Historia / Referencias históricas


 

Fuente: La Hoja del Municipio de Haría nº 525

 

Es bueno dar un pasón a la historia del entorno más cercano, y concretamente esta vez nos vamos a referir al pasado de la agricultura y lo vamos a centrar en especial, en la sementera y los tratamientos en la era hasta su conversión en sacos de grano.

Antiguamente se tenía en cuenta de ir guardando la suficiente cantidad se granos de las distintas especies, para tener la semilla para plantar y obtener otra nueva cosecha.

Antes trabajaban en la casa todos los miembros de la familia, incluso las mujeres, y hasta los niños desde 8 años, ya ayudaban a sus padres en los quehaceres.

Cada año, en especial en otoño e invierno, la familia procedía de por sí, o con la ayuda de algún vecino o amigo, en plan "peonada", se iban a plantar las papas por ejemplo, pero dejémoslas aparte, para dar paso a los granos, y así se plantaba mucha cantidad de arbejas, de lentejas, de chícharos, de garbanzos, de cebada, de trigo, de habas, y a última hora de millo, todo ello a mano, con un plantón, y previa la preparación de los zurcos o cazolejas, con la azada, según el grano, hasta que luego pasados unos tres meses, ya vendría la nueva recolección.

La recolección se hacía igualmente a mano, arrancando cada mata, una por una, y haciendo abrazados o manadas con la sementera que se iba cogiendo, para luego juntar y formar el denominado "montón", desde donde luego se cargaba a lomos de camellos o burros esta sementera hasta la era, en los denominados basos, barsinas o sillas, pero a veces se quedaba alguien en la finca guardando que no se la robaran.

Una vez estaba la sementera en la era, se utilizaban los animales de la casa, burros, camellos, o vacas, y si no eran suficientes, se pedían a la recíproca a los vecinos, y se tenía que contar con un burro veterano, que se ponía en el centro del cargadero, manteniendo y controlando las vueltas que iba dando la cobra, y a este burro, mas bien burra, se la denominaba como "la tenedora", que era la que tenía o mantenía la cobra.

Se trillaba esta sementera, se aventaba la paja menuda con el grano, para ir separando el grano de la paja, y al fin se zarandeaba para limpiar y luego se metía el grano en los sacos para vender, siendo el grano que más se pagaba, el garbanzo.