Calle La Hoya

LAS NIÑAS DE DON ZENÓN: Eran dos hermanas solteras, conocidas por vender preparados para curar distintas alergias de los ojos, además de los productos típicos de las tiendas; también vendían botones e hilos y alguna cosa más. En una ocasión hubo que necesitar la asistencia de un médico, y al acudir éste pidió ver a las pacientes, comprobando que las "niñas", como eran conocidas, eran mujeres adultas y bien entradas en años.

DON JOSÉ DOMINGO RODRÍGUEZ: Frente a la tienda de las niñas de Don Zenón había una tienda de comestibles que pertenecía al padre de D. Segundo Rodríguez. Se dedicaba además a recoger rosetas que se intercambiaban por productos de la propia tienda.

DON AMADEO BAILÓN: Tienda de comestibles y productos del campo. La regentaba Don Amadeo, quien además llevaba la barbería que estaba a su lado, pues él era barbero. También llevaba, con la ayuda de sus hijos, un bar situado justo enfrente de la tienda. Desarrolló una primitiva forma de marketing para traer clientela al bar que consistía en poner un ajo a sofreír y con los olores engoaba al personal que pasaba por delante de su puerta; fueron muchos los clientes que entraban pensando encontrar algo más consistente que unos ajos y se tenían que conformar con los olores y nada más, aunque ocasionalmente tenía algunas tapas. Este truco se hizo bastante habitual en los bares de la zona.

DON MANUEL LÓPEZ: La abrió antes que D. Amadeo, tenía tierras y vendía sus productos agrícolas además de vino; luego la trasladó a la Calle Fajardo.