Historia / Referencias históricas


 

Fuente: La Hoja del Municipio de Haría nº 387
 

Ya se ha olvidado casi totalmente, al menos por los más jóvenes, que mas bien no conocieron la época, los tremendos trabajitos que tuvieron que soportar la mayoría de nuestros mayores, pues la actividad rural estaba centrada en la agricultura, habiendo apenas otras salidas como la pesca y muy poco más, cuando no habían medios económicos ni industrias ni otras salidas alternativos de ganarse la vida, y así no quedaba más remedio que afrontar lo que había y que era eso, la dureza agrícola.

Olvidando o no conociendo los tremendos esfuerzos de nuestros mayores, para preparar o mejor trabajar las tierras y luego cultivarlas, con ello estamos despreciando a nuestros progenitores, y eso es lamentable, ya que estamos obligados a conocer y reconocer nuestra historia, porque si nó pareceremos unos extraños en nuestra propia tierra, y tendremos que conformarnos con que otros nos la cuenten.

Esta isla de Lanzarote, como también el resto de las islas Canarias, ha sido una tierra de emigrantes, en especial al continente Americano, y así nuestros antepasados tuvieron destinos como Uruguay, Argentina, Cuba, Venezuela y otros, para poder sobrevivir y sacar adelante a la familia que dejaron aquí.

Antes era casi obligada la emigración, porque aquí no se podía vivir, con la gran pobreza, propiciada en especial por las sequías constantes, donde los cultivos no daban lo suficiente para las necesidades alimenticias, pues la hambruna trajo hasta algunos muertos, al menos en el siglo XVIII, como reflejan las historias.

Para una persona que guste de analizar nuestro territorio, no se le escapará lo que hicieron nuestros antepasados, ya que trabajaron los terrenos no sólo en las vegas y llanuras, sino que además tuvieron que trabajar en las partes volcánicas o pedregosas de una forma especial, y digamos que de ello hubo mucho en la parte Norte de la isla, donde no había tierra ninguna y había que cargarla de otros lugares en camellos y burros y mas tarde en camiones; pero es que además la cosa no queda ahí porque hay que mirar para lo alto de nuestras montañas y observaremos que hasta lo más alto de ellas llegaron nuestros mayores haciendo paredones y llevando la tierra a lomos de burros y camellos, pero que además en estas paredes se nota que pusieron piedra sobre piedra y algunas de ellas muy grandes, que no podía manejar uno sólo y que tendrían que intervenir dos o tres para colocarlas en su sitio. Los camiones remediaron mucho a partir de 1.920.

Pero para trabajar estas fincas y también para cultivarlas, nos encontramos con que los amos, patronos o mas bien caciques, procuraban de acometer sus trabajos mas bien en las épocas de os días grandes y así elegían especialmente los meses de Abril a Julio, porque entonces se trabajaba de sol a sol, y los pobres trabajadores o jornaleros estaban concienciados a que eso era lo que había y lo hacían con todo gusto, trabajando hasta doce horas diarias, mediando tan sólo dos "fumadas" (descansos), una por la mañana y otra por la tarde, y antes de empezar a trabajar en las fincas había que llegar a ellas antes de salir el sol, así es que esto es difícil de creer por la gente más nueva.

Y todos esos trabajos para ganarse un jornal de una peseta diaria a principios de 1.900, o ya más tarde dos pesetas, dos pesetas y media, tres, hasta un avance a 8 pesetas en los años de 1.940 y hasta 10 pesetas, y eso aguantó hasta principios de los años de 1.950, y fue en dicho año cuando algunos lograron trabajar en el Aljibe de La Corona ganando 16,66 pesetas diarias y una jornada de ocho horas, que luego ya fue mejorando.