepción.
Entre las pencas de las tuneras, en especial en los brotes de los tunos, hay gran cantidad de telarañas enmarañadas. Son las telarañas de la araña de las pencas (Cyrtophora citricola). Al contrario que otras arañas tejedoras que construyen sus redes verticalmente, esta araña teje su red horizontalmente, colgando de una gran cantidad de hilos. De esta forma son capturados todos los insectos que caen del cielo. Aquí son más que todo las ya mencionadas mariquitas. La araña alcanza los 15 mm y se mueve con el vientre hacia arriba por debajo de la red. Cuatro protuberancias verrugosas sobresalen del abdomen.
Otro miembro de la red alimenticia descrita en los campos de tuneras es la araña ladrona (Conophista). Vive al borde de la telaraña de la araña de las tuneras y teje sólo una red diminuta que está comunicada con los hilos de alarma de su araña huésped. Así siempre sabe cuando ha caído alguna presa en la red y puede participar de la comida.
También el hombre forma parte de este sistema. Entre las plantas espinosas se pueden ver hombres y mujeres que trabajan aquí protegidos por trajes gruesos. Cargan dos utensilios en las manos, una cuchara con la cual raspan las cochinillas de las tuneras, y una lata donde depositan lo raspado. Las cochinillas recolectadas se ponen a secar y de aquí se obtiene el carmín, colorante natural que se recoge de dos a tres veces por año.