(Los asistentes se santiguarán cada vez que se pronuncia el nombre de «Jesús»).

¡Jesús, Jesús! Criatura de Dios, yo te curo y ensalmo en el nombre del Padre, y en el nombre del Hijo, Dios Hijo, y del Espíritu Santo. Tres te hicieron mal, y tres te lo han de quitar: San Roque, San Sebastián y la Corte Celestial, su más querida esposa.

«Fulanito o Fulanita», si lo tienes en las piernas o en los brazos te lo quite San Amaro; Santa María, en la barriga; en el instentín, San Valentín; del estómago te lo quitará San Gregorio; del pecho, Santa Ágata, y San Blas de la garganta; si lo tienes en la nariz te lo quite San Luis, y Santa Lucía de los ojos; de los oídos o de la frente Santo Toribio y San Vi­cente; si lo tienes en la cabeza té lo quitará San Juan.

¡Jesús, tres mil veces Jesús! Donde Jesús se ha nom­brado todo el mal sea quitado: Contagio, mal de ojo, accidente, calentura o cualquier enfermedad que en el cuerpo tuvieses. ¡Amén, Jesús! !¡Qué vaya al fondo del mar de donde no vuelva más! (Se reza un Credo).