(Con la mano derecha se trazarán cruces sobre la cabeza del enfermo, usando para ello las hojas de bobo).

¡Jesús, mil veces Jesús! Donde Jesús es nombrado, el mal de ojo, mal de envidia, mal contagioso, ojo envidioso u otro cualquier contagio se lo corto y lo aparto con mi mano pecadora y con la suya de gloria. ¡Virgen de Belén, salga el mal y entre el bien!

Así como estas palabras son ciertas y verdaderas, así corto y conjuro el mal y que se vaya al fondo del mar, donde no crezca ni permanezca, ni haga daño a persona racional ni a persona irracional.

Si te entró por el espinazo, el glorioso San Ignacio; si te entró por la barriga, la Virgen Santa María; si te entró por la garganta, Santa Clara; si te entró por la cabeza, mi padre San Juan bendito. ¡Amén! (Se reza un Credo).