PUEBLOS / Arrieta

 

 

Fuente: Diario de Las Palmas

03-02-1972

Por Agustín Acosta Cruz

 

Se pierde el muelle de Arrieta

Varios comentarios hemos  escrito  y han visto la luz pública  en  las columnas  de Diario de Las Palmas encaminados a remediar de alguna manera la situación agónica  del, muelle de Arrieta; otrora primer puerto comercial de la isla.

Comentarios,  cartas de personas dirigidas a diversos directores de periódicos  y voces destempladas y también malhumoradas han pasado desapercibidas por quienes puede y hasta deben paliar la situación del embarcadero  de referencia no lo hacen. Cada vez que pasamos por el lugar nos sentimos un tanto oprimidos en el espíritu porque da siempre tristeza contemplar cómo se viene la muerte cuando hay forma de evitarla y no se aplican los remedios vivificadores. Uno la verdad, no se explica por qué persiste este estado de cosas ahora que Lanzarote se promociona turísticamente. Vemos en otros lugares a los que el turismo se asomó como se hacen pequeños muelles  para realizar deportes náuticos y en contraste chocante y hasta repulsivo contemplamos cómo éste que se tiene se deja morir precisamente en un lugar de nuestra costa en donde también ha llegado el turismo. ¿Qué ocurre? No lo sabemos.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que este muellees utilizado por los pescadores del lugar para amarrar allí sus embarcaciones con las que se ganan el sustento y claro está el día en que el espigón se rinda en la lucha despiadada y desigual que sostiene con el difícil océano entonces hasta esta posibilidad se le habrá ido a los moradores de este caserío.

Sabemos, positivamente, que el Ayuntamiento de Haría no tiene medios económicos suficientes para afrontarlas obras de referencia y sabemos, también que muchos de los vecinos de Arrieta se muestran dispuestos a aportar pequeñas cantidades para colaborar con quien lleve a la práctica la reparación del muelle, o sea que los lugareños no quieren regalos venidos del cielo sino que están dispuestos a aportar su pequeño o gran grano de arena para que la situación sea remediada, para que el espectáculo desagradable que ahora se observa finalice, falta si la entidad que dé cumplida respuesta a los anhelos de los vecinos y de los moradores no fijos que por allí habitan temporalmente.

La fotografía es bien expresiva. En ella se ve la superficie bien descarnada y enormes socavones así como muros en estado agónico y escalinatas  derruidas y prestas para acudir a su cita con la muerte en el fondo de un mar bravo y, que no perdona por efectos del abandono a que los hombres, determinados hombres, le han sometido durante muchísimos años.

¿Hay que decir descanse en paz al muelle de Arrieta o hay por contra alguien que se apiade de su vivir y le tienda una mano  amiga? El tiempo nos lo dirá.