Geografía/ Datos geográficos

FUENTE: Geografía General de Las Islas Canarias. Tomo II. Año 1964

 Se extiende desde Punta de Fariones hasta la línea Teguise-Guatiza donde terminan los contrafuertes del macizo y comienza una plataforma llana. El accidente más espectacular, verdaderamente impresionante, de todo este macizo, es el acantilado de Famara que es un corte de 23 Kms. de largo y comienza en Punta de Fariones en el extremo norte de Lanzarote y termina en el Morro del Hueso, al oeste de Teguise cuando las últimas estribaciones desaparecen en el jable de los llanos centrales. Este largo corte no lleva en su totalidad el nombre de Famara sino que cambia de deno­minación a lo largo de su trayecto. Su extremo norte, punta de Fariones, es un agudo cuchillo de difícil tránsito recorrido por pastores y sus rebaños. Termina al adentrarse en el mar en dos grandes rocas lla­madas Farión de Afuera y Farión de Tierra. Ya en el mar hay una baja del mismo nombre.

Todas las rocas de este extremo están en equilibrio inestable y la ladera tiene una inclinación de más de 45º. Algunas masas detríticas se sostienen en esta rampa cortadas por pequeños canales de erosión que llevan el nombre de Barrancos Blancos. Más hacia el sur existe cerca del nivel del mar una fuente, la de Gusa, donde cuenta la tradición que hacían aguada los barcos que transitaban o se refugiaban de sus correrías en el hermoso canal de El Río. Aquí existe otras fuentes que son de aguas salobres. Entre El Embarcadero y las Casas de Guinate, la plataforma es rocosa, de lavas recientes que en enorme cascada se precipitaron desde lo alto y procedentes de los volcanes de La Corona y Los Helechos. En éste sector de Guinate nacen también algunas fuentes, como la de Las Ovejas, entre las innumerables capas de lava del acantilado.

Entre Punta del Roque y el Rincón de Famara, está la parte más vertical del acantilado, en especial al sur de la Punta del Gallo donde la estructura sube 650 Mts. Este sector es recorrido por jóvenes pastores y sus diferentes rincones tienen nombres caprichosos como «La Iglesia», «El Jardín», «Matos Verdes», etc.

Entre el Rincón de Famara y Las Laderas existe una cortadura coronada por El Castillejo que desciende por la ladera al Bc.° de la Poceta y Rincón del Castillejo. La otra ladera de este Bc.° es el Rincón de la Paja y en su tope está la ermita de Las Nieves.

Las laderas van perdiendo altura y verticalidad hasta desaparecer en la base del Morro del Hueso en el «Jable de Arriba».

Hacia el oriente del borde y crestas del gran acantilado de Famara se extiende una meseta cuya pendiente se inclina hacia el naciente. En viejos mapas, esta meseta hacia el norte del valle de Guinate lleva el nombre de Meseta de Guatifay y hacia el sur el de Meseta de Famara.

La Meseta de Guatifay comienza después que la cresta afilada de la punta de Fariones se ensancha sobre el Valle Chico alcanzando ya una altura de 400 metros. Desde aquí hasta la Batería o Atalaya Gran de sube una rampa situada entre el Valle Grande por el este y el acantilado de Gusa sobre El Río.

La Batería o Atalaya Grande, a 480 metros de altura, es uno de los puntos más notables de Lanzarote y del Archipiélago por el paisaje que de allí se domina. Como mirador turístico es un lugar visitado por propios y extraños. El Río con sus tranquilas aguas o ligeramente rizadas, con sus azules y verdes colores, enmarca las costas de La Graciosa con sus llanos blancos y sus montañas policromadas. Más allá está la isla de M.ª Clara como un vigilante de piedra. En el horizonte aparece Alegranza como envuelta en una niebla. Este es un paisaje que en los días de transparencia atmosférica parece irreal. El acantilado por el lado del Río se desploma en gigantescos escalones de basalto. Hacia el naciente, ya en la lejanía, se puede ver el Roque del Este emergiendo del mar como un gran navío.

Más hacia el sur de la batería se extiende una terraza, Los Tablo­nes, que culmina en la Atalaya Chica sobre la base del acantilado.

Desde esta meseta se extienden hacia el naciente varios valles separados por largos y estrechos lomos. Entre Valle Chico y Valle Grande se encuentra el Lomo de Zalahar que culmina en El Tope, desplomándose en un acantilado de 300 metros sobre la Quemadita de Órzola. El lomo de Fuente Dulce y el de Fuente Salada forman las divisorias de los valles de igual nombre. Se abren sobre el llano de Las Peñas Hendidas.

El Valle de Vega Grande, cerrado por el sur por el Lomo de Los Polvillos, tiene un fondo plano que fue obstruido por un cono y cal­dera volcánica «La Quemada» de Órzola que lanzó una corriente de lava hacia el naciente por sobre «Lomo Blanco» y «La Breña» confundida con el malpaís de Raso Pende.

El más elevado accidente de esta meseta de Guatifay es el elegante cono y caldera llamados Monte Corona en forma de herradura, con un embudo central cuyo fondo está a 418 Mts. y su borde culminante a 609. Al nacer este alto volcán modificó toda la topografía antigua creando valles cerrados o llanos y enviando sus lavas en diferentes direcciones. Una de estas ramas cayó como un torrente ardiente por el acantilado de Famara. Otras corrientes descendieron hacia el naciente y crearon un enorme malpaís, el segundo en extensión de Lanzarote, de unos 30 Kms.2 de superficie. Alrededor de La Corona hay ricos valles como el de Vega Chica, Las Rositas y Hoya de Las Pilas que son valles cerrados o casi cerrados donde las aguas de lluvia se filtran a través de los «bebederos». Al norte de La Corona están los valles de Ye, Tefía y Lajares, caseríos e importantes suelos cultivados de viñas. Enfrente de la abertura de La Corona está La Torrecilla de Domingo que tiene, cultivos de vid sobre el malpaís.